CELTA 1 - GIRONA 1

Aprobados y suspensos del Celta: Galán para lo bueno y lo malo

El lateral zurdo lideró a los celestes durante una hora, generó el gol del Carles Pérez y cometió el inocente penalti del empate del Girona. Tapia estuvo impecable y Villar salvó un punto.

Lalo R. Villar

Iván Villar: Héroe en dos actos. Primero, detuvo el lanzamiento de penalti de Stuani que el VAR mandó repetir y el uruguayo transformó en el segundo intento. El meta canterano no acusó esa decepción y en el minuto 96 firmó una de las mejores paradas de su carrera para evitar el gol de Joel Roca. Se llevó una importante reprimenda de varios compañeros por jugar en largo en el tramo final.

Hugo Mallo: Oficio. Cada vez que se vio desbordado optó por hacer falta. Acabó sufriendo en los centros laterales. Poca presencia en ataque.

Aidoo: Seguridad. Lideró la zaga rozando la excelencia defensiva. En los últimos minutos se incorporó en alguna acción como delantero centro.

Unai Núñez: Anticipación positiva y negativa. Muy enchufado, el central vasco sumó varias recuperaciones en campo contrario. Entró en el área antes de tiempo en el primer lanzamiento de penalti de Stuani y el VAR lo cazó.

Javi Galán: Un cohete hasta que se pasó de frenada. El lateral zurdo lideró a su equipo durante una hora. Su agresividad y explosividad le permitieron robar el balón a Tsygankov en la antesala de asistir a Carles Pérez en el gol céltico. Su característico regate hacia dentro lo tiene cada vez más perfeccionado. Su recital se frenó en seco con el inocente penalti sobre Tsygankov. Ese fallo le pasó factura en lo anímico.

Tapia: Impecable como mediocentro defensivo. Se exhibió con un despliegue físico que duró desde el pitido inicial hasta el último minuto. Certero con el balón. Esta actuación pone en cuestión el rol de suplente de Fran Beltrán que le ha correspondido desde hace año y medio.

Gabri Veiga: No acaba de reencontrarse. El par de cabalgadas que intentó rompiendo líneas no consiguió culminarlas. Rozó el gol en un intento de remate de cabeza que Miguel Gutiérrez frustró in extremis. Se recreó en exceso en alguna intervención.

Óscar Rodríguez: Compromiso. Aunque no terminan de salirle las cosas, lo dio todo como volante por la izquierda y demostró tener buenas piernas. El buen trato que le dio al balón se vio empañado por un par de pérdidas difíciles de comprender. Buscó portería con bastante peligro en un lanzamiento de falta lejano.

Carles Pérez: El mejor del partido. Su desequilibrio en las últimas jornadas no tiene techo. Marcó con fortuna, porque su remate tocó en Oriol Romeu, y tuvo el doblete en un disparo cruzado que le sacó Gazzaniga. Metió un pase de ensueño a Larsen por encima de la defensa que dejó al noruego delante del meta argentino del Girona.

Miguel Rodríguez: Descaro. Al canterano no le pesó la responsabilidad e inyectó su verticalidad a la banda izquierda céltica. Al igual que en San Mamés, puso un gran centro, pero en esta ocasión Miguel Gutiérrez impidió que lo materializara Veiga. Se quedó sin gasolina en el ecuador del segundo tiempo.

Larsen: Sus cualidades son tan evidentes como su falta de gol. Desperdició tres buenas oportunidades para marcar. En la primera remató al aire, en la segunda se le marchó por poco la definición tras una brillante cabalgada y en la tercera no pudo con Gazzaniga en el mano a mano. Se marchó al banquillo desesperado.

Cervi (por Miguel Rodríguez): Impreciso. No estuvo fino con el balón. En su intervención más destacada su compatriota Gazzaniaga respondió con acierto a un disparo colocado del argentino desde fuera del área.

Iago Aspas (por Veiga): A lo Cid Campeador. Pese a no estar en condiciones de jugar filtró un sensacional pase a Cervi en el cuarto de hora que disputó.

Seferovic (por Larsen): Señalado. Una parte de la grada la tomó con el suizo recriminándole falta de actitud. La reacción del público resulta algo sorprendente si se tiene en cuenta que el punta fue de los jugadores más destacados en el anterior encuentro del Celta en Balaídos.

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