“Ni falta un Kempes ni antes faltó un Messi”

Mario Alberto Kempes (Bell Ville, Argentina, 1954) atendió a AS horas antes de que Argentina se juegue ante Croacia el pase a una nueva final del Mundial. El mítico delantero argentino analizó el rol de Leo Messi y las opciones de que su país sume una tercera estrella en el pecho.

¿Qué tal está viendo a Argentina?

Muy bien. Viniendo de menos a más, ha encontrado el equilibrio, ha encontrado la alegría en el juego. No toda la responsabilidad corre por cuenta de Messi. Eso hace que el equipo funcione. A Leo lo han rodeado de otros jugadores totalmente diferentes a las selecciones anteriores, con mucha personalidad. No son acompañantes, son integrantes. Esto favorece a Messi porque no tiene que hacer todo el trabajo.

Pero él sigue asombrando…

Messi siempre deja con la boca abierta. Cuando no funcionaba de la mejor manera, cuando se le criticaba, ya era el protagonista. Ha encontrado la tranquilidad para desenvolver su juego de tres cuartos de cancha en adelante. Ahora sí lo hace.

¿Qué cambió en Leo?

La compañía, el equipo, la generosidad de los demás jugadores, la responsabilidad para no darle siempre la pelota y que él resuelva, sino que es un compañero más en la cancha… aunque sea Messi.

¿Es un Messi diferente?

Le pasa como nos sucedió a todos. Los años van pasando y ya no tienes esa velocidad. La cabeza te funciona perfectamente, pero ya no surge esa velocidad de arranque como para gambetear a cuatro o cinco jugadores como hacía él. Ahora se ha hecho más jugador, si es que se podía. Se ha hecho más pasador. Quizá marca menos goles, pero juega mucho más por el equipo.

¿Es de los que piensan que Messi merece un Mundial?

Los Mundiales no se merecen, se ganan. Mereces un gol, mereces una final… De eso nada, el Mundial se gana. Hoy Argentina está para que Messi consiga eso.

¿Le ve obsesionado?

Cualquier jugador que ha tenido la oportunidad de jugar tantos Mundiales está obsesionado. No es lindo jugar cinco Mundiales y ser recordado porque no pudo ser campeón. Messi tuvo la oportunidad en Brasil y no se dio; hoy, el fútbol le da la revancha… y por qué no.

¿Kempes 78, Maradona 86, Messi 2022…?

Ojalá. Todos estamos esperándolo porque necesita un premio y los premios cuestan. Ganar un Mundial no es fácil. En Brasil en 2014 ya dio un paso al frente. Por esas cosas que tiene el fútbol Argentina no salió campeón, pero ahora tiene la posibilidad de nuevo. Lo primero es Croacia, eso sí.

¿Estos son los partidos con los que uno sueña?

Es la ilusión de todo jugador. Primero vestir la camiseta de la selección de tu país; y después, al menos, llegar a una final. Las finales, como se dice, se juegan para ganarlas. No importa que sea feo, que haya sido el peor de tu vida… Hay que ganar.

¿Le cambió la vida a usted ser campeón del mundo?

No te cambia la vida. Te da un título más. Es una satisfacción. Con la selección no ganas dinero, con la selección ganas prestigio. Y de paso ayudas a que la camiseta tenga otra estrella.

Todas las finales de Argentina han tenido historia…

La final del 78 es muy recordada, la del 86 también, pero cada selección escribe su propia historia. Algunas no terminan con final feliz, otras, como esta, se encuentran en disposición de hacerlo. A los jugadores actuales los veo bien, con muchas ganas. Hay una predisposición para que Messi sea más Messi todavía.

¿Cómo gran delantero que fue, qué opinión le merecen los dos de Argentina?

Están pasando por momento diferentes. Lautaro está peleado con el arco y Julián es un chico nuevo, con muchas ganas, que está demostrando que es goleador y que además te las corre todas. Él es el primer defensa que tiene el equipo argentino. Lo de Lautaro suele ocurrir. Los goleadores tienen eso. Si eres defensa y pasas mala racha, hay alguien al lado que te ayuda. Pero el delantero no. Es complicado. El otro día Messi le dio dos o tres jugadas a Lautaro, pero anda pifiado.

Dicen que el secreto es el buen ambiente del vestuario.

No lo conozco al grupo.

¿El suyo en el 78 cómo era?

Es diferente, son otras épocas. No tiene nada que ver. Son selecciones diferentes. Estos pueden ser amigos, pero es en la cancha donde se debe demostrar que lo son. Y lo están logrando: las ayudas permanentes, no darle toda la responsabilidad a Messi… Eso lo hacen los amigos, comparten todo: lo bueno y también lo menos bueno.

¿Falta un Kempes ahora?

No hace falta un Kempes en esta Argentina ni a lo mejor se necesitaba un Messi en la campeona del 78, o un Maradona. Son historias que cada uno le toca vivir y hay que aprovecharlas. En aquel equipo nuestro ninguno tenía experiencia. Jugaban todos en Argentina a excepción mía. En el 86 lo tenían a Diego como figura. Y ahora… vamos a ver lo que pasa.

¿Es el Mundial de Argentina?

Argentina siempre ha sido protagonista. Dentro y fuera. La gente desde hace cuatro o cinco Mundiales llena los estadios. Eso es por el entusiasmo que tienen por la selección, por cómo la quieren. Le voy a decir una ‘antigua’: en Argentina somos todos hinchas de la selección, lo que pasa es que desde fuera solo nos queda el aliento. Es adentro donde tiene que venir la alegría para que el aficionado conteste.

Viene Croacia…

Croacia ha demostrado ser un equipo competitivo. Sus jugadores ya tienen una edad, pero fueron subcampeones del mundo y siguen siendo más o menos los mismos. Saben lo que hay que hacer. Cuándo tienen que acelerar, cuándo frenar. Saben defender cuando hay que defender y atacar cuando hay que hacerlo.

¿Modric le gusta?

Desde hace mucho tiempo… Es uno de los jugadores diferentes, quizá se haya descubierto tarde pero siempre ha sido muy generoso y aportador, no solo en la selección sino también en el Madrid.

Francia tiene a Mbappé…

No va a pasar mucho tiempo hasta que sea el mejor del mundo. Es una figura rutilante. Una figura a la que no hacen sombra ni Neymar ni Messi en el PSG. En Francia es protagonista, a pesar de que ante Inglaterra no anduvo bien. No siempre tiene que jugar de 7 u 8 puntos para arriba. Hay días que puede estar más flojo.

Le tengo que preguntar por España.

Le está costando una barbaridad ser ese equipo que producía mucho, que tenía la pelota pero iba al frente. Hoy produce mucho, tiene la pelota, pero de mitad de cancha hasta tres cuartos, no más, después para adelante no. No hay nadie que encare. No hay nadie que proponga por la izquierda o por la derecha desbordar y poner un centro, y cuando lo ponen no hay un nueve para rematar. Lo ponen por ponerlo. Hay muchas cosas que arreglar, lo digo yo desde fuera por lo que veo.

¿Y Brasil?

Alemania, Brasil, España, Bélgica… Es un Mundial que se ha hecho en plena temporada y por eso es diferente. Y está habiendo sorpresas que uno no se podía esperar. Eso es lo lindo. Es el fútbol.