¿Cuál es la mejor clasificación de un equipo africano en un Mundial?
Camerún es quien ha jugado más mundiales. Ghana se quedó a un penalti de unas semifinales. Senegal impresionó y Argelia sometió a Alemania. ¿Quién es la mejor?
¿Cuál es la mejor selección africana que ha competido en la fase final de un campeonato del mundo? Podríamos ceñirnos a varios criterios. Si nos guiamos por número de participaciones sería Camerún, que ha disputado ocho. ¿Quién fue la que llegó más lejos? Hubo tres que alcanzaron los cuartos de final; los cameruneses en 1990, Senegal en 2002 y Ghana en 2010. Si escogiéramos momentos brillantes, nos podemos quedar con el histórico 2-1 de Argelia a Alemania en España 1982 o el triunfo de los senegaleses ante Francia, que era el campeón del mundo de 1998. O una vibrante Nigeria que sometió a España. O la siempre elegante Marruecos. Analizaremos éstos y otros aspectos.
Un fútbol en crecimiento
El fútbol africano siempre ha tenido mucho talento y poderío físico. Del fútbol técnico de los países árabes del norte de África a la garra de países como los mencionados Camerún, Senegal y Ghana más Costa de Marfil. Buenas intenciones pero carencia de fundamentos tácticos y disciplina que fueron limando entrenadores europeos que fueron aprovechando todo lo bueno que tenía el jugador de este continente.
13 naciones de África han participado en las finales. Camerún encabeza la lista con ocho (incluimos la de Qatar) seguida de Marruecos con seis; Túnez y Nigeria cinco; Argelia cuatro; Costa de Marfil, Ghana, Egipto, Sudáfrica y Senegal con tres; y Angola, Togo y Zaire (desde 1997 República Democrática del Congo) con una presencia. Sorprende que países con buena tradición como Zambia, Liberia (el país de Geoege Weah, único Balón de Oro africano, en 1995), Mali, Gabón o Guinea Ecuatorial no hayan alcanzado jamás las finales.
La pionera
Egipto fue la primera selección en un Mundial. Fue el de Italia en 1934. Los faraones perdieron 4-2 con Hungría. Hubo que esperar 36 años para volver a ver un país de este continente. Fue Marruecos en México 1970. Hasta entonces estas selecciones, tras superar su criba, debían medirse con equipos europeos. Les ponemos el ejemplo de 1962. Para acudir a la cita, que era en Chile, España, tras derrotar a Gales, tuvo que medirse con el vencedor de un grupo donde estaban Marruecos, Túnez, Ghana y Nigeria. Fueron los marroquíes quienes se enfrentaron a España. Y dieron guerra. Victoria española por 0-1 en Casablanca y 3-2 en el Santiago Bernabéu. Los tantos de Marruecos los anotaron Ben Barek, exjugador, actual consejero consultivo (leyenda del Málaga) y el delantero del Córdoba Riahi. En la cita mexicana Marruecos no hizo el ridículo y obtuvo un empate contra Bulgaria.
Túnez, primer ganador
El descalabro de Zaire en Alemania 74 exportó la desacertada impresión de que las selecciones africanas eran unas ‘Marías’. Ya no solo por el 9-0 que le metió Yugoslavia, sino por la famosa jugada de Mwepu Ilunga que salió de la barrera para golpear un balón en una falta que se disponía a tirar Roberto Rivelino. Estupor y carcajadas.
Túnez no era Zaire. Y en Argentina 1978 dio el primer aviso de que África no tenía nada de tercer mundo balompédico. Contra todo pronóstico derrotó al México de Hugo Sánchez, Leonardo Cuéllar, Rangel, Vázquez Ayala y Mendizábal. Se lo pusieron muy complicado a la poderosa Polonia que venció por 1.0 y empató con Alemania. Su figura era Tarek Dhibab. La ‘Die Mannschaft’ no tuvo en cuenta aquella advertencia y lo pagó cuatro años después.
Del robo a Argelia hasta N’Kono
En España 1982 el número de selecciones subió de 16 a 24. Eso posibilitó que África pasara a tener dos selecciones. Y en esta edición los afortunados fueron Argelia y Camerún. Y deslumbraron. Argelia tenía muy buenos jugadores. La estrella era Belloumi, un centrocampista buenísimo, un ‘10′ tipo Michel Platini, con gol. Se le considera el mejor de todos los tiempos en este país. Y por supuesto Rabah Madjer (el del golazo de tacón con el Oporto a Bayern en la final de la Copa de Europa de 1987. Genio que, por desgracia, no triunfó en el Valencia. También había un Zidane, llamado Djajmel, que no tiene ningún parentesco con Zinedine Zidane. No era nada malo.
