El portero de Uruguay que combatió el Covid-19 tatuándose la cabeza
Sebastián Sosa, portero de Independiente y de la Celeste, llega al Mundial luciendo un gran león en la cabeza. Así respondió al coronavirus, que le dejó calvo...
De los múltiples efectos secundarios del Covid-19 uno de los menos comentados es que genera una extraña alopecia. Eso fue lo que le pasó a Sebastián Sosa (Montevideo, 36 años), el portero suplente de la Uruguay que debuta hoy en el Mundial contra Corea. El recambio de Rochet y Muslera lucía un imponente pelazo, una cresta vigorosa que se vino abajo cuando se contagió durante la pandemia. Perdonen el chiste malo, pero el coronavirus le metió un golazo. Perdió todo el pelo y Sosa, ni corto ni perezoso, plantó cara redoblando la apuesta. Se tatuó toda la parte trasera de la cabeza con un enorme león. “El rey de la jungla, un rey desde la antigüedad”, fue el desafío que lanzó Sosa.
Sucedió en la primera parte de la pandemia. A finales de agosto de 2020, el pelo empezó a caérsele a una velocidad inusitada. “Me quedé de un día para otro casi sin pelo, así que decidí tatuarme el león, como respuesta”, explicó el arquero de la Celeste. Tardó siete horas en tenerlo en la piel en una de las zonas más dolorosas a la hora de recibir tinta.
Sosa apenas ha jugado un partido con Uruguay, pero su carrera ha sido larguísima. Entre su país (Central y Peñarol), México (Pachuca, Monarcas Morelia y Mazatlán) y el país al otro lado del Río de la Plata. Ahora mismo defiende al Independiente argentino pero estuvo bajo los palos en Boca Juniors, Vélez Sarsfield y Rosario Central. Un cambio estético, ese gigantesco león en la nuca, que llamó mucho la atención en Argentina. En una entrevista en televisión se lo enseñó al Cabezón Ruggeri, que no daba crédito. “¡Estás loco! Si me lo hubiera encontrado en la cancha en un córner algo le habría dicho, luego me cagaría a palos, pero algo le soltaba...”, bromeó el excentral argentino entre otros del Real Madrid.
Aparece en el Mundial estando aún de luto. Hace dos semanas, cuando estaba concentrado con el plantel charrúa en Emiratos Árabes, recibió una llamada terrible. Su madre, Irene Silva, había fallecido. Sosa (conocido en el plantel charrúa como Pato) viajó rápidamente a Montevideo para darle el último adiós y también quiso plasmarlo en sus redes. “Te di todo como hijo, ¡te quiero, Ma!”. La mamá del Pato que juega su primer Mundial siendo, ahora, un león.