Un español en el sorprendente líder suizo: “No nos para nadie”
En cuatro años, Genís Montolio ha pasado de sopesar la retirada a liderar la Superliga suiza con el sorprendente Thun.
Con tan solo 25 años, Genís Montolio (Barcelona, 1996) estuvo a punto de dejar el fútbol. Había debutado en Europa League con el Villarreal y pasado por filiales de clubes como Espanyol o Levante, pero tras varios años en Segunda B y Tercera sintió que había tocado techo. “Mi cabeza no daba para más”, recuerda. Entonces surgió una oportunidad inesperada: un contrato en la Tercera División suiza: “Fue mi última bala. Pensé: ‘Voy a probar, y si no sale, lo dejo’”. Cuatro años después, aquel salto al vacío se ha convertido en un éxito. Tras destacar en el Wil y ser elegido mejor defensa de la Segunda División suiza, Genís fichó por el Thun, con el que logró el ascenso y hoy lidera por sorpresa la Superliga suiza. “Hace cuatro o cinco años ni imaginaba estar aquí. Puede que el año que viene juguemos en Europa”, afirma el central catalán en AS.
PREGUNTA: ¿Qué tal le va por Suiza?
RESPUESTA: Muy bien, muy bien. La verdad es que es muy diferente a España, ni mejor ni peor. No tiene nada que ver en muchas cosas, pero te acostumbras. Por ejemplo, la vida social que puedes hacer en España es mucho mejor que la que puedes hacer en Suiza. Aquí a las 5 de la tarde ya es de noche y desde hace dos meses hace un frío impresionante. La gente también es un poco más fría, no es tan normal juntarse fuera del vestuario y se hace una vida más de casa.
¿Y cómo fue irse a jugar al fútbol a Suiza?
En España no pasaba de Segunda B, es así, y decidí junto a mi representante jugármela fuera. Tenía la sensación de que había tocado techo en España e incluso me planteé dejar el fútbol. Porque dar vueltas por Segunda B, estando lejos de casa, con 25 años... Es difícil, la verdad. Entonces me surgió la oportunidad de irme a Suiza. Pero no a Primera, eh, me vine a Tercera División y con un salario que daba para vivir y ya está. Fue mi última bala. Dije voy a probar y, si no, en invierno vuelvo y ya está. Tenía ganar de dejar el fútbol, pero me fue bien y mira dónde estamos.
Se fue al filial del Zurich.
Sí, me fui al filial, que estaba en Tercera División, pero hice buen año, me fichó un equipo de Segunda y comencé a escalar. Aquel año no fue fácil porque tampoco vivía en Zurich, sino a una hora de la ciudad. Y como te he comentado el sueldo no daba para mucho. Fue un caos, aunque es normal, el primer año siempre es difícil para cualquiera. No las tenía todas conmigo, pero salió bien y decidí aguantar un poco más.
Comenta que quería dejar el fútbol. Resulta extraño teniendo en cuenta que llegó a debutar con el primer equipo del Villarreal en Europa League.
Sí, la verdad es que en el Villarreal me fue muy bien. Fueron cinco años espectaculares y pude debutar en Europa League con (Javier) Calleja. Ese año se me acababa el contrato y el Villarreal quería renovarme, pero en diciembre me llegó una oferta muy, muy buena del Espanyol para el filial. Yo soy de Barcelona y claro, me decían unas cosas... Tres años de contrato, opción de primer equipo... Recuerdo que entré en la operación de Javi Fuego, que se fue al Villarreal. Lo acepté y volví a casa. El Espanyol B estaba en Tercera, estuve allí seis meses y en verano me dijeron que no contaban conmigo. Pensaba que era mi oportunidad, pero pasé de debutar en la Europa League a no jugar en Tercera División. Y me tuve que ir.
Para un chaval de 22 años, pasar en seis meses de debutar como profesional a no jugar en Tercera... Mentalmente fue duro.
Genís Montolio
¿Fue ahí cuando pensó en dejar el fútbol?
No, ahí no porque todavía era joven. Pero sí que fue un momento muy difícil. Para un chaval de 22 años, pasar en seis meses de debutar como profesional a no jugar en Tercera... Mentalmente, aunque estuviera en casa, fue duro. Pero no, no me planteé dejarlo porque era joven y tenía energía. Firmé por el Levante B, en Segunda B, e hice un gran año. Incluso fui convocado a varios partidos con el primer equipo. No renové porque era mi último año Sub-23 y me fui al Alavés B, donde estuve también bien. Pero fue el año de la COVID y se paró la Liga. Otra vez sin equipo... Me fui al Olot y fue ahí cuando pensé en dejarlo. Mi cabeza no daba para más. Fue ahí cuando salió la oportunidad de ir a Suiza.
¿Y qué primera impresión le dio Suiza?
