QATAR 2022 | ARGENTINA
Messi-Van Gaal: causas de una guerra
El ‘10′ celebró su gol en la cara del técnico y después le reprochó algo. Hasta Davids tuvo que intermediar. Las declaraciones no habían gustado a Leo.
“No me gusta que se hable antes de los partidos. Eso no es parte del fútbol. Yo siempre respeto a todo el mundo, pero me gusta que me respeten a mí también. Van Gaal no fue respetuoso con nosotros”, dijo Messi después del partido ante Países Bajos. Pocas veces se le había visto así. Antes, sobre el césped, celebró el gol delante del banquillo de Países Bajos haciendo el ‘topo gigio’, un gesto que convirtió en popular Riquelme y que viene a decir algo así como “que sigan hablando”. Se puso las manos en las orejas y miró a Van Gaal.
El origen de esta rivalidad de Messi con el seleccionador ‘oranje’ no es de ahora, pero se recalentó en los días previos al choque de cuartos de final en Qatar. Las primeras tiranteces entre ambos surgieron tras la semifinal del Mundial de 2014. “Messi no tocó el balón ese día”, recordó el seleccionador neerlandés años después. Aunque no marcó, Messi hizo un buen partido y tuvo alguna ocasión clara. Leo lo consideró como un ataque innecesario, más teniendo en cuenta que Argentina eliminó ese día a Países Bajos y jugó la final.
A Messi también le afectó el trato que Van Gaal dio a Di María, íntimo suyo, durante la etapa del Fideo en Mánchester. “Es el peor técnico que he tenido en mi carrera. Hacía dos goles y al día siguiente me remarcaba todo lo que había hecho mal”, recordó en una entrevista posteriormente. El capitán de Argentina vio el sufrimiento de su amigo en una etapa importante y con la sucesión de finales perdidas como losa anímica para todos ellos en la selección.
Qatar encendió la mecha
Todo volvió a tensarse ya en Qatar. En la conferencia previa, Van Gaal dijo que Argentina tenía una debilidad y señaló de nuevo a Messi: “Cuando Argentina pierde el balón Messi no participa mucho, eso nos da oportunidades”. Sus palabras llegaron enseguida a la concentración argentina y a su gran estrella. Nadie entendió cómo en una rueda de prensa oficial se podía incurrir en descalificaciones futbolísticas de este calado. Messi se lo tomó como una falta de respeto, tal y como después señaló.
Otro asunto que no gustó fue el de los penaltis. “Si llegamos a la tanda, ganamos seguro”, dijo Van Gaal. Esto también encendió al Dibu Martínez, que dijo que le había servido de motivación. Por supuesto también a Messi, que no solo marcó el suyo durante el partido sino que hizo lo propio con el primero y decisivo de la tanda. De nuevo, los argentinos consideraron que Van Gaal se había tomado unas licencias que traspasaban las virtudes de su equipo y trataban de remarcar los defectos del rival.
Por todo ello, al término del encuentro Messi se acercó al banquillo de Países Bajos mientras le decía algo a Van Gaal. No se pudo leer de lo que se trataba, aunque él luego lo explicó. El técnico se quedó sorprendido y hasta Edgard Davids, su ayudante, tuvo que intervenir para que la cosa no fuera a mayores. Una guerra entre entrenador y jugador que se reflejó de manera pública delante de todo el mundo. Pocos han sacado de sus casillas a Messi como Van Gaal.