Luis Enrique: “¿Gavi rey de España? Lo que os gusta el cachondeo...”

¿Habrá muchos cambios mañana? ¿Saldremos a ganar, no? “Hoy he explicado en rueda de prensa, especular en estos torneos implica dejar de hacer cosas que, tal vez, luego te quedas sin tiempo para arreglar. No queremos jugar con fuego y el objetivo ante Japón será ganar. ¿Rotaciones? Tengo alguna en mente, pero no con la intención de dar descanso; los que estén mañana, serán los más apropiados para el tipo de partido”.

¿Palpa cierto miedo a España? “A los profesionales no nos gusta esa palabra, ‘miedo’. Es fea. Pero tenerle ‘respeto’ a un equipo es lógico. Nosotros pensamos, de hecho, que cuanto antes caigan algunos rivales, mejor, porque ganarles implica una dificultad mayor. Nosotros nos sentimos respetados”.

¿Elige usted los dorsales? “No, no. Yo no me meto en ese terreno, es algo los jugadores. Los eligen ellos en función del número de internacionalidades que lleven. Nuria Martínez coge la lista y, en orden de los que más partidos llevan, van escogiendo los números. El último, lógicamente, se queda con el que quede libre”.

¿Algún jugador se quedará sin minutos? “Ya dije el otro día que sí, desgraciadamente. Se lo dije al equipo el primer día. Por ejemplo, en la última Eurocopa se quedó sin jugar Diego Llorente y lo lamentamos mucho. Es una situación muy difícil de gestionar. Todavía me acuerdo mucho de José Gayà, al que mando un fuerte abrazo, aunque aún no querrá verme ni en pintura. Nos acordamos mucho de él”.

¿Le gustaría tener un ex árbitro en el staff para ayudarle en cuestiones arbitrales? “No, sinceramente... ni me lo he planteado. De hecho no sé ni quién nos pita mañana, ni siquiera el continente del que es, no me interesa. Simplemente no quiero pensar en esos temas porque no me van a servir para nada. Yo me centro en lo que pueda controlar. Y, como dije el otro día, incido a mis jugadores en que protesten lo menos posible, porque si protestas mucho al árbitro... al final te va a acabar pitando en contra. No sirve para nada pensar en esos temas”.

¿Qué valora más en un portero, su estado de forma o su forma de jugar? “Pues fíjate, tal vez valoro menos el estado de forma. En España es importante que el portero sea casi un jugador de campo, porque si nos presionan arriba, lo necesitamos para generar superioridad. Nuestro portero ha de tener buen control de balón, gran pase corto, golpeo largo, saber hacer una buena cobertura a la línea defensiva y dominar el juego aéreo, porque no somos un equipo alto y nos van a buscar”.

¿A qué jugador de La Roja vería haciendo un Iron Man? “¡Llorente reventaría el crono! Pedri y Gavi también son muy resistentes. Por decir más, se me ocurre Balde... Nico Williams, tal vez para un Iron Man no, pero sí podría ser atleta de velocidad”.

¿No es un poco arriesgado, a veces, sacar tanto el balón desde atrás? “Claro, pero en una balanza, compensa. Porque jugando así es como somos mejores. Nosotros, el staff, seleccionamos a futbolistas que están más a gusto con el balón que sin él. ‘¡Si vas ganando, pégale en largo!’, pensarán muchos. Vale, pues te va a volver en 20 segundos. Por eso la mejor manera de defender es tener el balón y no dejar de buscar goles. Siempre uno más”.

¿Teme que Japón haya visto ‘Oliver y Benji’? “(Ríe) No, a eso en concreto no. Pero sí guardo mucho respeto por ellos: tienen a tres centrocampistas altísimos y una calidad enorme. Saben evadir las presiones de manera brillante y nos lo van a poner muy difícil. Ya lo veréis”.

