32 años del fallecimiento de Juanito, leyenda blanca

Uno de los grandes símbolos del Real Madrid fallecía hoy hace 32 años. Juan Gómez Juanito perdía la vida en un accidente de tráfico en Calzada de la Oropesa (Toledo) a las dos de la madrugada del jueves 2 de abril de 1992. El malagueño, entonces técnico del Mérida (había sido nombrado entrenador en noviembre de 1991), había acudido al Bernabéu a presenciar el partido de la Copa de la UEFA que enfrentaba al equipo blanco con el Torino, y regresaba a la ciudad extremeña cuando sucedió el fatídico accidente: Juanito iba dormido en el asiento del copiloto y no se enteró de una maniobra que realizó el chófer, Manuel Ángel Jiménez Lolino, preparador físico del Mérida, para esquivar unos troncos que habían caído sobre la carretera de un camión que había volcado. El coche en el que viajaban se estrelló contra el camión, muriendo Juanito al instante.

De esa trágica manera acababa la vida de uno de los iconos más y mejor valorados por todo el madridismo. Un maldito accidente, en el kilómetro 161,625 de la autovía de Extremadura, segó la vida de uno de los héroes madridistas llamado a continuar la prolífica estela de triunfos y victorias del equipo blanco. Todos (compañeros y excompañeros, gente del mundo del fútbol) le auguraban una trayectoria plagada de triunfos: se basaban en sus conocimientos del juego (sorprendió su sabiduría en los partidos que comentó en el Mundial de Italia-1990), en su sintonía para con los jugadores, su carácter, su veteranía (siempre acogió a los más jóvenes bajo su ala para enseñarlos y aleccionarlos)…

Juanito había jugado en el Madrid desde 1977 hasta 1987, dejando 121 goles en 401 partidos, muestras de su carácter indomable (dejó el Madrid tras ser expulsado en un partido de Copa de Europa ante el Bayern en Múnich, en donde pisó la cara de Lothar Matthäus tras una dura entrada de este sobre Chendo) y siendo protagonista de las épicas remontadas de los años 80 (inolvidable es su escena retirándose del Bernabéu dando saltos tras ir goleando al Borussia Mönchengladbach para que entrase Martín Vázquez). Un mito. Iba camino de ser entrenador de su Madrid más pronto que tarde. Su huella, eterna, es recordada por los aficionados blancos que, en cada partido en casa, en el minuto 7, le recuerdan cantándole: “¡Illa, illa, illa, Juanito maravilla!”, y así perdurará en el tiempo.

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