Pepe, ‘enemigo público’ marroquí

Marruecos consumó la primera de sus ‘venganzas’ en el choque de octavos de final contra España. La selección africana superó la ronda gracias a la actuación de Bono en los penaltis. La gesta ha unido en este Mundial de Qatar a las naciones árabes y también a las africanas. Para seguir haciendo historia deberá superar el difícil escollo que supone Portugal. Una selección llena de calidad y de experiencia. Si frente a España la afición y los medios marroquíes echaron la mirada atrás, a la edición de 2018, con su polémica eliminación, ahora vuelven a hacerlo para fijarse otro enemigo y motivarse aún más.

Después de perder con Irán en el tiempo añadido en el primer partido de la fase de grupos de aquella cita, Portugal fue el rival en el segundo choque. Supuso la prematura eliminación para Marruecos en un partido bronco y que terminó de forma muy tensa. Marruecos tiene en la memoria a Pepe por aquello y al colegiado estadounidense Mark Geiger. A los cuatro minutos de partido, Portugal se adelantó en el marcador con un tanto de cabeza de Cristiano Ronaldo a la salida de un córner. La jugada venía precedida de un choque que terminó con Boutaib en el suelo y sin poder despejar el balón. Pepe lo había arrollado al delantero marroquí. Parecía una falta clara, más aún viendo la repetición. Los marroquíes protestaron enérgicamente. Ni el VAR ni el árbitro advirtieron nada.

A partir de ahí, la actuación de Geiger terminó por enfurecer a Marruecos. Se reclamaron varios penaltis en el área portuguesa, uno en concreto sobre Nordim Amrabat, el jugador por entonces del Leganés. Geiger no quiso consultar nada. Pero lo peor llegó al final, con Pepe como protagonista. Benatia, capitán de Marruecos, y Pepe habían tenido sus más y sus menos. El jugador africano se acercó y quiso recriminarle su actitud Pepe con un par de palmaditas en la espalda. La respuesta de Pepe fue desproporcionada. Se lanzó al suelo y cayó como si le hubieran dado un puñetazo fingió de la peor manera, sabedor de que era el tiempo añadido y el partido iba a morir con ese lío. A renglón seguido, el defensa portugués comenzó a protestar y a encararse con Benatia. “Veo que Pepe sigue siendo un imbécil”, escribía Gary Lineker en las redes sociales nada más producirse el hecho para recriminarle su actitud. El lío que tuvo más episodios después del pitido final.

Los marroquíes se quejaban amargamente al árbitro. Nordim Amrabat echó más gasolina al fuego. “En el campo, el árbitro debió quedarse muy impresionado con Cristiano. Cuando pasé al lado de Pepe, le escuché decir que el árbitro le había pedido la camiseta a Cristiano en la primera mitad. ¿A quién engañamos? Estamos en la Copa del Mundo, esto no es un circo”, denunciaba el jugador. Benatia y Herve Renard, el por entonces seleccionador marroquí, cargaron contra Pepe y el árbitro. “Cuando veo el primer gol me digo que no se nos respetó. He revisado la imagen y les invito a hacerlo. Aseguro que hay una falta clarísima de Pepe sobre Boutaib. Me parece increíble no pitar falta. Después puedo pensar que el árbitro no lo vio. Pero tuvimos reuniones antes del Mundial para hablar del VAR, nos dijeron que se analizaría cada gol y me pregunto cómo es posible que no vieran eso. Yo lo vi de inmediato”, afirmaba entonces el capitán marroquí. " Cuando miras todos lo sucedido en el partido contra Portugal, llegas a la conclusión de que es una injusticia total. Sobre el gol encajado, hay una enorme falta de Pepe en el primer palo. ¿Por qué no se ha pitado? Vean lo que hizo Pepe cuando tiró el córner Portugal. Hagan un análisis y escriban la verdad“, lamentó Hervé Renard.