Gales juega por David Brooks

Gales juega con 27 futbolistas en este Mundial. La selección del Dragón se está fajando para hacer historia por la propia envergadura del evento para un país que llevaba 64 años sin verse en otra igual y por un futbolista que tendría que haber estado en Qatar y no está: David Brooks. El talento del Bournemouth inglés era uno de los fijos para el seleccionador galés Robert Page hasta que en octubre del año pasado le descubrieron un linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer. “Me han diagnosticado linfoma de Hodgkin en fase II y comenzaré un tratamiento la semana que viene.”, anunció el jugador galés a través de un comunicado. “Aunque esto ha sido un shock para mí y para mi familia, el pronóstico es positivo y estoy seguro de que me recuperaré por completo y volveré a jugar lo antes posible”. Tuvo que esperar diez meses. Hasta mayo pasado no hizo público que los médicos le habían confirmado que había superado el trance aunque no regresó a los terrenos de juego hasta principios de septiembre. Justo a tiempo para preparar el Mundial. Un final feliz... cercenado por una inesperada lesión muscular que le ha dejado en casa.

Porque Gales le quiso esperar. La calidad de Brooks está fuera de toda duda (los Cherries le han renovado por cuatro años más y el extremo diestro acumula 21 goles y 21 asistencias en 132 partidos como profesional) y la propia selección galesa le había mostrado en más de una ocasión su apoyo en público. Desde vestir camisetas con su nombre en partidos de clasificación para el Mundial a unirse a campañas de sensibilización contra el cáncer. En ellas no aparecía únicamente el nombre de Brooks. También estaba el de otro futbolista más. El de Dan Barden.

Porque el entorno más joven de la selección galesa ha sufrido varios golpes por el estilo. Además del linfoma que frenó a Brooks, hace justo un año se dio a conocer que Barden, portero del Norwich y de la Sub-21 galesa, tenía que afrontar un cáncer testicular.

Gales juega por ellos este Mundial pero especialmente por Brooks. Page le invitó personalmente a unirse a la concentración en Qatar para vivir con ellos la cita, aunque no pudiera ser oficialmente como convocado por esa lesión muscular: “David tiene las puertas abiertas si quiere venir a estar con nosotros”. El atacante del Bournemouth agradeció el gesto pero se ha quedado en Inglaterra, para seguir puliendo su regreso a los terrenos de juego una vez se libre de esa dolencia muscular producto, posiblemente, de la inactividad a la que le obligó el linfoma. Lo verá por la tele, pero en espíritu es el dragón número 27 de Gales en Qatar.