Los números le dan la razón a Alba

Fue el Jordi Alba de las viejas épocas, de aquella fabulosa Eurocopa de 2012 en la que España arrolló a Italia en la final (4-0) con una participación coral pero determinante por parte del actual lateral del Barça. El de L’Hospitalet, que estuvo fuera de la Selección de noviembre de 2019 a marzo de 2021 y se llegó a poner en duda su convocatoria debido a su merma de minutos en el equipo azulgrana, fue un puñal por la izquierda. Los números, y la apuesta ciega de Luis Enrique, lo avalan en el debut mundialista en Qatar ante Costa Rica (7-0).

España, que solo dejó que su rival tuviera un 17% de posesión, según los datos recogidos por la FIFA, atacó el 40,5% en la primera mitad por la izquierda y en total logró profundizar por ese costado en 30 ocasiones. Por la vertiente derecha fueron solo 12 los ataques, por lo que el desequilibrio del equipo de Luis Enrique llegó precisamente por el costado de Alba, complementado por Alejandro Balde ante la baja por lesión de José Luis Gayà. Capaz como pocos de entender los momentos adecuados para tirar un desmarque, el futbolista sonrió como nunca y fue vitoreado al dejar el césped en un estreno soñado.

Brillante, por lo tanto, en el triunfo de España en el Mundial de Qatar ante Costa Rica (7-0), las apariencias engañan con Jordi Alba en el Barça, donde tiene un rol más secundario en detrimento de otros jugadores como Marcos Alonso o Alejandro Balde, quienes alternan posición con el de L’Hospitalet, que ha jugado de titular en siete de los 14 encuentros del campeonato liguero. Alba, según los datos de la Inteligencia Artificial de Olocip, es el futbolista más determinante en el juego ofensivo de los azulgrana.

El lateral izquierdo, que siempre ha destacado por su velocidad y claridad en los metros finales, es el futbolista del campeonato con más valor en sus pases hacia adelante (2,027) y en el conjunto de Xavi Hernández es el futbolista más valorado en mútliples facetas, como los pases al hueco, los cambios de juego, las recuperaciones, las segundas jugadas y los centros. La activación del futbolista le permite ser eficiente en todas sus acciones especialmente en el juego de ataque, su especialidad. No es nada nuevo en su trayectoria.

Los números de Alba son similares en las tres últimas campañas, por lo que el jugador, pese a pasar a un segundo plano en este comienzo de curso, mantiene su nivel. Con sus acciones, Alba provoca un gol o lo evita cada 321 minutos de juego en la Liga, unos guarismos similares a los de las campañas anteriores, por lo que no ha habido una merma de rendimiento individual según los datos de Olocip.

En cambio, al margen de estas estádisticas sobre el juego, está en las asistencias y los goles del futbolista, que siempre ha aportado un índice elevado los años anteriores. El curso anterior, el de L’Hospitalet dio hasta diez asistencias y el curso que menos desde la campaña 2015-16 ha sido seis. Esta campaña de momento no se ha estrenado como goleador y solamente ha podido dar un pase que ha finalizado en gol. Pero en la Selección todos son parabienes para un futbolista que recuerda al de las mejores épocas en apariencia y en los números.