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José Gomes: “Emiliano Martínez transmite ambición”

La cesión del exportero del Arsenal al Reading fue definitiva para su carrera. La confianza que le dio José Gomes relanzó su carrera. El técnico explica en As aquella etapa del último héroe argentino.

Doha.
Jean CatuffeGetty

Emiliano Martínez (Mar del Plata, Buenos Aires, 1992) se echó al hombro a Argentina en una caliente tanda de penaltis que terminó con él como héroe y con su país en semifinales. Se había puesto crudo el pase con los dos goles de Weghorst para enjugar una ventaja que hasta los últimos minutos parecía certificar el pase a semifinales para los de Scaloni. Pero se decidió en una tanda donde el meta del Aston Villa detuvo dos penaltis. Fue el colofón a una trayectoria que tuvo un prematuro viaje a Europa, pero en el continente le costó encontrar la vía de la confianza para asentar su juego. El Arsenal lo adquirió de Independiente en 2009, cuando apenas tenía 16 años, y comenzó una ristra de cesiones que no consolidaron su carrera. Hasta aquel semestre a préstamo en el Reading en 2019. Antes, Oxford United, Sheffield Wednesday, Rotherham United, Wolverhampton e incluso Getafe fueron sus destinos.

En el Reading dio con José Gomes, el técnico portugués ex de Almería y Ponferradina entre otros. Martínez siempre explica que esa cesión fue la que le asentó definitivamente. “Fue donde más disfruté y crecí”, ha explicado en el pasado sobre lo que le tocó vivir con Gomes en el Reading. Se recuperó un portero que venía deambulando y que ha terminado por ser decisivo para la Selección argentina. “Emiliano sintió una confianza absoluta de su entrenador en su trabajo. Sentía en cada conversación que había plena confianza en él, entendiendo lo que se le pedía y eso permitió desarrollar su potencial como portero y ofrecer todo lo mejor que tenía dentro. Era una cuestión de dejarle sacar todo su potencial”, explica a As José Gomes, su antiguo técnico. Fueron seis meses intensos y muy aprovechados.

“Es una persona muy centrada en su familia, organizado y responsable. Era de los primeros en llegar al entrenamiento. Me gustaba hablar con él porque se percibía inteligencia y seriedad, siempre estaba buscando lo mejor para el equipo. A mí me ayudó mucho a transmitir al resto ese mensaje de ambición. De ganas de conquista al grupo. Era un trabajador nato, de los que quería siempre más y más en cada entrenamiento”, describe el técnico portugués antes de detenerse en aspectos técnicos que pulió con el portero de la albiceleste. “Él, por ejemplo, no había trabajado mucho el juego con los pies en otras cesiones, pero lo sabía hacer muy bien. Quizá se había generado una duda en su cabeza y fue esa confianza de estimularle a que lo hiciera y a que confiara en su calidad técnica lo que hizo que sintiera fuerte también en eso. El lo notó y sabían que si la pelota iba hacia atrás, se podía confiar en él. Podíamos estar tranquilos. Transmitía confianza. Además, era poderoso a la hora de agarrar los centros y muy bueno en el uno contra uno. Esa confianza que todos teníamos en él a nivel técnico se traspasaba a lo personal. Un hombre serio y honesto”, relata hoy Gomes. El Dibu, como se le conoce, tuvo que convivir en el Arsenal con porteros como Almunia, Fabianski, Szczesny, Ospina, Cech e incluso Leno.

Las cesiones fueron siendo su manera de adquirir minutos y también de adaptarse al siempre complicado fútbol inglés. “En el fútbol británico se permite más contacto y para los porteros hay muchos centros en los que trabajar. Hay que estar fuerte ahí arriba, aguantando los choques con centrales y delanteros pesados. Eso exige coraje para salir”, expone el extécnico del meta que ha contemplado su evolución. “En el Mundial le veo como siempre, sobrio y frío. Muy consciente de lo que tiene que hacer. Con un gran seguimiento del juego, aunque el balón esté en la portería contraria, le ves hablando con sus compañeros para ayudar. Si cabe, le veo más fuerte, más consistente. Ya era un porterazo cuando llegó al Reading, le dimos confianza y ahora la está madurando. Tiene un nivel para jugar en cualquier equipo del mundo”, resume.

El Arsenal terminó traspasando a Emiliano Martínez en 2020 al Aston Villa por 21,5 millones de euros lo que le convertía entonces en el portero más caro de la historia del fútbol argentino con un impacto inmediato en el club de Birmingham. Martínez se agigantó en la tanda de penaltis contra Países Bajos, utilizó todos recursos a su disposición. “Normalmente lo que todos manejan es el porcentaje de dónde han tirado los lanzadores, por ejemplo, en sus diez últimos diez penaltis. Pero la decisión será siempre del portero, al final es una lectura que hace él. Los penaltis son una partida de póquer. Se gesticula, se engaña, se finge… Emiliano tiene esa frialdad y esa lectura”, explica Gomes de su expupilo.

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