REAL MADRID

Alaba quiere su sitio

Totalmente recuperado, vuelve al ring con la obligación de reivindicarse. Esta ya es la segunda temporada con más lesiones su carrera. “Me siento preparado”, dijo.

Madrid
PressinphotoGetty

Alaba está de vuelta. A pleno pulmón y con sangre en los ojos. Sabedor de que reivindicarse ha pasado de aconsejable, a urgente. El austriaco sale del pequeño infierno que está suponiendo el 2023: dos lesiones ya le han hecho perderse 13 partidos. Dicho de otro modo: Alaba ha sido baja en el 31% de los partidos de este curso. Uno de cada tres, en el dique seco. Una temporada que le está haciendo perder caché y fuerza en el once. Dar pasos atrás... que ahora puede utilizar de carrerilla. Porque la lesión de Mendy (otra vez KO), sumada a la llegada de una maratón en abril (nueve partidos en 28 días), le vuelven pieza indispensable. Es su hora; debe ser ahora.

Militao abraza y aúpa a Alaba en el Cívitas Metropolitano.SUSANA VERAREUTERS

¿Qué le ha estado pasando? Dos lesiones en dos meses. Pasó de jugarlo todo... a desaparecer. Participó en los primeros 22 partidos (sin parar hasta el Cacereño, cuando obtuvo un pequeño respiro junto a una amplia baraja de titulares). Pero justo ahí, empezaron los problemas: el siguiente partido fue en La Cerámica, donde transmitió un sentir anómalo, de no estar al 100%. Casualidad o causalidad, justo dos días después se confirmó la primera lesión: soleo de la pierna derecha (27 días de baja; casi un mes entero). Se perdió siete partidos: la Supercopa de España, dos eliminatorias de Copa (Villarreal y Atleti) y tres partidos de Liga (Athletic, Valencia y Real Sociedad).

Pero volvió en Mallorca, puntual para el Mundial de Clubes. Tras él, disputó dos jornadas de Liga, llegó Anfield... y crack. Segunda lesión: rotura en el bíceps femoral (34 días sin jugar). Noche fatídica la de Liverpool, donde sembró dudas y desde la que no ha vuelto a jugar con el Real Madrid. Esta segunda dolencia le ha hecho perderse seis partidos: la ida de Copa (Barcelona), vuelta de Champions (Liverpool) y cuatro jornadas de Liga (Barcelona, Atleti, Betis y Espanyol). Diagnóstico final: esta ya es la segunda temporada más severa a nivel de lesiones de toda su carrera (sólo en la 2014-15 se ausentó más; pero entonces sufrió una rotura parcial del ligamento interno de la rodilla que le mandó al quirófano).

Alaba, cabizbajo tras lesionarse en Anfield.Alex Livesey - UEFAGetty

“Me siento preparado”

Pero ya está totalmente recuperado. El 20 de marzo, tal y como contó AS, los médicos del Madrid le firmaron el alta médica. Ir al Camp Nou (un día antes), se antojaba precipitado por la exigencia del envite, pero ya no tenía dolor y entrenaba con normalidad. Ante esa tesitura, los propios servicios médicos hablaron con la Federación de Austria: le recomendaron ir al parón, trabajar con sus compatriotas y jugar minutos en el segundo partido. Una hoja de ruta que se ha cumplido a rajatabla, pues el jugador vio el partido frente a Azerbaiyán desde la grada y tres días después, disputó la segunda parte frente a Estonia. Se encontró perfectamente, confirmó las buenas sensaciones y hasta habló en zona mixta. Quería lanzar un alegato.

Alaba disputa los segundos 45 minutos del partido frente a Estonia, este parón de selecciones.Severin AichbauerGetty

Y lo hizo: “He trabajado muy duro, pero ya me siento preparado. Vienen partidos muy importantes en Liga, Copa y Champions... y quiero ayudar al Real Madrid en el campo. Estoy muy feliz”. Rotundo, desafiante consigo mismo. Sólo ha estado en siete de los 21 partidos del Madrid este 2023. Y hasta hoy, únicamente ha disputado el 57% de los minutos totales con el Real Madrid. Está siendo un año amargo, de frenazos y runrún. Y es el momento de dar un golpe sobre la mesa y volver a ser el Alaba de la temporada pasada, el que se volvió tan firme como central, que ‘obligó' a Ancelotti a alejarle de la banda. El que acabó la temporada pasada siendo el tercer jugador de campo con más minutos del equipo (presente en el 81% del total). El hombre de la silla.

Dos problemas: Rüdiger y Nacho

Si la caída de Alaba empezó en Cáceres, el despegue de Rüdiger tuvo la misma sede. Y es que desde entonces, el alemán ha jugado todo, menos dos descansos (Elche -tuvo 17′- y Espanyol). En los otros 20 partidos, 18 titularidades y nunca sustituido. Se ha vuelto un fijo para Ancelotti, que parece ir domando su volatilidad. En la Supercopa de España quedó particularmente señalado, pero lejos de achicarse, ha ido recomponiéndose hasta tornar en indiscutible. Y además, como central, desterrando aquel experimento que Carletto amagó con practicar en verano: emplearlo como lateral izquierdo. No se deja ver por babor desde el 22 de octubre de 2022 (jornada 11 frente al Sevilla). Desde entonces, siempre en el eje. El regreso de Alaba aviva un dilema... ¿y ahora qué? Porque también pugna con fuerza Nacho, convocado por España y que, como Rüdiger, sólo se ha quedado sin jugar en un partido desde Cáceres. La competencia en el centro de la zaga de Chamartín está al rojo vivo. Y Alaba quiere su sitio.

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