CELTA 1 - ALMERÍA 0

Aprobados y suspensos del Celta: De La Torre se gana una buena ración de pulpo

El estadounidense y Mingueza, que marcó un golazo, tiraron del carro ante la ausencia de Aspas. Bamba regresó muy combativo, pero escaso de acierto. Decepcionante Douvikas.

LALO R. VILLARDiarioAS

Guaita: Casi un espectador más en Balaídos. No tuvo que realizar ninguna intervención de mérito.

Manquillo: Flojo. Reclamó penalti en una jugada en la que parecía tener ventaja para disparar a puerta delante del meta Maximiano. Fue su única aparición en la primera parte. Un poco más activo en el segundo tiempo, pero sin vuelo. Se quedó dormido en el rechace del disparo de Langa al palo, lo que permitió al propio lateral del Almería disponer de una segunda opción con Guaita batido.

Starfelt: Estuvo a la altura del brazalete de capitán que portó. Impecable al corte. Protagonizó la primera ocasión del partido con un buen testarazo.

Unai Núñez: Su intensidad defensiva es tan evidente como sus carencias con el balón. Lo ganó todo por arriba y yendo al cruce. Por el contrario, el único desplazamiento en largo que buscó resultó imposible de llegar para Manu Sánchez y sus limitaciones con el esférico quedaron aún más de manifiesto en el tramo final ante un rival con nueve futbolistas aptos.

Manu Sánchez: Jugó gravemente con fuego. Pocos minutos después de ver una amarilla por protestar, Sánchez Martínez le perdonó la expulsión después de que Arribas lo desbordara. A continuación, Benítez lo retiró. El carrilero madrileño no estuvo lúcido en toda la noche.

Mingueza: Decisivo, no sólo por su golazo. De sus botas salieron la mayoría de las acciones más peligrosas de su equipo. Mete un gran pase a Luca de la Torre en el tanto anulado a Bamba. Mucho mejor como centrocampista que como lateral.

Beltrán: Máximo compromiso. Un futbolista que en el mes de enero dejó de contar para Benítez se vació en un partido que podía costarle el puesto al técnico madrileño. Se encargó de ejecutar las jugadas a balón parado, un apartado del juego para el que le falta calidad en el golpeo.

De La Torre: Le gusta celebrar las victorias comiendo pulpo y esta vez se ganó a pulso una buena ración. Asumió la manija del equipo como mediocentro a base de calidad y con la determinación de la que adolecieron varios de sus compañeros. Le puso en bandeja a Bamba el tanto anulado. Sólo se le hizo de noche al intentar buscar la portería de Maximiano.

Bamba: Muy combativo, poco acertado. Lo intentó sin cesar en su regreso a la Liga después de dos meses de ausencia. No consiguió desbordar en todo el partido a Pubill, pero provocó la expulsión de Langa y también regaló un espectacular slalom en una de las mejores ocasiones del Celta para sentenciar. Marcó a placer el gol que invalidó el VAR. En los últimos minutos, cuando el Almería estaba con nueve, no supo manejar el balón con inteligencia y cometió pérdidas impropias de su caché.

Douvikas: Un tronco fuera del área. Al no jugar Aspas se le vieron las costuras. Incapaz de combinar. Es un rematador puro y duro. Lo demostró en un cabezazo que obligó a lucirse a Maximiano. Primer futbolista sustituido por Benítez.

Larsen: Se topó con un portero muy inspirado. Maximiano evitó con una inverosímil parada lo que hubiese sido un golazo del noruego, que había sentado a dos rivales, y poco después sacó un poderoso testarazo del punta nórdico. En la primera parte también se le vieron algunas de las limitaciones que eclipsa Aspas.

Allende (por Douvikas): Le costó encontrar su sitio como pareja de Larsen. Hasta ahora siempre había jugado en la banda desde que aterrizó en Vigo, dejando mejores sensaciones que en este encuentro. Ayudó defensivamente en los balones aéreos.

Cervi (por Manu Sánchez): Entró para apagar el conato de incendio provocado por Manu y cumplió como lateral izquierdo. Entendió lo que tocaba hacer ante un rival tan mermado y en un situación tan delicada.

Hugo Sotelo (por De La Torre): Puso la tranquilidad y la calidad que necesitaba el Celta para manejar el partido en la recta final. Tendría que haber comparecido sobre el césped bastante antes y si hubiese jugado en Cádiz probablemente su equipo tendría ahora más de media permanencia en el bolsillo.

Hugo Álvarez (por Mingueza): Otro al que no le quema el balón. Le faltó algo de chispa para poner el 2-0 en una ocasión muy clara.

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