Álvaro vuelve a ser el gol del Rayo

Si el gol es la sal del fútbol, Álvaro es el más salao del Rayo. El extremo utrerano no ha perdido ni un ápice de chispa tras el verano, más bien, todo lo contrario, suyo fue el tanto del triunfo contra el Panathinaikos y suyo fue el 0-1 contra el Charleroi belga. Dos dianas en dos partidos, que hacen que este Rayo de Francisco se mantenga invicto en la pretemporada. A los franjirrojos se les escapó la victoria este sábado por el penalti cometido por Aridane y anotado por Ilaimaharitra, aunque dejan buenas sensaciones y buenas noticias, como el debut del Pacha Espino y el regreso de Dimi, Ciss, Bebé y Montiel. Por otro lado, De Tomás no tuvo minutos en esta cita por unas leves molestias.

Francisco dio una vuelta de tuerca a ese primer once estival con el que ganó a los griegos. De aquel equipo inicial, el técnico mantuvo a Balliu, Aridane, Óscar Valentín, Trejo y Falcao para enfrentarse al Charleroi. Algunos por elección y otros por necesidad. Y es que para algunas demarcaciones no hay fondo de armario, no hay recambio, por lo que la llegada de nuevos fichajes apremia. La principal novedad de los franjirrojos estuvo en el esperado debut del Pacha Espino, quien tomó el testigo de un notable Chavarría por el ala zurda, aunque si hay algo que no cambia —partido a partido y temporada a temporada— es el estado de gracia de Álvaro García. Repitió. El extremo, que está en racha, abrió el marcador este sábado cuando apenas habían pasado cinco minutos.

A los vallecanos pronto se les puso el encuentro de cara. Se hicieron dueños y señores del balón y buscaron, especialmente por las bandas, aumentar su ventaja. El Charleroi intentaba achicar ocasiones, como la del incombustible Óscar Valentín en el 20′. Ocho minutos después, por fin, pudieron darle la réplica, pero un disparo de Ilaimaharitra se topó con la zaga rayista, bien plantada. Sin embargo, los locales terminaron consiguiendo su premio, gracias a un penalti cometido por Aridane. El colegiado Arthur Denil lo señaló e Ilaimaharitra se sacó la espinita anotando el empate a la media hora. El luminoso ya no se movió.

El descanso trajo un carrusel de cambios. Aire fresco. El Rayo volvió a intentar deshacer las tablas con un cabezazo de Balliu, pero el balón se perdió ligeramente desviado. Tampoco tuvo suerte Nteka, quien armó un trallazo que se estrelló en la defensa belga. No hubo manera. Eso sí, los franjirrojos vuelven a España con la maleta cargada de motivos para el optimismo, gracias principalmente a un Álvaro desatado. El rayismo se aferra a que en la Premier no quieran sazonar sus platos con él... porque su continuidad es el mejor ingrediente de la (pre)temporada.