Aprobados y suspensos del Celta: Aspas necesita una Copa
Al moañés no le salió nada ante la Real Sociedad, el rival al que se medirá el equipo celeste el próximo martes en el torneo del KO. Ningún pupilo de Benítez estuvo inspirado.
Guaita: No se le puede pedir más. El golazo de Brais Méndez era imparable y le sacó el 0-2 a Sadiq en un mano a mano gestionado con maestría. No tuvo más trabajo.
Mingueza: Incómodo, tanto de lateral como de carrilero. No encontró los pases que le gusta filtrar entre líneas y perdió algún balón peligroso. Benítez lo retiró en la primera ventana de cambios.
Unai Núñez: Sadiq lo desquició. Mantuvo el tipo en tareas defensivas, pero estuvo especialmente enemistado con el balón ante la constante amenaza del punta nigeriano. Desde que el Celta jugó con línea de tres centrales se animó a salir en conducción y se quedó sin ideas al encontrarse con la medular rival.
Carlos Domínguez: Nunca baja los brazos. Supo rehacerse de lo mal que lo pasó con Sadiq, especialmente al ser burlado por el ariete para plantarse delante de Guaita en la ocasión más clara para el 0-2, y acabó siendo el celeste que buscó con más fe el empate en los últimos minutos. Mucho mérito su recuperación ante Oyarzabal en un contragolpe que el delantero donostiarra inició con una considerable ventaja.
Manu Sánchez: Sin profundidad. Apenas consiguió sorprender por la banda, ni antes ni después del cambio de sistema. Conexión inexistente con De La Torre. Intenso en las disputas.
Miguel Rodríguez: No pudo pasárselo bien en su primera titularidad esta temporada en la Liga. Con una amarilla desde la primera falta del partido, coqueteó tres veces con una segunda tarjeta. Echó de menos disponer de espacios y recibir buenos envíos de sus compañeros para explotar su potencia. Se fue al banquillo junto a Mingueza y a Aspas.
Tapia: El mejor del Celta se topó con una misión imposible. Batalló todo lo que pudo y más, primero en el pivote y después como central. El único celeste que colgó algún balón decente al área rival. Empieza a ser alarmante la diferencia de nivel entre el peruano y sus compañeros.
Dotor: El más perjudicado por el cambio de dibujo. Se quedó como única referencia por delante de la defensa y no dio abasto pese a su poderío físico. Mientras jugó al lado de Tapia aprovechó para irrumpir por el costado derecho y ponerle el gol en bandeja a Larsen en la única acción en la que corrió serio peligro la portería de Remiro. Sigue transmitiendo desconfianza con el balón. Por ese motivo resulta inexplicable que se encargara de sacar los dos corners con los que concluyó el encuentro.
De La Torre: Enchufado. Dio la cara en un partido de mucho contacto que no se adaptaba en exceso a sus cualidades. Protagonizó las dos únicas oportunidades del Celta en la segunda parte, una de ellas finalizada con un remate inverosímil parecido al de su gol el pasado miércoles en Mestalla.
Larsen: Peleón. Se fajó con los robustos zagueros donostiarras, provocando faltas e incertidumbre. Perdonó a bocajarro en una acción que posteriormente fue anulada, aunque si llega a marcar quizás el VAR hubiese rectificado la decisión del juez de línea. No mezcló con Douvikas.
Iago Aspas: Una sombra de sí mismo. No le salió nada y estuvo especialmente impreciso en los centros al área. Insiste sin acierto en los envíos con poco altura en el balón parado. Sustituido antes de que se cumpliera la hora de juego. Necesita una gran noche en la Copa del Rey para reencontrarse en Balaídos.
Carles Pérez (por Miguel): Un único chispazo en la media hora larga que dispuso. En esa arrancada la Real sólo lo pudo parar con una falta de Mikel Merino que le costó una amarilla. Nada más. Ahora mismo es el suplente de Miguel Rodríguez.
Douvikas (por Aspas): No mejoró a Aspas y pocas veces se va a encontrar el listón del moañés tan bajo. Es un delantero que necesita un suministrador de balones, un rol inexistente esta noche en el Celta.
Hugo Álvarez (por Mingueza): El único cambio que aportó. Se situó como carrilero derecho y su calidad le permitió inyectar un mínimo de dinamismo al juego celeste. Cada vez cuenta más para Benítez.
Jailson (por De La Torre): Debut en Balaídos sin pena ni gloria. Al ritmo al que juega, no parece la mejor opción para utilizar como mediocentro ante un adversario que muerde como la Real Sociedad. Una substitución desaprovechada.
Swedberg (por Larsen): Ha elevado mucho su intensidad, pero los defensas de la Real Sociedad poco tienen que ver con los que el Valencia alineó en la Copa. Sin campo abierto para correr, no se puede esperar demasiado del sueco por el momento.
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