COPA DE ASIA | JAPÓN 4-VIETNAM 2
Minamino, el fan de Ronaldo que cautivó a Klopp
Dos goles del jugador del Mónaco salvan a Japón en su estreno en la Copa de Asia. Vietnam a punto estuvo de dar la sorpresa ante una de las favoritas al título. Kubo fue suplente.
El estadio Al Thumama, el mismo que vio la exhibición de España contra Costa Rica (7-0) el pasado Mundial, acogió el debut dubitativo de la favorita Japón en la Copa de Asia. Una sorprendente Vietnam se lo puso más que difícil a los pupilos de Moriyasu y no hubo descalabró porque emergió la figura de Takumi Minamino (28 años).
El actual jugador del Mónaco marcó dos goles y asistió en otro a su compañero del Reims, Keito Nakamura, en lo que fue el mejor partido del ‘8′ japonés con la selección nipona en los últimos años. Minamino recordó al vibrante jugador que encandiló a Klopp con el Salzburgo y que acabó vistiendo los colores del Liverpool. A Minamino siempre se le ha considerado el líder de una generación huérfana de éxitos en Japón. Criado en el Cerezo Osaka se aficionó al fútbol viendo a Ronaldo brillar en el Mundial de 2002. En las calles de su ciudad natal soñaba con emular a su ídolo mientras imitaba sus cintas y sus dribbling. El Salzburgo se encandiló de sus diabluras en Japón y Klopp se rindió a su talento. En el Liverpool no tuvo suerte y en 2022 se marchó al Mónaco. Allí ha recuperado este año la regularidad formando la media punta con Golovin. Un buen momento de forma que le ha convertido en el primer líder de esta Japón que aspira en tierras qatarís a mejorar el subcampeonato de la edición anterior. Minamino sentó al jugador de la Real, Take Kubo (saltó al césped en el 84 por el MVP del partido).
Suplente (ante Espana ni jugó) en la Japón mundialista, Minamino ha recuperado el papel de fundamental que se ganó en su brillante etapa en el Cerezo Osaka y en sus primeros años en Europa. Hoy sin Minamino sobre el campo, Vietnam hubiera sacado petróleo. Los vietnamitas llegaron a colocarse 1-2 gracias al desparpajo de Nguyen y Pham Tuan Hai y la ayuda del cuestionado meta japonés Zion Suzuki, pero Minamino se retrotrajo a aquella época en la que se creía Ronaldo... para bien de Japón.
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