La carrera de las sedes del Mundial 2030, en su fase decisiva

La carrera por ser sede del Mundial 2030 entra en su fase decisiva. En los últimos días, Gijón confirmó que no estará en la pelea después de que el Sporting emitiera un comunicado en el que se explicaba que la falta de entendimiento con las instituciones parece que hará imposible cumplir con los requerimientos. Eso hace que sean 14 las sedes candidatas para las once que previsiblemente obtendrá España en la candidatura conjunta con Marruecos y Portugal. El país africano, con seis (Casablanca, Tánger, Rabat, Agadir, Marrakech y Fez), y el portugués, con tres (dos en Lisboa y Oporto) no tienen esas dudas.

España espera despejarlas pronto, a finales de este mes de junio o principios de julio, como tarde. La candidatura tiene previsto reunirse para perfilar el plan que debe entregar a la FIFA el 31 de julio con toda la información y la documentación. Esa es la verdadera fecha límite, aunque las candidatas deben cumplir con sus requerimientos a la mayor celeridad posible. Información que no sólo tiene que ver con los estadios, sino que es un completo informe sobre multitud de aspectos que tienen que ver con trasportes, seguridad, sistema sanitario...

Más allá de formalidades, parece que hay un grupo de sedes más o menos claras. Bernabéu y Metropolitano, en Madrid; Spotify Camp Nou y Stage Front de Cornellà, en Barcelona; San Mamés, en Bilbao; Reale Arena, en San Sebastián; y La Cartuja, en Sevilla. Otra que parece contar con muchas posibilidades es La Rosaleda, en Málaga. De estas, varias tienen previstas reformas ya programadas, obras para ampliar su aforo y otra serie de mejoras que le ayudarán a cumplir con los muchos requisitos de FIFA. Un caso claro es el estadio del Barça, en plena remodelación, La Cartuja de Sevilla, que tiene prevista una amplia reforma, el estadio de la Real o el nuevo proyecto malagueño, que en los últimos días ha generado ciertas dudas por los altos costes y las dificultades que trae poner en común a las tres partes propietarias del recinto (Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía), aunque, en principio, no debe ser un obstáculo.

Dudas y certezas

En cuanto al resto, hay ciertas dudas de diferente índole. Valencia es una de las que debería ser fija en un contexto normal... si no fuera por las desavenencias entre club e instituciones. El Valencia pide al consistorio que se aprueben las licencias pendientes para la reanudación de las obras del nuevo estadio y las fichas urbanísticas antes de firmar sus compromisos para el Mundial, mientras que el ayuntamiento valenciano no va a hacer excepciones a los cauces normales. “Queremos el Mundial, pero no vamos a dar tratos de favor”, aseguró recientemente María José Catalá, alcaldesa.

Zaragoza y Las Palmas son casos contrarios. Clubes e instituciones han apostado fuerte por la posibilidad de ser sedes mundialistas, y desde ambas partes se asegura haber entregado toda la documentación requerida. Cada problema del resto de ‘candidatas rivales’ les otorga fuerza. El caso gallego es más peculiar, porque Balaídos y Riazor parecen competir por representar a Galicia en la cita mundialista, aunque todo apunta a que sólo entraría una de ellas. Murcia, quien necesitaría una enorme inversión en el Enrique Roca para adecuarlo a los requisitos de FIFA, no se salva de las dudas que genera en las instituciones, que no verían con buenos ojos que todo el desembolso fuese de fondos públicos.

Exclusividades y posible final

Otro tema que está sobre la mesa, aunque menos preocupante, afecta a algunas de las sedes que se consideran fijas. Y es que los requerimientos de la FIFA exigen tener completo control y exclusividad de los estadios desde un amplio periodo de tiempo antes de la disputa del torneo. Algo que, en el caso de los recintos privados, como son los casos de los estadios madrileños, vascos... les privaría de poder organizar otro tipo de eventos (conciertos y otras formas de financiación). Una cuestión que no preocupa demasiado, ya que se confía en que se negocie algún tipo de solución que acerque posturas.

Lo que sí ha levantado polvareda ha sido la posible pugna por acoger la final entre el Santiago Bernabéu y el espectacular proyecto marroquí de estadio en Casablanca. Algo que no se dirimirá ahora y quedará para después de que la candidatura haya sido nombrada sede oficial del Mundial 2030, algo que no sucederá hasta el 11 de diciembre. De momento, es algo que no preocupa a la candidatura, desde la que siempre se ha afirmado que las relaciones entre los tres países son perfectas.

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