QATAR 2022

Al Khelaïfi se frota las manos

El domingo se miden en su país y a ojos de todo el mundo Messi y Mbappé. Dos de sus caprichos en el PSG pelearán por ser campeones del mundo.

Doha (Qatar)
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Messi y Mbappé, dos de los juguetes de Al Khelaïfi, se medirán el domingo en la final soñada para Qatar. Una final que encumbra el proyecto del PSG, al menos a sus estrellas, a dos de ellas, las que tanto ha cuidado y mimado el presidente del conjunto parisino durante estos años. Al Khelaïfi ha sido clave para que los dos cracks convivan en París, algo que parecía imposible. Primero sacó a Messi de Barcelona y lo llevó al Parque de los Príncipes; después retuvo allí a Mbappé ante la amenaza de que se fuera al Madrid. Lo impensable, en ambos casos.

Al Khelaïfi tendrá el corazón dividido. Los gestos de aprecio hacia sus dos jugadores han sido proporcionales. El más reciente llegó con Mbappé, al que logró renovar cuando estaba más cerca de irse que de marcharse. El presidente parisino hizo todo lo que estuvo en su mano para que así fuera. Le ofreció un contrato millonario y le dio un proyecto a su medida.

Tuvo que recurrir a Antero Henrique y a Luis Campos para que lograran lo que Leonardo no había sido capaz. Puso a Galtier como técnico y salió Pochettino. Medidas de todo tipo con las que ahuyentar la pretensión del Madrid por llevárselo. Finalmente, en una decisión que no gustó en el Bernabéu, convenció a Kylian para que renovara hasta 2025.

Con Messi la situación fue igual de intensa. Cuando se supo que el Barcelona no sería capaz de retenerlo porque no cumplía con los requisitos de LaLiga, le ofreció la posibilidad de seguir su carrera en París y pelear por más Balones de Oro. Lo conquistó, de hecho, como jugador parisino Messi, aunque no por lo ganado con el PSG sino más bien por su título de la Copa América con Argentina.

La vinculación con Messi acaba en verano y el club francés ya trabaja en su renovación. Hay un boceto de contrato preparado. La intención de Al Khelaïfi es clara. Quiere que Leo se quede. Será el jugador quien decida, una vez acabe el Mundial, incluso cuando se vea de lo que es capaz el PSG en la Champions, si continúa o no.

En cualquier caso, la final entre Argentina y Francia, entre Messi y Mbappé, es la final soñada para Al Khelaïfi y para Qatar. Se miden dos jugadores del PSG, dos futbolistas legendarios, uno con pasado y presente y el otro con presente y futuro. El mayor reclamo posible para un país que lo ha pasado mal por las críticas extrafutbolísticas y que copará la atención del mundo con un duelo maravilloso de estrellas. El colofón perfecto para un torneo que tendrá dueño parisino: o Messi por primera vez o Mbappé por segunda.

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