Aidoo sella la salvación

Un gol en el noventa es la máxima expresión de la felicidad, es éxtasis en estado puro. Si además tiene la transcendencia de una permanencia virtual, la alegría ya es insuperable. El protagonismo fue para Aidoo, un actor que va camino de convertirse en leyenda de Balaídos. Su gol sirvió para alejar los fantasmas, para aliviar a un equipo que estaba teniendo pesadillas con Badía.

Y es que todavía no se había cumplido un minuto de juego y Edgar Badía ya tenía los guantes manchados, tuvo que activarse para despejar el disparo de Paciencia. El Celta salió en tromba dispuesto a aniquilar el partido por la vía rápida, con presión alta y varias finalizaciones. Mallo la tuvo en un remate franco de cabeza y Tapia intentó sorprender desde lejos, pero siempre aparecían los guantes de Badía. Todo eso sucedió en diez minutos, a partir de ahí el Celta se encasquilló, los minutos corrían y los nervios iban creciendo. De hecho, Magallán estuvo a punto de marcar para el Elche al cuarto de hora. Aspas apareció antes del descanso, lo intentó con la derecha, pero volvieron a aparecer los guantes de Badía.

La música del Equipo A sirvió para activar al Celta tras el descanso. El show empezó con una jugada polémica. Carles Pérez cayó dentro del área, pero Díaz de Mera no señaló nada, tampoco tras ser avisado por la sala VOR y revisarla en el monitor. Carles, enrabietado, disparó al palo en la siguiente jugada. También Larsen se topó con la madera. A pesar del acoso, el Elche no se amilanó. Villar tuvo que emplearse a fondo para desviar el disparo de Gumbau, mientras que Boyé dejó helado a Balaídos con una vaselina que no se fue muy lejos. Sólo fue un descanso antes de que los guantes de Badía regresaran a la escena para despejar el latigazo de Miguel Rodríguez.

Las prisas empezaban a descomponer al Celta, que no veía la manera de romper los guantes de Badía. Entonces apareció Aidoo, ‘La Roca’, para destrozar al Elche en mil pedazos. El Celta seguirá en Primera un año más, el Elche saca orgullo a pesar de estar en paliativos. En los próximos días puede certificarse de forma matemática ese descenso a Segunda División.