MIGRANTES DEL BALÓN

Nacho Miras: “Ser portero es como una montaña rusa”

El portero andaluz recibió ofertas de LaLiga SmartBank, pero prefirió poner rumbo a Bélgica. Ahora expone sus motivos en AS.

Tras tres temporadas notables en la Balompédica Linense, de Primera RFEF, Nacho Miras (Úbeda, 1997) recibió ofertas de LaLiga SmartBank. Pudo dar el salto a la categoría de plata del fútbol español, pero prefirió aceptar la propuesta del Deinze y poner rumbo a Bélgica, en cuya Segunda División milita desde el pasado mes de agosto. “Quería dar un paso intermedio. Creo que es mejor mirando a largo plazo”, reconoce el guardameta andaluz en conversación con AS. El tiempo ha acabado dándole la razón: aunque empezó la temporada siendo suplente, Nacho Miras no tardó en hacerse con un hueco en el 11 titular y la élite de Países Bajos y Bélgica ya le vigila con lupa. “Jugar en Primera División en España es mi gran sueño, la verdad. Sé que es muy difícil, pero para eso trabajo todos los días”, advierte.

¿Cómo valora estos primeros meses jugando para el Deinze en la Segunda División belga?

Muy bien, estoy muy contento, la verdad. Llegué en junio, estamos ya en marzo y casi ni me he enterado. El tiempo ha pasado rapidísimo. Sé por qué tomé la decisión de venir a Bélgica y creo que acerté porque estoy disfrutando mucho. Estoy creciendo y tengo ganas de seguir mejorando como futbolista y como persona.

Para mejorar lo mejor es jugar y cometer errores

Nacho Miras, portero del Deinze

Completó una buena temporada en Primera RFEF con la Balona y recibió ofertas de la Segunda División española, ¿por qué Bélgica?

La verdad es que venía de unos años buenos en la Balona y me surgieron varias buenas oportunidades. En un primer momento no supe cómo encajar la oferta de Bélgica porque no tenía ubicada la competición, pero mostraron mucho interés en mí. Vinieron a verme a España y me contaron cuál era el proyecto. Creí que era un buen sitio para seguir progresando. El impacto es menor si lo comparas con la Segunda División de España, pero quería dar un paso intermedio. Creo que es mejor mirando a largo plazo. Para mejorar lo mejor es jugar y cometer errores. El fútbol belga también me llamó la atención por todo esto fue por lo que decidí firmar con el Deinze.

¿Y está seguro de que no se equivocó?

Hombre, es imposible saber cómo me va a ir en el futuro o conocer qué habría pasado si me hubiera quedado en España, pero estoy muy satisfecho de cómo me está yendo todo en Bélgica. Estoy jugando mucho y me siento importante. Creo que estoy haciendo una buena temporada y, sobre todo, veo que estoy creciendo que fue para lo que vine aquí. Soy mejor portero que hace unos meses.

¿Cuál es el proyecto del Deinze?

Es un proyecto bastante ambicioso. El año pasado entró un grupo inversor asiático (ACA Football Partners, con sede en Singapur) que se ha hecho con la propiedad de otros clubes como el Torremolinos de Segunda RFEF y la idea es hacer un poco como el City Football Group. Tienen convenios con otros equipos de Asia y el Deinze, al estar en el centro de Europa, parte como el club principal. El objetivo es subir a Primera y, a partir de ahí, intentar crecer poco a poco. Aquí llegó Adrián Espárraga como director deportivo. Es español, pero tiene experiencia en otros clubes de Europa y está haciendo un buen trabajo. Este año se han cambiado muchas cosas y nos ha costado estar en la lucha por el ascenso, pero la idea es clara: llegar a la Primera División belga.

En las últimas semanas ha tenido un rendimiento notable, ¿siente que está en su mejor momento desde que llegó al Deinze?

Siento que sigo creciendo. Estoy un poco obsesionado con eso porque me gusta sentirme mejor cada día. La verdad es que en la Balona, en Primera RFEF, se juega un fútbol algo más defensivo, con pocas ocasiones. Y el fútbol belga es totalmente diferente. Aquí se ven partidos que acaban 4-4. Todos los equipos van al ataque e intentan proponer mucho más, por eso era un reto venir aquí. En el Deinze intentamos jugar desde atrás y tengo mucho más la pelota en los pies. Me queda mucho camino por recorrer, pero me siento mucho más completo y mucho más portero. Es verdad que en las últimas semanas he podido dar un saltito más. Un portero no es que quiera ser el héroe, pero tiene que estar ahí cuando se le necesita y me están saliendo buenos partidos.

Tener buen juego de pies es cada vez más necesario para triunfar en la élite.

Sí, la verdad es que está de moda. Yo creo que el portero tiene que parar, pero sí es verdad que ahora nos piden más cosas. El fútbol es cada vez más completo en todas las posiciones y aquí, en el Deinze, tengo que ser capaz de no perder la posición. Tengo que estar disponible para que el equipo juegue conmigo, darles soluciones, y es un ámbito con el que cada vez me siento más cómodo. No estaba acostumbrado a hacerlo y todo tiene su proceso de adaptación. Todavía tengo que mejorar, pero cada vez me siento mejor con balón.

¿En qué porteros se fija Nacho Miras?

A mí siempre me ha gustado mucho De Gea, la verdad. Me parece que es un portero referente en España. Y ahora también me fijo en Robert Sánchez, me gustan los porteros así grandes, aunque también me fijo en los que no son tan altos pero son rápidos y valientes. En España tenemos muy buenos porteros, pero fuera de ahí me gusta también Sommer, del Bayern.

