REAL MADRID

Ancelotti vuelve a hacer magia

Solventó las ‘fatigas mundialistas’ con Ceballos y revitalizó al equipo con los cambios. “Camavinga marca más la diferencia cuando sale desde el banquillo”, repitió.

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Estaba atascado el Madrid. Y ante algo así, hacía falta un truco de magia. Bingo: Lucas Vázquez para dar más profundidad (Carvajal andaba encadenado) y Camavinga, para robar balones y generar desequilibrios. Dos decisiones de Ancelotti que aliviaron a un Madrid asomado al abismo. Fue especialmente importante lo segundo, porque el centro del campo Kroos-Valverde-Ceballos aportaba mucho equilibrio, pero poco colmillo. Así que entró el francés, con el depósito de energía a rebosar tras el Mundial y ese desparpajo que le caracteriza. Robar, correr, robar, correr, robar, correr. Una herramienta para romper partidos que esta vez, partió el Zorrilla.

Camavinga da un pase en el José Zorrilla.Soccrates ImagesGetty

Arriesgo Carletto de salida: Tchouameni y Modric estaban alistados pero... ¿para ser titulares? En sus piernas, sólo un entrenamiento, el del pasado viernes y con un enfoque muy laxo. Era inevitable, por tanto, la pregunta que se repitió el madridismo hasta las 19:30h de la tarde. Las alternativas eran retrasar a Valverde -alejándolo del área y mitigando sus opciones de soltar el cañón, como él mismo reconoció en zona mixta- e introducir a Ceballos en la sala de máquinas, que no era titular desde el 2 de octubre (precisamente, cuando decepcionó ante Osasuna, fue sustituido y su nombre quedó tocado). Pero Ancelotti confía en él y lo escogió para Valladolid.

Salió bien

El utrerano jugó 69 minutos, en los que tuvo un 91% de acierto en pases. Dio un paso al frente (faltó deslumbrar, pero hubo brillo) y gritó que de personalidad, no va escaso. No era un escenario fácil tras un mes entero sin competir y cumplió. Fue el truco de Ancelotti, sellado cuando Camavinga le sustituyó y el guion dio un giro de 180º. Las dos caras de las cartas de su baraja. Y es que Ancelotti tenía varios precedentes en la retina que avalaban su decisión: ante el City, la noche de la épica remontada, acabó sin Casemiro, Kroos y Modric; el centro del campo fue Camavinga, Ceballos y Valverde.

Ceballos, en el José Zorrilla.Soccrates ImagesGetty

Casi igual fue antes frente al Chelsea: sólo Modric aguantó hasta el silbatazo final. El técnico italiano no esconde cuando considera que toca sentar a los ‘indiscutibles’ y en Valladolid, volvió a hacerlo. La entrada de Rodrygo también revitalizó a un equipo huérfano de banda derecha con Asensio. El balear no tuvo su noche: falló el 30% de los pases en campo contrario y no ganó ni un duelo. Fue un partido grisáceo del Madrid, pero remolcado desde el banquillo hasta llevarlo a puerto seguro. A llevarse tres puntos de los que a largo plazo, acaban valiendo mucho más.

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