QATAR 2022
Obsesión Mbappé
Jugar con uno o dos laterales para frenar al jugador de moda. Ese es el mayor dilema de Inglaterra y de Southagte antes de enfrentarse a Francia.
A Gareth Southgate le quedan cuatro días, cerca de 100 horas y muchos más minutos para dar con la fórmula para detener a Kylian Mbappé (23 años). Porque, más allá de los acertijos que se le vayan ocurriendo a Didier Deschamps, el ‘7′ es la mayor amenaza de Francia, que el próximo sábado a las 20:00 (hora peninsular española) retará a la selección inglesa en los cuartos de final del Mundial.
No hay vuelta atrás y en el suntuoso cuartel general de los ‘three lions’, el resort de Souq Wakra, todos lo saben. Las semifinales pasan por borrar del mapa a Mbappé, máximo goleador del Mundial con cinco tantos. Es una obsesión, así que el debate ha viajado 5.000 kilómetros hasta la isla británica, donde no son pocos los que argumentan que el doble lateral podría ser el antídoto frente al extremo del Paris Saint-Germain, aunque otros tantos siguen confiando en la defensa de cuatro hombres.
Pero la decisión final es del cada vez menos cuestionado Southgate, que antes de aterrizar en Doha redujo su línea defensiva a dos centrales y dos laterales y solo recibió dos goles en contra en su estreno contra Irán (al que acribillaron con un 6-2). Desde entonces, Jordan Pickford ha conseguido tres ‘clean sheets’ (porterías a cero) contra Estados Unidos, Gales y Senegal; y la pareja formada por John Stones y Harry Maguire ha sufrido menos de lo esperado.
De hecho, los centrales del City y del United, respectivamente, se han tornado como una de las mejores noticias de esta Inglaterra, sumida en una crisis de personalidad en los meses anteriores a la cita mundialista. Pero ahora llega Mbappé y sus carreras centelleantes a la espalda de la lenta zaga inglesa, por lo que el papel de los laterales también resultará esencial y ahí es donde entra en juego Kyle Walker, y en último caso, Kieran Trippier.
Virtudes y defectos del doble lateral
En los dos primeros enfrentamientos de fase de grupos, y con Walker en fuera de juego por lesión, Trippier fue el encargado de comandar las acciones por la banda derecha. Su papel fue tan digno que se llegó a dudar de la vuelta al once de Walker, una vez recuperado de su dolencia, pero contra Estados Unidos, y sobre todo, contra Senegal, Southgate dejó claro que el lateral del City es su primera espada.
Las dos actuaciones de Walker fueron además muy sólidas, mezclando una buena dosis de sobriedad defensiva con presencia en ataque. Y por eso se presenta como la alternativa más fiable para cubrir a Mbappé, aunque Southgate todavía podría optar por jugar con Walker y Trippier al mismo tiempo, como si se tratase de un doble lateral.
En ese caso, Inglaterra transformaría su sistema de un 1-4-3-3 a un 1-3-4-3 o a un 5-2-3 para dar cabida a un tercer central, que muy probablemente sería Walker. Eso daría la opción a Trippier de jugar con un rol de carrilero derecho, pero debilitaría la media porque Southgate estaría obligado a jugar con Jude Bellingham y Declan Rice, pero sin el apoyo de Jordan Henderson, que ya es una pieza clave.
El marcaje al hombre
Solo juegan once, y a pesar de transformar su esquema del 1-4-2-3-1 al 1-4-3-3 en el transcurso del Mundial, que el seleccionador inglés vuelva a cambiar su formación para jugar con tres centrales y dos carrileros se antoja difícil. Más si cabe, si se tiene en cuenta que en la Nations League esa decisión le costó el descenso a la Liga B tras no consechar ningún triunfo en seis partidos.
Así pues, a Southgate le toca aleccionar a Walker para marcar a Mbappé, que suele iniciar sus desmarques desde el perfil izquierdo y no solo tiene en mente la portería rival (lleva dos asistencias y ha dado lugar a siete goles en total en este torneo). Y aunque no está claro si llevará a cabo un marcaje individual o zonal, el lateral de Pep Guardiola tiene experiencia...
Si no que se lo digan a Riyad Mahrez, su compañero de club, que durante la celebración del último título de la Premier League, enumeró todos los extremos a los que había parado: “¿Quién le puede superar? ¿Neymar? ¿Mbappé?...”. Porque el año pasado ya les frenó en el fase de grupos, cuando se enfrentaron al PSG, y es el momento de que vuelva a hacerlo.