Aprobados y suspensos del Celta: Miguel adelanta a Carles Pérez por la derecha

Guaita: De menos a más. En la primera parte se comió un córner y en el gol no consigue reaccionar. Salvó el empate en el segundo tiempo con dos grandes paradas a Larin.

Mingueza: Se adaptó a la batalla como carrilero. Un encuentro tan bronco no es el que mejor encaja con sus características, pero supo pelearlo. La ayuda de Miguel Rodríguez le permitió tener más controlada su banda. El céltico con las ideas más claras en ataque a partir del descanso.

Jailson: Aunque puntualmente pueda jugar de central, quedó claro que no lo es. Demostró confianza tanto en defensa como jugando el balón hasta que quedó en evidencia en el gol local. Larin le hizo el lío completo. Desde el tanto del ariete bermellón fue el punto débil celeste. Se le notó la inactividad y en su debut en la Liga el partido se le hizo eterno.

Unai Núñez: Mucha raza. Mantuvo un intenso combate de pesos pesados con Larin. Volvió a ejercer de líder de la zaga y en la segunda parte se encargó de lo suyo y de lo de Jailson.

Carlos Domínguez: Un orgullo para la cantera del club. El Celta dispone de un central de 22 años que está preparado para rendir en cualquier tipo de partido. No se achicó ante la agresividad del Mallorca y nunca le quema el balón para intentar sacarlo jugado. Si hay que ponerle un pequeño lunar, quizás en el tanto balear le faltó un punto de velocidad para anular la incorporación de Gio.

Manu Sánchez: Fiable. Su intensidad en la disputa resulta clave en el gol olívico, al provocar la pérdida que aprovecha Larsen para asistir a Aspas. De lo mejor del Celta en los primeros 45 minutos, más conservador al regreso de los vestuarios.

Tapia: Colosal. Se multiplicó a lo bestia para evitar que el Mallorca decantara el encuentro debido a su evidente superioridad física. Frustró ataques de los locales yendo al choque, al suelo, imponiéndose en el juego aéreo… El premio gordo a su exhibición lo acarició con un lanzamiento de falta que se le marchó por poco en los últimos minutos. Una jornada más, el mejor futbolista del encuentro.

Dotor: Continúa respondiendo a la confianza de Benítez. Por su físico y su compromiso defensivo volvió a cumplir en la misión de escoltar a Tapia. El déficit lo sigue teniendo con el balón, pese a que cada partido que pasa se atreve un poco más.

Carles Pérez: Absolutamente desaparecido. No se puede obviar que ni el sistema de juego ni que su equipo se metiera en la cueva tras el 0-1 le beneficiaron. Sustituido al descanso.

Strand Larsen: Gladiador. En un rol de falso extremo izquierdo libró un sinfín de combates cuerpo a cuerpo con los zagueros locales. Asistió a Aspas en el gol y dejó a Douvikas en una situación inmejorable para hacer el 1-2 en el descuento. Se generó su única ocasión de gol con un gran regate que eliminó a dos adversarios.

Iago Aspas: Golazo. Define de manera magistral dejando de piedra a Rajkovic. Excepto en un par de pérdidas, inspirado con el balón en las contadas apariciones que le permitió el guion del partido. No le hizo ninguna gracia irse al banquillo a falta de 20 minutos.

Miguel Rodríguez (por Carles Pérez): Todo energía. En sus primeros tres minutos ya había aportado bastante más que el futbolista al que reemplazó. Intentó desbordar, buscó portería y, sobre todo, se dejó el alma en cada jugada. Una vez que comprobó que el árbitro había puesto muy alto el listón de las faltas, fue a cada choque como un tren de mercancías.

Douvikas (por Aspas): La tuvo para ser el héroe en el minuto 93, pero perdonó. El resto de su actuación consistió en recibir golpes de los defensores del Mallorca al recibir el balón de espalda a la portería.

Luca de la Torre (por Dotor): Cambio necesario para insuflar oxígeno a la medular. El estadounidense alivió ligeramente el sufrimiento de sus compañeros.

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