Aprobados y suspensos del Celta: Mallo nunca es un problema
Carvalhal eligió al capitán para suplir la baja de Mingueza y el marinense estuvo espléndido tras un mes en la sombra. Recital de Veiga y exhibición de Galán. Seferovic se estrenó con gol en el once.
Iván Villar: Más determinante de lo que refleja el marcador. Firmó una doble parada de mucho mérito justo antes del descanso. Su primera portería a cero desde que cogió el testigo de Marchesín.
Hugo Mallo: El capitán nunca es un problema. En el ostracismo desde que pidió salir a finales de enero, Carvalhal se decantó por el marinense para suplir la baja de Mingueza y el 2 ofreció su mejor nivel de esta temporada. Participó en los dos primeros goles, poniendo el centro que remata Seferovic después de que peine Veiga y rompiendo en profundidad en la jugada del 2-0. Intenso y con confianza en defensa.
Aidoo: Autoridad entre sobresaltos. Empezó el partido con una cesión trampa a Villar, único fallo que cometió hasta que un resbalón suyo propició la ocasión más clara del Valladolid en todo el encuentro. En los cuerpo a cuerpo se comió a Larin. Sustituido por precaución al no haber podido entrenar al 100% durante la semana.
Unai Núñez: Tarde plácida. Resolvió a la perfección el poco trabajo defensivo que tuvo. Cada vez ofrece más variedad con el balón. Acabó como central diestro y liderando la zaga una vez que se marchó Aidoo.
Javi Galán: La mayor exhibición física que ha ofrecido con el Celta, y eso es mucho decir. En la primera parte se centró en anular a Plata, a quien retiró Pacheta en el descanso, y en el segundo tiempo voló en ataque. Destrozó al Valladolid con su irrupción en el 3-0. En los últimos minutos apareció por todas las partes del campo.
De la Torre: Equilibrio. Pese a que su apariencia física hace pensar lo contrario, no rehúye los duelos y en este partido se llevó varios balones por presionar con fe. Pidió el cambio a falta de 20 minutos al estar acalambrado.
Beltrán: Las pilas le duraron una hora. Ejerció de guardaespaldas de Veiga corriendo sin parar, pero al cuarto de hora de la segunda parte su cuerpo dijo basta y tuvo que irse al banquillo por molestias musculares. Carvalhal afirmó en la rueda de prensa que no está lesionado.
Gabri Veiga: Recital a la altura de los que lleva más de una década ofreciendo Iago Aspas en Balaídos. Asistió a Seferovic de cabeza, marcó dos tantos, estrelló un balón en el palo y acarició el gol en otras dos ocasiones. Desde la primera jugada del encuentro arrolló al Valladolid. Una bestia.
Carles Pérez: La potencia sin control. Todo lo bueno que realizó desbordando y presionando, lo emborronó con su individualismo. Da la sensación de estar obsesionado con estrenarse como goleador en Liga esta temporada y en una jugada marca de la casa, regateando hacia dentro tirando al palo largo, se quedó cerca de conseguirlo.
Iago Aspas: Generador. Jugó a su antojo entre líneas, sumando 34 pases en el último tercio del campo. Su sociedad con Veiga es una delicia. Se topó con el palo para abrir el marcador.
Seferovic: Primera titularidad y primera diana. No le afectó fallar en el minuto 1 un gol que Veiga y Aspas le sirvieron en bandeja. Cabeceó como mandan los cánones en su tanto. Si mantiene el nivel, va a ser un fijo en el once en lo que resta de campaña.
Larsen (por Seferovic): Caerse de la alineación, una vez más, no le pasó factura. Aportó su físico y calidad saliendo desde el banquillo. Estuvo a punto de marcar un golazo de remate acrobático.
Óscar Rodríguez (por Beltrán): Entró con mal pie. Una pérdida peligrosa y una tarjeta amarilla fueron su presentación en el partido ocupando el puesto de Beltrán. Se serenó y en el tramo final movió el balón con criterio.
Carlos Domínguez (por Aidoo): Reaparición en la máxima categoría. El canterano no permitió que lo desbordaran en su estreno en Liga con Carvalhal.
Sotelo (por Veiga): Sus primeros minutos de esta temporada en la élite. El mediocentro del filial se asoció con naturalidad. Un disparo suyo desde la frontal se marchó lambiendo el palo.
Cervi (por De la Torre): Sinónimo de intensidad. Una arrancada del argentino la frenó Amallah con una entrada que le costó la roja.