Ni con un genial Brahim

Marruecos sigue siendo la favorita para ser campeón de la Copa de África, pero este viernes quedó claro que de alzarse con el título, estará lejos de ser un paseo. El equipo de Regragui es el mejor del torneo, pero no es perfecto. Ni mucho menos. Y sin Brahim, héroe y estrella marroquí, le faltaron ideas para poder batir a Mali.

El madridista se echó al equipo a la espalda... mientras le dejaron. Marcó un gol de un penalti que él mismo provocó para ponerle la guinda a una primera parte estelar. Avisó con un disparo de falta que se le fue alto. Continuó amenazando con un derechazo que despejó Diarra (y que, en consecuencia, casi empuja Saibari a gol). Siguió acumulando protagonismo, bajando al centro del campo cuando el equipo se atascaba. Y en un uno contra uno ante Gassama, el lateral izquierdo del Baltika se resbaló en un recorte de Brahim. Al levantarse, no pudo evitar darle con la mano al balón. Y aunque esa acción favoreció a la carrera del 10, el árbitro acudió al VAR y señaló penalti. Esta vez no fue Rahimi, suplente, quien lo iba a tirar. En el recuerdo, el lanzamiento errado en la primera jornada. Lo cogió Brahim y lo transformó a gol.

Pero lo que el VAR te da, el VAR también te lo quita. Y si sirve para señalar un penalti sobre Marruecos, también para señalar uno sobre Mali. De hecho, el segundo fue clarísimo, mucho más que el primero. El Yamiq derribó a Sinayoko con una entrada por detrás y el propio delantero del Auxerre lo usó para anotar el 1-1.

Regragui empezó a verlo cada vez más cuesta arriba e hizo varios cambios impactantes: fuera Brahim y Ounahi. Los dos más activos en el ataque visitante se fueron al banco y Marruecos dejó de crear ocasiones. En Nesyri tuvo una, pero su disparo a la media vuelta fue muy centrado.

Mbappé, sin recompensa

En las gradas del Moulay Abdellah estuvo Mbappé ataviado con una camiseta de Marrruecos y el dorsal 2 por debajo de la chaqueta. El madridista quiso estar ahí para apoyar a Achraf, quien podía volver de lesión después de mes y medio de baja. Ambos guardan una gran amistad de sus tiempos en el PSG.

Sin embargo, aunque el lateral derecho calentó, no pudo saltar al terreno de juego. La increíble intensidad del partido no permitía ensayos. Pero Marruecos necesita a Achraf para subir el nivel. Y Brahim también necesita un socio.

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