QATAR 2022 (D) | DINAMARCA - TÚNEZ

Túnez prueba a Eriksen

Dinamarca mide sus aspiraciones con el jugador del Manchester United como genio creativo y emocional. La selección africana tira de garra para agarrarse al sueño de clasificarse.

NATALIA KOLESNIKOVAGetty

Dinamarca y Túnez quieren dejar sus primeras pinceladas de esperanza en Qatar (sigue el partido en directo en As.com). Hay expectativas disparadas en el conjunto europeo e ilusiones multiplicadas en su rival africano. No es para menos. La selección danesa llega a este Mundial tras batir a Francia en su último amistoso y después de firmar una clasificación casi perfecta con nueve victorias en diez partidos. Sus semifinales en la última Eurocopa le entregan cierto favoritismo a la hora de encontrar las sombras que deje Francia en este grupo. Túnez se apoya en su experiencia: se trata del segundo Mundial seguido que disputa y el quinto de las últimas siete ediciones. Quizás su falta de brillantez sea suplida por otras virtudes como la experiencia.

En Qatar todo son sueños. Y para ambos existe el de pasar de fase. Sería un primer paso. Aunque todo comienza con un duelo de aspirantes que tiene focos en algunos nombres propios. El de Eriksen marca la historia de esta Dinamarca. Hace menos de dos años esquivó la tragedia tras derrumbarse sobre el césped en la Eurocopa y hoy lidera a su selección con su magia habitual y una capacidad innata para marcar diferencias. ¿Es mejor que antes? Su mente dice que sí. Se marchó del campo en aquella Eurocopa con la sensación de que quizás no volvería a jugar y rompió todas las previsiones regresando a los ocho meses con un desfibrilador implantado. Kasper Hjulmand le da libertad total sobre el campo y mira de reojo a sus aliados. Kjaer lidera su zaga, Maehle vuelva por la izquierda y Hojbjerg trata de equilibrarlo todo. Quizás Damsgaard aún no esté en plenitud física, pero Dinamarca tiene argumentos de sobra para enamorar en su estreno. Jesper Lindstrom aspira a un sitio en ese improvisado plan de hoy.

Jalel Kadri construyó una Túnez consistente que lucha cada balón y entrega sus papeletas al talento de Khazri, el delantero del Montpellier. Es la baza tunecina capaz de fabricarse el peligro por sí mismo. Inventa y fluye. Pero quizás no sea suficiente. Túnez confía también en el factor ambiental para tomar fuerzas en su debut ante una Dinamarca que quiere inscribir su nombre entre las selecciones que optan a casi todo. Nadie lo tendrá fácil.

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