De primeras no me gustó nada, nada. Ahora, después de cuatro años, te diría que está siendo una experiencia brutal y que menos mal que me surgió esta oportunidad. Pero los inicios fueron jodidos. Si ganando dinero cambiar de país es difícil, imagínate en mi caso. El fútbol también es diferente. En España es más asociativo y eso a los futbolistas nos gusta más. Aquí es más Premier League, de ida y vuelta, de poco control y más físico. Se juntó todo, llegué en verano y en invierno ya quería irme. Quería dejarlo, pero el entrenador me tranquilizó y dije: ‘Ya que he venido, voy a echarle huevos y a ver qué sale’. Y fue bien.
¿Se fue llenando de confianza?
La confianza hace mucho. Después de hacerlo bien con el filial del Zurich firmé con el Wil, de Segunda División, y el entrenador, Brunello Iacopetta, me dio muchísima confianza, que creo que era lo que necesitaba en ese momento. Llegué a un equipo muy joven y yo era de los más veteranos, así que el entrenador me dio las llaves del equipo, por decirlo de alguna manera. Me dio tanta confianza que empecé a meter goles, a hacerlo bien, y fui elegido mejor defensa de la Segunda División. Fue todo rodado. Empecé a ganar más dinero, que eso mentalmente te tranquiliza, y al año siguiente hicimos una buena temporada. Se me acabó el contrato y me llegaron muchas ofertas de buenos clubes de Suiza. Y así llegué al Thun.
¿Por qué el Thun?
En mi segundo año en el Wil el Thun perdió la final del ‘play-off’ de ascenso a Primera. Es un club histórico que llevaba varios años en Segunda y estaba buscando volver a la élite. Llamé a algunos amigos, me informé y llegué a la conclusión de que era el club idóneo para dar el siguiente paso. También me dio mucha confianza el entrenador y nos salió una temporada redonda. Quedamos primeros, ascendimos, metí seis goles... Visto con perspectiva fue una decisión muy buena.
¿Qué tiene como futbolista para que todos sus entrenadores en Suiza le hayan dado tanta confianza?
Yo creo que aquí, en Suiza, esa picardía, esa agresividad que tenemos los españoles y los sudamericanos falta. No sé por qué, pero a mí me han valorado mucho por eso, por ser ese central agresivo que no calla durante el partido, que va a todas y gana duelos. Creo que eso aquí, por su forma de ser, escasea un poco. Que tienen otras cualidades buenísimas, pero justo eso falta. Y por eso querían tenerme en sus equipos y darme confianza.
Su faceta goleadora también suma. 16 goles en 95 partidos son buenos números para un central.
Sí, todos de córner o falta lateral. Si tienes un especialista que te pone buenos balones y el entrenador del balón parado dice que todas a ti... Tampoco soy alto, eh, que mido 1,83 (metros), pero bueno, se me da bien y he tenido la suerte te tener buenos lanzadores que la ponen donde la tienen que poner.
El Thun, recién ascendido, lidera ahora mismo la Primera División suiza.
Sinceramente, estamos todos sorprendidos. El club, la afición y hasta los jugadores. Porque somos el mismo equipo del año pasado quitando dos o tres piezas que hemos fichado. El bloque es el mismo y es extraño. Creo que es el mejor arranque liguero de un recién ascendido en la historia de Suiza. Y al final, conforme van pasando los partidos, te lo vas creyendo. Ahora mismo nos lo creemos, no nos para nadie porque estamos en una línea ascendente y vemos que podemos conseguir lo que nos propongamos. Ya hemos jugado contra todos y les podemos ganar a todos. El sueño de quedar primeros es difícil, pero joder, podemos pelearlo hasta el final y, como mínimo, tocar Europa. Nos lo creemos de verdad y vamos a luchar por el máximo.
Porque los que tienen presión por ganar la Liga son Basilea y Young Boys.
Exacto, son los equipos más fuertes y con más presupuesto. Pero ahora todo el mundo nos tiene respeto, incluso cambian su manera de jugar. Ese respeto nos lo hemos ganado en el campo. Vamos a ver lo que pasa de aquí al término de la temporada, pero no tenemos ningún miedo.
¿Cuál era el objetivo al inicio de la temporada?
Obviamente mantener la categoría, salvarnos, pero visto lo visto, ¿por qué no vamos a pelear hasta el final? Sinceramente, nosotros no tenemos ninguna presión, todo lo contrario. La presión sería luchar por el descenso, eso sería jodido, la verdad. Pero ahora tenemos ilusión, más ilusión que otra cosa.
El Thun llegó a jugar la fase de grupos de la Champions en la temporada 2005/06. Supongo que el club está apelando al espíritu de aquella época.
