Bora Milutinovic y la camiseta que ideó para Costa Rica
En Italia 1990, la selección tica rindió homenaje a un histórico equipo, el Libertad, cuyos colores lucían los mismos que la Juventus.
Una de las grandes protagonistas de los Mundiales son las camisetas que viste cada selección. Cada una representa, o por lo menos lo intenta, los colores de su país. Las hay de todos los colores y combinaciones posibles. Pero en 1990, a Bora Milutinovic, seleccionador de Costa Rica, se le ocurrió una bonita y llamativa idea. Una vez conocidos sus rivales (Escocia, Brasil y Suecia) del segundo Mundial que se iba a celebrar en tierras italianas y dónde se iban a disputar sus partidos (Turín y Génova), a Bora Milutinovic se le ocurrió una idea. Salvo el partido ante los escoceses, Costa Rica lució una camiseta similar a la que luce la Juventus de Turín en sus encuentros…
Al bueno de Milutinovic se le ocurrió rendir homenaje a uno de los primeros equipos profesionales surgidos en el país tico, el Libertad, que lucía esos mismos colores, y a la vez, intentar que los aficionados turineses les apoyasen en su encuentro contra Brasil al ser una selección inferior a la canarinha. La idea cuajó entre los tiffossi, que estuvieron apoyando a los ticos, pese a que finalmente Brasil se llevó la victoria. Pero la formidable reacción de los seguidores italianos hizo que Costa Rica luciese la misma camiseta ante Suecia. Curiosamente, ante la selección nórdica sí tuvo premio, ganando los ticos 2-1, con goles de Flores y Medford.
A lo largo de la historia de los Mundiales, hasta en tres ocasiones, tres naciones tuvieron que jugar con camisetas prestadas por equipos locales debido a la simultaneidad en los colores. La primera ocasión que sucedió fue en el Mundial de Italia 1934, cuando el Nápoles le prestó sus camisetas a la selección de Austria, que se enfrentaba a Alemania en el partido por el tercer y cuarto puesto (vencieron los germanos por 3-2).
La segunda fue en Suecia-1958, cuando el Malmö FC le cedió sus colores (camiseta amarilla) a la selección argentina, que se enfrentaba a Alemania. No le sirvió de mucho, pues perdieron ante los alemanes por 3-1, pero dio la sensación de la mala organización que acarreaban la expedición sudamericana
La tercera y última sucedió en el Mundial de 1978, cuando el modesto equipo del Atlético Kimberley prestó sus elásticas a Francia que, por un error de la FIFA (mandó a franceses y a húngaros la orden de jugar de blanco), iba a vestir con su segunda equipación. Los franceses vistieron finalmente las camisetas blanquiverdes del equipo argentino.