Este buen equipo no era tenido como un rival temible. Por ello, el 2-1 a Alemania fue considerado el cuarto bombazo mundialista tras las victorias Suiza sobre la Alemania de Hitler en Francia 1938, el de Estados Unidos sobre Inglaterra de 1950 en Brasil y la de Corea del Norte ante Italia en 1966. Lamentablemente un arreglo entre los alemanes y Austria les dejó fuera de un Mundial donde, sin duda hubieran llegado lejos.
El gran Camerún
Camerún tampoco estuvo nada mal con Tommy N’Kono que acabó siendo un referente en el Espanyol. Un portero formidable y con pocos errores ¡Buenísimo! Los leones indomables’ hicieron sufrir a Polonia, Perú e Italia (casi la dejan fuera) que acabó siendo campeón de aquella edición donde España fracasó. Camerún la lió en Italia 1990. La definitiva confirmación de que África no mandaba equipos simpáticos para darse paseos.
Camerún presentó credenciales derrotando a la vigente campeona del mundo, que era Argentina. Gran remate de cabeza de Omar Biyik tras salto impresionante que Pumpido, todo hay que decirlo, se tragó. En octavos de final superó a la gran Colombia del ‘Pacho’ Maturana que tenía a Valderrama y Freddy Rincón entre otros. Ese día Higuita, un portero al que le gustaba jugar como centrocampista se perdió en regates para sacar un balón y el veterano de 38 años Roger Milla le robó el balón para anotar.
Camerún venció y en cuartos de final se topó con Inglaterra, que tenía un equipazo. Fue un parido épico que llegó a la prórroga que fue volteado por los británicos con gol goles de Lineker, ambos de penalti. Por si quedaban dudas, los africanos eran mucho.
Nigeria y Zubizarreta
El caso de Nigeria es interesante. Su crecimiento empezó a ser conocido gracias a que el Real Madrid fichó para su cantera a varios genios de este país. Eran Mutiu, Ohen y Oladimeji. Este último era quien iba para figura. Pero no llegó. Los dos primeros tuvieron buena carrera. Mutiu amargó a la Selección en la cita del 98 con un gol desde larga distancia que se tragó Zubizarreta que tuvo una tarde desdichada. Aquel equipazo donde además estaban Rufai, Okocha, Taribo West, Babayaro o Babangida no pasó de octavos porque fue vapuleada por Dinamarca (4-1). Posiblemente es el equipo africano más potente. Le sobraba talento y le faltaba disciplina.
El ‘paradón’ de Luis Suárez
Ghana fue quien lo tuvo más cerca. Esta selección y Uruguay volverán a encontrarse 12 años después de aquella dramática eliminatoria de Sudáfrica. Era la Uruguay de Luis Suárez, Forlán, Cavani y compañía. Ghana había eliminado en octavos de final a Estados Unidos con un gol de Asamoah Gyan. Partido tremendo. Muntari adelantaba a los ghaneses al filo el descanso. Los charrúas empataban. Con 1-1 Luis Suárez hizo un paradón descomunal a Asamoah Gyan en la última jugad. Penalti y expulsión. En una situación que recordaba al famoso penalti de Djukic, el propio Asamoah Gyan estrelló su lanzamiento en el travesaño. De ahí se pasó a la tanda lanzamientos desde los once metros. Adiyiah falló su decisivo lanzamiento y el ‘Loco’ Abreu transformó el suyo ‘a lo Panencka’. Nunca una selección de África estuvo tan cerca de meterse entre los cuatro mejores del mundo. Para el recuerdo aquel equipo de Ghana. Ghana: Kingson; Pantsil, Mensah, Vorsah, Sarpei; Annan, Prince Boateng, Inkoom, Muntari; Kwadwo Asamoah y Asamoah Gyan. También jugaron Stephen Appiah y Dominic Adiyiah.
Senegal empezó el Mundial de 2002 derrotando a Francia. Un equipo físicamente imponente con El Hadji Diouf, Salid Diao, Aliou Cissé, Fadiga, Moussa N’Diaye o Bouba Diop. En octavos de final los senegaleses se cargaron a Suecia para ceder en cuartos contra la mejor Turquía de todos los tiempos. Dejaron muy buenas sensaciones.
Se puede decir que Marruecos es una de las selecciones, de toda la vida, mejor dotadas técnicamente. En sus cinco mundiales anteriores (este es el sexto) dejó un sello de calidad no correspondido por promociones por eliminatorias. Jugadores como Ezaki, Naybet, Munir o En Nesyri. Es el eterno talento en vías de romper. ¿Qué harán los africanos en Qatar? Una cosa es segura. No serán indiferentes.