Sí, tenemos esa ilusión de volver a ver al club jugar en Europa, que después de varios años en Segunda sería muy bonito. Estamos en el camino correcto. Es verdad que hablar de eso te descentra un poquito, pero es que es imposible no comentarlo. Ahora mismo estamos en una nube, pero el club quiere alcanzar esas cotas y, visto lo visto, pelear hasta el final por intentar ganar la Liga. Sabemos que es difícil, pero estoy seguro de que vamos a pelear por meternos en Europa como mínimo.
¿Ha notado una gran diferencia entre la Primera y la Segunda División suiza?
Hay diferencias. Sobre todo en la intensidad, en el tema físico. Los delanteros de Primera son bastante más grandes que en Segunda, pero en cuanto a calidad no hay tanta diferencia. Obviamente contra equipos como el Basilea o el Young Boys sí se nota bastante diferencia. Porque tienen jugadores diferenciales, que en Segunda no hay. Lo veo un poco como la Segunda y la Primera División de España: quitando los equipos más grandes y los jugadores diferenciales, la diferencia no es mucha.
Es una Liga de gente joven y se exportan muchos jugadores.
Sí, es una categoría con muchísima gente joven, hay pocos equipos veteranos. Sí que hay algunos e importantes, como Shaqiri en el Basilea. Pero en general es que es como dices, la Liga suiza es un escaparate, tienes cerca Francia, Italia, Alemania... Lo tienes todo enganchado a Suiza y en cuanto sale un buen jugador se lo llevan estas grandes Ligas. Es difícil mantener talento que no sea joven en Suiza.
Shaqiri me recuerda a Messi: se mueve por donde quiere, no presiona, no defiende, pero cuando la toca es diferencial.
Genís Montolio
Se está saliendo Shaqiri...
Sí, salvando las distancias me recuerda un poco a Messi. Va andando por el campo, pero cuando toca el balón mejora la jugada. Y tiene un guante en el pie y tiene un balón parado increíble. Saca unos córneres, unas faltas... Pero tú ves un partido del Basilea y va andando, sin balón es uno menos, pero claro la toca y te mete un balón al espacio o un balón entre líneas increíble. Hace como Messi: se mueve por donde quiere, no presiona, no defiende, pero cuando la toca es diferencial.
¿Va mucha gente a los partidos del Thun?
Nuestro estadio diría que tiene capacidad para 11 o 12 mil espectadores y lo llenamos en casi cada partido. Y es una muy buena afición. Con la buena racha del equipo se ha ido enganchando más gente y la verdad es que se crean muy buenos ambientes. En general, en Suiza hay muy buenas aficiones, también fuera de casa. Es un país pequeño y eso permite que la gente viaje con el equipo. Y no paran de cantar y de animar durante todo el partido. Eso me sorprendió para bien, la verdad.
¿Qué piensa cuando recuerda que quería retirarse y se ve ahora líder de la Liga suiza?
Lo valoro muchísimo más de lo que lo habría valorado cuando era joven. Ahora tengo 29 años y, viniendo de donde vengo y habiendo pasado lo que he pasado, lo estoy disfrutando como un niño pequeño. Con casi 30 años tengo la misma ilusión que tenía cuando tenía 18. Y eso me está ayudando a jugar como estoy jugando y a crecer lo que estoy creciendo. Saber lo que me ha costado llegar hasta aquí ha hecho que pueda disfrutar mucho más de cada momento. El otro día, contra el Basilea, me expulsaron y he estado tres jornadas sancionado. Venía siendo titular, pero sin mí el equipo ha funcionado y ahora llevo un par de partidos en el banquillo. Eso me pasa siendo más joven y me habría enfadado mucho. Ahora lo veo con perspectiva y pienso: ‘Estoy en Primera División, mi equipo va primero, tengo que disfrutar del momento’. Hace cuatro o cinco años ni me imaginaba poder estar en una situación así. Puede que el año que viene juguemos en Europa... Cuando llevas toda la vida tragando y te encuentras en esta situación, pues te tienes que alegrar. Ahora me toca trabajar para volver al equipo titular, pero disfrutando de cada entrenamiento, cada momento. Lo más importante es disfrutar del día a día y no rendirse.
Le expulsaron por, según el árbitro, agredir a un rival. ¿Le echaron la bronca?
Noticias relacionadas
Sí, en el acta pusieron que fue una agresión y, cuando es agresión, son mínimo tres partidos. Nos íbamos a caer al suelo y el tío me cogió del cuello y me tiró con él. Y yo, al querer apartarme, le solté un puño en la cara. Le quería apartar, pero no tenía intención de darle en la cara, la verdad. Y claro, el club y el entrenador se enfadaron bastante. Me hicieron pagar la tarjeta y bueno, es normal porque me equivoqué. Yo lo sé y lo estoy pagando: estos tres partidos fuera el equipo siguió ganando y desde que volví a estar disponible no he sido titular. Pero lo entiendo, ahora me toca trabajar al máximo para, en el momento en el que me llegue la oportunidad, darle razones al míster para que no me vuelva a quitar.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí