Aprobados y suspensos de un Espanyol sin colmillo

Dmitrovic. En la primera intervención salvó al Espanyol de un autogol de Cabrera. El primer gol del Villarreal era imposible para él, como imposible fue su parada al primer remate de Moleiro en el 0-2. Nada que reprochar, paró todo lo que tocaba parar. Y hasta un poco más.

Omar. Salvador en un par de ocasiones, fue de más a menos. Sufrió con Pedraza en alguna ocasión y se prodigó poco en ataque, como los puntos más negativos. Encuentro correcto.

Cabrera. Impecable por arriba, ninguna novedad, tampoco fue culpable de ninguno de los goles. Sufrió, como todo el equipo, corriendo hacia atrás. Aguantó el tipo y el nivel independientemente del resultado y, a diferencia de algún compañero, no se diluyó con el paso de los minutos.

Calero. Buen partido de Calero, que controló bien todo lo que sucedió en su zona. Los goles llegaron más por mérito del Villarreal que por demérito del Espanyol y ninguno por su zona. Solvente y seguro.

Salinas. El análisis del partido de Salinas hay que dividirlo en dos. Por una parte el segundo gol del Villarreal, donde se durmió ante Buchanan y fue el principal responsable del tanto. Por otra, el resto del partido. Ahí estuvo notable, cumpliendo y demostrando que puede tener un hueco siempre que no esté Romero. En resumen, un error grave que empañó un buen partido.

Urko. Excelente inicio de partido de Urko, impidiendo cualquier contra el Villarreal. De más a menos, eso sí, mantuvo el tono físico del centro del campo. Le faltó, sin embargo, ser un poco más valiente con el balón en los pies y no optar siempre por el pase de seguridad.

Pol. Muy atento en la presión tras pérdida, fue uno de los mejores de la primera parte. Es cierto que le costó correr hacia atrás ante las contras velocísimas del Villarreal, pero fue quien ordenó y comandó al equipo mientras estuvo en el campo. Fue el primer sustituido del partido, víctima del resultado. Con 0-2 en contra, fue el sacrificado para pasar a jugar con dos puntas.

Edu Expósito. Dirigió el ataque del Espanyol, que si bien fue estéril, no fue precisamente por su culpa. Abrió varios balones a banda y filtró pases a Roberto, sin que ninguno de sus compañeros lograra generar peligro tras recibir el balón.

Pere Milla. Errático, impreciso, no fue su noche. Tuvo un tímido remate de cabeza, pero poco más en ataque. Un partido gris de Pere, lejos del nivel que demostró a principio de temporada. La sensación fue que no se encontró cómodo en ningún momento.

Dolan. De más a menos estuvo fino técnicamente. El problema, su gran problema, el de siempre: no supo acabar las jugadas. Ni los centros fueron peligrosos ni los remates acercados. Y eso que contó con numerosas oportunidades pues el equipo se inclinó por su banda especialmente en la primera parte. Mejoró en los minutos finales cuando se cambió de banda.

Roberto. Partido muy complicado de Roberto, que no tuvo ni una sola acción clara de peligro. No encontró ningún espacio, ningún resquicio, ninguna manera de hacerle daño al rival. Trabajó, de eso no hay duda, pero hace falta un poco más de tu delantero centro si quieres ganar a un equipo como el Villarreal.

Kike Garcia. Buscó el gol sin ningún éxito.

Pickel. No entró prácticamente en juego de manera decisiva.

Jofre. Puso algún centro decente, poco más.

Rubén. Sin incidencia.

Miguel Rubio. Entró para tratar de aprovechar algún balón por alto.

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