VALLADOLID 4 - CELTA 1

Aprobados y suspensos del Celta: Mingueza, víctima colateral

El ex del Barcelona se estrenó como titular y jugando de central fue el más entonado en la debacle del cuarteto defensivo. Larsen confirma que es un superclase.

RC CELTA

Marchesín: De los pocos que no naufragó pese a recibir cuatro goles. Reaccionó de manera espectacular en la antesala del 2-1 y detuvo un penalti. En los tantos pucelanos solo tiene una mínima responsabilidad en el segundo, el cabezazo de Joaquín.

Hugo Mallo: Gafado con los rebotes. Desvía con el hombro el disparo de Roque Mesa en el 1-0 y el balón llega a la cabeza de Sergio León en el 3-1 después de tocar en el capitán celeste. No cierra lo suficiente en el 4-1.

Aidoo: Desconexión. Estaba firmando un partido correcto hasta el 2-1, pero a partir del segundo tanto local regaló el penalti y en el 4-1 perdió por completo. Tuvo el mérito de ser el único céltico capaz de rematar una acción a balón parado en el área rival.

Mingueza: Víctima colateral. Jugó del central en su debut como titular y fue el más entonado del cuarteto defensivo. Antes del 2-1 incluso estaba rompiendo líneas con pases rasos a la hora de sacar el balón desde atrás.

Javi Galán: Uno de sus peores partidos con el Celta. En el 3-1 no ofrece ningún tipo de oposición a Sergio León. Lucas Rosa, del filial del Valladolid, lo superó en los duelos, el punto fuerte del extremeño.

Tapia: Cambio desafortunado de Coudet. Los célticos se derrumbaron una vez que el peruano se marchó al banquillo. Sin su intensidad defensiva, el Valladolid jugó a placer.

Beltrán: Desdibujado. Intrascendente como es habitual cuando actúa por delante de Tapia, una vez que se colocó en su posición natural no pudo evitar el derrumbe del equipo. Quedó claro que la izquierda no es su pierna buena en un remate dentro del área tras un magnífico pase atrás de Aspas. En otro lanzamiento, este con la derecha, el balón se le marchó ligeramente alto.

Óscar Rodríguez: Confundido. Se puso a discutir con Aspas porque quería lanzar una falta. Quizás alguien va a tener que explicarle al futbolista cedido por el Sevilla algo que cae de cajón. Amonestado en la primera parte por protestar un saque de banda. Marcó a puerta vacía.

Cervi: Otra sustitución que el paso de los minutos demostró que no fue acertada. El argentino firmó su mejor partido de las últimas semanas. Condujo el contragolpe del gol celeste y tuvo el que hubiera sido el 1-2 en el minuto 53, pero de cara a puerta está falto de confianza.

Iago Aspas: Este encuentro pasará a la historia como el del doble fallo desde el punto de penalti de un lanzador tan fiable como el moañés. Masip le tiene comida la moral porque ya le detuvo una pena máxima hace dos temporadas. Ofreció un gran nivel durante la primera hora del partido, con pases tan precisos como el que inicia la contra en el tanto del empate.

Larsen: Un súperclase. Frente al equipo presidido por Ronaldo emuló al brasileño con su maniobra ante Feddal en el 1-1, una jugada que lo define como delantero: coordinado, talentoso y nada egoísta. Provoca el penalti que falla Aspas al insistir con ese remate de chilena que tan nervioso pone a Coudet.

Gabri Veiga (entró por Tapia): Compareció sobre el terreno de juego en el peor momento, coincidiendo con la dimisión grupal del Celta. Lo intentó, pero era misión imposible.

Carles Pérez (entró por Cervi): Al igual que Veiga, se encontró a unos compañeros en pleno descalabro colectivo. Una jornada más, rozó el gol con un potente disparo desde fuera del área. Su suplencia en Valladolid supone un varapalo para sus aspiraciones de hacerse un hueco en el once tipo.

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