QATAR 2022 | ARGENTINA

Atropellados por Messi

Sus números en Qatar a los 35 años asustan: campeón, MVP, siete goles, tres asistencias, doblete en la final, récord de partidos mundialistas, bigoleador más veterano...

Doha (Qatar)

El Mundial de Qatar fue el de Messi. Por unanimidad, la figura del argentino queda para siempre grabada en la historia del fútbol. El reconocimiento global de su trayectoria, coronada brillantemente ante Francia en la final, le sitúa como el mejor de siempre por títulos. No hay gran torneo de clubes o de selección que se le haya resistido. Pese a que tuvo varios años difíciles que coincidieron con los batacazos del Barça en Champions y su llegada al PSG, en el último año ha sido capaz de enderezar el rumbo con un triplete al alcance de muy pocos en Argentina: Copa América, Finalissima y Mundial.

La final ante Francia, en realidad todo el torneo, denotaron que era el jugador más concienciado en poder llevarse el título. Al igual que en las rondas anteriores de eliminatorias, fue el faro de una Argentina que se encomendó a él para salir con vida del embite ante otro coloso, Kylian Mbappé. Al mismo tiempo que se coronaba campeón, dejó varios registros que van a ser difíciles de superar para nadie.

Durante el Mundial, se convirtió en el jugador con más apariciones en la historia del torneo con 26 superando a toda una leyenda como el alemán Lottar Matthaus. Además, con su doblete en la final igualó a Just Fontaine con 13 goles en los Mundiales sólo por detrás de Miroslav Klose (16), Ronaldo (15) y Gerd Müller (14).

Su cifra goleadora en esta edición, siete, supuso la mayor cantidad de un jugador argentino en un Mundial desde Guillermo Stábile (8) en el torneo inaugural, el que se jugó en Uruguay en 1930. Es más, sus goles ante los franceses le colocaron como segundo goleador de mayor edad en una final con 35 años y 177 días -sólo por detrás del sueco Nils Liedholm (35 años y 264). días) en 1958- y el primero en lograr un doblete. Su compatriota Ángel di María, que también marcó, se situó como tercero más veterano con 34 años y 307 días.

Otro dato apabullante es que Messi apareció siempre, de principio a fin, en el torneo. De hecho, se erigió en el primer jugador en marcar en la fase de grupos, los octavos, los cuartos, las semifinales y la final en una sola misma edición del Mundial. Ganó el premio al mejor jugador del partido en cinco de los siete disputados.

Carácter

Messi fue más que datos. Messi fue personalidad. En una época en la que el fútbol físico se va imponiendo, él fue fiel a sí mismo y dotó a Argentina del estilo que más le convenía. Ralentizó cuando hizo falta, aceleró cuando era conveniente. En los momentos difíciles apareció. La responsabilidad de los penaltis, de los goles decisivos, no le pesó. Fue el líder de Argentina desde sus discursos hasta su lenguaje corporal. Transmitió seguridad y carácter ganador, especialmente cuando llegaron los peores instantes.

A Messi esta alegría le llega en el momento idóneo. Antes de la final dijo que sería su último partido mundialista y cerró el ciclo de la mejor manera, con el título. No había otra bala en la recámara después de cuatro decepciones anteriores. Messi no se va de la selección, pero 2026 está muy lejos como para seguir en este nivel. No así 2024, fecha prevista para la Copa América.

Con el título y el MVP del Mundial se acerca también a la posibilidad de conquistar su octavo Balón de Oro. Sólo Mbappé parecía en disposición de arrebatárselo, pero al militar en el mismo equipo van a calcar sus títulos a partir de ahora en el PSG con la sutil diferencia de que Messi es campeón del mundo y Mbappé no alcanzó el título. No parece que ningún otro esté en disposición de hacerles sombra, sobre todo porque han quedado lejos de ellos en lo relativo al Mundial.

Messi se preparó para Qatar mejor que nadie, cuidó sus esforzó, midió sus desgastes. Pudo organizar su temporada en función del Mundial. No se empleó con más intensidad de la necesaria ni con menos de la requerida. Volvió a sentir buenas vibraciones en París, algo que parecía ya olvidado. Decidió partidos de liga francesa, de Champions. Maravilló en los amistosos de pretemporada. Consiguió unos números con la selección (17 goles en 11 partidos) que recuerdan a los del anterior Messi. O a este que es otro jugador pero mantiene su idilio con el gol. Una mezcla perfecta. Una combinación con la que ganar un Mundial maravillando a todos.

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