¿Cuál ha sido el entrenador más bromista que ha tenido? “Pues... Javier Clemente, sin lugar a dudas. Más cachondo y buena gente que él, no hay nadie. El resto, la verdad, han sido bastante serios. Es curioso, por ejemplo, que tuve a Antic en el Madrid y en el Barça, ¡en los dos equipos! Era muy serio. También me acuerdo de Rexach, un cachondo. Nos decía ‘¡que no hay que correr tanto, que en este deporte hay que correr menos!’. Con Ciriaco, en el Sporting, íbamos jugando a la Pocha y a la Escoba en el autobús. Ahí, tres chavales de 19 años jugando con el míster... y nos ganaba. Llegábamos a los hoteles, todo el mundo se bajaba y nosotros ahí seguíamos, hasta terminar las partidas. A veces tardábamos 20 minutazos”.

¿Qué opina de Juan Carlos Unzué? “Admiración total. Es un estoico absoluto, no se queja nunca y jamás habla mal de alguien. A veces le decimos ‘¡tío, pareces María Teresa de Calcuta, raja un poco hombre!’. Una persona fantástica. Es un amigo y una persona a la que valoro un montón y que no deja de demostrarnos lo bonita que es la vida y lo que merece la pena vivirla”.

¿Estos streamings tienen preguntas más dóciles que las ruedas de prensa? “Yo no he empezado a hacer streamings para dejar de hacer ruedas de prensa. Simplemente es algo que me gusta. Es verdad que las ruedas pospartidos te pillan con la energía baja, pero me gusta comunicarme y estoy cómodo ante los medios. No entré en esto para saltármelas; sino para que vierais cómo vivimos y tener un feedback más directo. Esto permite que conozcáis cómo somos en el staff. Si no aparezco en medios de comunicación es porque entiendo que cada uno debe defender su situación y algunos periodistas, ya nos conocemos... yo tengo relación personal casi con la prensa y no dar entrevistas es mi decisión”.

(Falla el penalti Messi) “¿Lo ha fallado? ¿Quién, Messi?”

¿Qué le diría a un niño que quiera ser futbolista? “Que ser profesional no es algo que se planifique. Yo nunca lo hice y hasta que Ismael Fernández, un entrenador, me dijo con 17 años que iba a jugar al fútbol, yo como mucho me veía en Tercera. A los padres les diría que sus hijos deben disfrutar, que no les agobien. Ni el 1% de los niños acaba llegando, pero todos deberían aprender los valores básicos: compañerismo, gestionar tristezas, que no eres el centro del mundo... los padres, en vez de estar grabando y metiendo presión, deberían apoyarles a que disfruten. Cuando acaben los partidos, que ni les pregunten por el resultado. ‘¿Lo has dado todo? ¿Te lo has pasado bien?’ Pues ya está. Y si el niño ha disfrutado, suficiente. A mí, una vez, me quitaron habiendo salido antes desde el banquillo... y mi padre ahí estuvo, siendo positivo, diciéndome que había jugado bien y sin presionarme. Mi madre tampoco. El niño debe crecer con la confianza de que sus padres le apoyan, eso es lo más básico. Porque eso le dará la felicidad”.

¿Por qué llevó el número 21? “En mi época, al principio, los titulares jugaban sí o sí con dorsales del 1 al 11, pero en cuanto lo ampliaron, escogí el 21, un número diferente. Simplemente me gustó. Y ha marcado mi carrera”.

¿En qué posición se vería jugando en esta Selección? “Pues tendría que ser de interior. Así que le tendría que quitar el puesto a Gavi, Pedri, Carlos Soler... mira, casi mejor ni intentarlo”.

¿Qué le parece la táctica de Luis Aragonés de llamar a los árbitros por sus nombres? “¡Qué tenía razón! Es una estrategia muy buena para generarle simpatía al árbitro. Pero ya os he dicho que a mí me gusta abstraerme de cualquier asunto arbitral. No quiero ni pensarlo”.

¿Qué opina de que Gavi vaya a ser rey de España (por los rumores de ser el crush de la princesa Leonor)? “(Ríe) ¡Ya me he enterado de lo que os gusta el cachondeo! ¡Ay...! La verdad que no lo veo, no”.