Nacho Martínez rescata al Tenerife

El Tenerife tuvo premio a su insistencia y en la recta final supo empatar un partido que se le había puesto cuesta arriba bastante pronto ante un Sporting peleón y muy bien trabajado. Sipcic y Mellot fueron las principales novedades en el once local, mientras que Cristo González salió de inicio en su tierra, quedando Djuka en el banquillo. El choque empezó con ambos queriendo mandar. La primera la tuvo Iván Romero, aunque no estuvo cómodo a la hora de rematar (3′) y no acertó. Enseguida replicó el tinerfeño del Sporting, pero remató mal de cabeza.

Zarfino se encontró con un balón en el corazón del área, pero disparó muy centrado, a las manos de Soriano. El partido era vibrante y con aproximaciones. Al cuarto de hora, era de ida y vuelta hasta que José León se lió solo, Cristo le robó el balón y definió por bajo para abrir el marcador. No lo celebró por su pasado blanquiazul. Juan Otero tuvo el 2-0 con un gran disparo lejano que el meta tinerfeño envió al córner (20′) con apuros. Otra vez el colombiano probó a Soriano quien repelió con los pies (23′). El Tenerife estaba tocado tras ese inesperado gol. Y casi de la nada, Teto se inventó un disparo que se envenenó y dio en el larguero (29′).

Mejoró un poco el conjunto local y se empezó a animar, aunque los visitantes estaban preparados para liquidar a la contra. De allí al descanso, lo intentó el elenco blanquiazul, pero sin demasiadas ideas. La más peligrosa, empero, la tuvo el ingresado Gragera, quien disparó desviado. Nada más empezar la segunda mitad, el Tenerife salió con todo y Waldo probó desde fuera, pero Mariño respondió con seguridad. Y tras una seguidilla de saques de esquina, Sipcic estuvo muy cerca de empatar. Insistían los canarios, pero el Sporting se defendía con apuros, pero seguro.

Poco a poco, el juego se fue nivelando y el cansancio se empezaba a notar en las piernas. Por eso ambos entrenadores empezaron a mover sus banquillos. Pero hasta en dos ocasiones, Waldo se topó con las manos de un firme Mariño. Y de tanto ir llegó el empate obra de Nacho Martínez quien de zurda estableció su primer gol como blanquiazul. El tramo final fue trepidante porque el Tenerife buscó la remontada ante un Sporting muy bien trabajado y ordenado. Envalentonados por el público, Appiah pudo consumar la remontada, pero Mariño lo evitó.