Álvaro García, un amor letal

Vuelve Álvaro García al Ramón Sánchez-Pizjuán y no pocos aficionados sevillistas se tientan la ropita (sigue el partido en directo en As.com). El extremo ha amargado literalmente al Sevilla en su casa durante las dos últimas campañas de Liga, con goles que valieron puntos para el Rayo Vallecano. El año pasado anotó un 0-2 que luego solo fueron capaces de igualar Sow y En-Nesyri, ya en el descuento el 2-2 del marroquí. Aquel resultado precipitó el despido de José Luis Mendilibar. Y hace dos temporadas, Álvaro marcó tras una gran galopada el solitario 0-1 que acabó dando la victoria a los franjirrojos.

Curiosamente, antes de militar en el Rayo, el de Utrera ya había logrado anotar otro gol al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán, con el Cádiz, durante la 2017-18. Fue una estéril diana (2-1) en la vuelta de octavos de final de Copa del Rey. Tiene Álvaro al Sevilla entre sus víctimas favoritas, y eso que en el Sánchez-Pizjuán obtiene una emoción especial. Aunque nunca ha militado en el club nervionense, el extremo no oculta que su corazón late en blanco y rojo. Y no solo por el Rayo.

“Mis abuelos, mi padre, mis tíos… son del Sevilla y al final es lo que ves, es lo que sientes. Me siento muy orgulloso”, ha declarado en más de una ocasión el utrerano. “Siempre que voy a Sevilla es especial, la verdad. Soy de Utrera, estoy muy cerquita de la ciudad. Van amigos y familiares a verme. Cuando viajo allí es muy bonito”, añade con indisimulada emoción.

Pero cría (o inspira) a cuervos... A los 32 años y con hasta 2026 de contrato en Vallecas, no parece probable que Álvaro vaya a vestir ya profesionalmente la camiseta del equipo de su corazón. Con la Franja sigue siendo un futbolista muy importante, que incluso ha llevado el brazalete (ante el Leganés) esta temporada. Suma durante la 2024-25 10 encuentros de LaLiga en los que ha anotado un tanto, al Espanyol. Pero su visita a Nervión es un acicate para mejorar esos números: solo hay que fijarse en los precedentes.

García Pimienta recupera a Badé

García Pimienta recupera para el centro de la defensa a Badé pero no a Nianzou, que recayó (de gravedad) durante esta semana de sus problemas musculares. Agoumé se encuentra sancionado y es previsible que ese sitio en el centro del campo lo ocupe Gudelj. A la espera de que se reincorpore Saúl, la próxima semana, el técnico catalán busca soluciones de gol ante la sequía de Iheanacho e Isaac Romero. Valentín Barco oposita a ocupar el extremo izquierdo.

Íñigo Pérez recupera al Mumin y Unai López, que regresan de sanción. Vuelve también, tras varios meses de lesión, el Pacha Espino y está por tanto toda la plantilla disponible. El concurso o no del colombiano James Rodríguez sigue insertándose de manera polémica en la actualidad rayista, que por otro lado es más feliz que otra cosa. El equipo vallecano reside tranquilamente en la zona templada de la tabla con 16 puntos, uno más que el Sevilla.

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