Aprobados y suspensos de Las Palmas: titánica resistencia pese a la expulsión de Valles

Valles: nada que objetarle a su clarísima expulsión. Dejó a su equipo con 10 en el minuto 24 tras arrollar a Raphinha en una mala salida. Hasta ese momento no se había perdido ni un solo segundo de juego en todo el campeonato.

Suárez: se confío en una jugada de la primera parte y casi le cuesta el 1-0 a su equipo. Aguantó con entereza las acometidas del Barcelona.

Coco: tras la expulsión de Valles no le quedó más remedio que achicar balones. En el primer tiempo perdió de vista por un segundo a Lewandowski y el polaco cabeceó al larguero. Siempre estuvo rápido en los cortes. Pudo marcar, de falta, uno de los goles de la temporada. Cada día más importante para su equipo.

Mármol: algo inseguro en la primera parte a la hora de sacar el balón jugado. Se durmió en la marca a Raphinha cuando este cabeceó a gol. Coco le libró de algún que otro problema serio.

S. Cardona: sufrió de lo lindo en la primera parte por obra y gracia de Lamine Yamal, el nuevo niño maravilla del fútbol español. El ya internacional absoluto le sacó la amarilla en el primer tiempo y también la segunda en esos 45 minutos iniciales, pero Busquets Ferrer se la perdonó. Benito entró por él.

Javi Muñoz: su fútbol, jugado siempre a pleno pulmón, no lució hoy todo lo necesario. Acabó reventado por tanto esfuerzo. El cambio por Campaña parecía cantado.

Loiodice: en una plaza grande como Montjuïc cumplió con la labor encomendada. Ante la dificultad intentó hacer circular la pelota con criterio, algo complicado con la lluvia y la inferioridad numérica. Fue sustituido por Moleiro.

Kirian: cada día más capitán de su equipo. Nunca se esconde. Pidió siempre la pelota para intentar jugarla con ese criterio tan especial que él tiene y del que muy pocos pueden presumir. “Creer”, dijo al final del partido como clave de la titánica resistencia de Las Palmas.

Marvin: pegado a la banda derecha, siempre como extremo, se afanó en su tarea de abrir el campo para obligar al Barça a despoblar los pasillos interiores, esos que tanto le gustan a sus compañeros. No paró de correr.

Munir: marró una buena ocasión de gol por enredarse con los regates. Fue el sacrificado para que entrara Escandell tras la expulsión de Álvaro Valles.

Sandro: se quedó como único faro arriba tras la salida de Munir. Acabó desfondado. Grandísimo esfuerzo, sin premio, el suyo. Una vez más. Marc Cardona, otro ex del Barça como él, le cogió el testigo.

CAMBIOS

Aarón Escandell: su entrada por el expulsado Valles supuso además su debut en el presente curso liguero. En la segunda parte le birló un gol claro a Ferran Torres.

Moleiro: a punto de consumirse el tiempo de partido, le sacó la cintura a Romeu del estadio y no empató de milagro. Su fútbol, puro nervio y con tanto embrujo, le dio vida a su equipo.

Campaña: va cogiendo ritmo poco a poco. Entró por Javi Muñoz y ayudó a que Las Palmas fuera encimando poco a poco al Barcelona. Con esta progresión, la prolongación de su contrato por un año más parece hecha.

Marc Cardona: su misión era cazar algún balón aéreo y también aprovechar su corpulencia para generarle problemas a la zaga culé. Como siempre, cumplidor.

Benito: tuvo que entrar por Sergi Cardona, que venía amonestado y sumido en muchos problemas por la calidad de Yamal. Buscó algún centro peligroso y hacer uso del cañón que tiene por bota izquierda.

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