Dice que es bajito y mide 1,86 metros.

No está nada mal, pero, por ejemplo, en países como Bélgica... Te diría que soy el portero más bajo de la liga. La estatura media es más alta. Cuando estamos en el túnel de vestuarios miro al portero rival y pienso: ‘¿Pero aquí qué comen?’. Son todos de 1,90 para arriba.

Pero ser ‘bajo’ no le ha supuesto ningún problema.

Hombre, no. Nadie me ha dicho que sea bajo, pero ellos no me ven alto. En España recuerdo ser siempre de los más altos y aquí no destaco por eso. De hecho hay muchos defensas que también me superan en altura. Mis centrales miden 1,90 y 1,95. Aquí eso es lo normal, aunque la dinámica está cambiando un poco. El fútbol es cada vez más dinámico y cada vez se ven más jugadores no tan altos.

¿Cómo es crecer siendo portero?

Pues en el barrio en el que vivía nos juntamos para jugar al fútbol y, como era el más pequeño, me pusieron de portero. No sé si porque lo hice bien o porque no había otro para jugar ahí, pero me quedé y siempre he sido portero. Hay porteros que empezaron jugando en otra posición, pero yo siempre he sido portero. A mi padre le habría encantado que fuera jugador de campo porque con los porteros se sufre un poco más, pero a mí siempre me ha gustado parar. Siempre he disfrutado de esa presión, que muchas veces te pones tú mismo, de no poder fallar. Para ser portero te tiene que gustar ser portero y yo lo disfruto mucho. Es una posición muy especial.

Tu pones un resumen y si el portero ha hecho un paradón lo ves, y si ha cometido un error, también. Esa presión me gusta

Nacho Miras, portero del Deinze

¿Qué es lo que más le gusta de ser portero?

Me gusta la responsabilidad. Creo que el portero tiene mucha influencia en el resultado de un partido. Hay partidos en los que no, está claro, pero el portero siempre tiene la oportunidad de ser protagonista. Además, es muy fácil ver si ha tenido un buen partido o no. Tu pones un resumen y si el portero ha hecho un paradón lo ves, y si ha cometido un error, también. Pero a lo mejor si un centrocampista ha hecho un partidazo, o un central, pueden pasar más desapercibidos. Como portero tienes la responsabilidad de incluir en el juego. Y esa presión me gusta.

¿Y lo peor?

Pues un poco lo mismo. Porque puedes quedar señalado. Ser portero es como una montaña rusa. Tú puedes hacer tres partidos muy buenos y sentirte muy bien, pero cometes un error y la percepción sobre ti cambia. Ahí es donde tienes que ser fuerte y saber que un error no puede borrar un buen partido.

¿Ser portero no es sentirse también un poco solo?

Yo creo que los porteros vivimos en nuestra burbuja. Solo no sé, porque la relación en el día a día con los compañeros es igual que la de cualquier otro jugador, pero sí que es verdad que a la hora de entrenar y de competir estamos un poco aparte. En los partidos la verdad es que sí pasas un tiempo solo, es un posición diferente. Y en los entrenamientos, en gran parte de la sesión estás solo con los otros porteros y el entrenador de porteros. Eso es especial, porque entrenas con tu competencia y necesitas a tu competencia para ser mejor. Un lateral derecho no necesita otro lateral derecho para entrenar, pero nosotros sí nos necesitamos para que el entrenamiento sea de buena calidad. Y he vivido situaciones de todo tipo, pero lo normal es que la relación sea muy buena entre nosotros. Sabemos que uno va a ser titular y al otro le tocará trabajar.

Nacho Miras, durante un entrenamiento con el Deinze

En Bélgica comparte entrenamientos con un portero francés y otro belga. ¿No les sentó mal que viniera un español a hacerse con el puesto de titular?

Al principio, cuando llegamos varios españoles, la gente estaba un poco expectante. Pero es algo que en España también pasaría si de repente un checo, por ejemplo, compra un club y ficha a varios jugadores de su país. Pero bueno, todos los españoles que hemos venido aquí lo hemos hecho con la intención de aportar. Somos trabajadores y competitivos. En cuanto a mis compañeros, tengo muy buena relación con ellos. Tenemos una competición sana. Ahora estoy jugando yo, pero siento que me lo tengo que ganar en el día a día.

Ya no está, pero empezó la temporada compartiendo vestuario con otro portero español, Adrián Ortolà. Ver dos porteros españoles en un club extranjero sí que es raro.

La verdad es que sí que es raro, pero lo llevamos con naturalidad. Ninguno de los dos decidía quién jugaba y la relación no tiene por qué ser diferente a si jugáramos en España. Tuvimos nuestra competitividad, pero para mí fue una suerte coincidir con un portero como él. Porque es buen portero, pero también es buen compañero y tiene una gran trayectoria. Disfruté mucho el tiempo que entrenamos juntos. Competir con los mejores te hace mejorar día a día.

La temporada la comenzó jugando Ortolà. Se fue a un país extranjero y, al menos en ese momento, no jugaba. ¿Qué se le pasó por la cabeza?

Fue raro, la verdad. Porque yo estuve toda la pretemporada y Adri (Ortolà) llegó un poco más tarde porque otro portero se lesionó. Y poco antes de empezar la liga yo tuve una luxación en el dedo. Empezó jugando él y hombre, a todos nos gusta jugar, pero no iba a coger las maletas e irme. Después de haber tomado una decisión tan importante y apostar por venir a Bélgica lo más lógico era pararse a verlo todo con perspectiva y competir. Pensé: ‘Vamos a trabajar y a ver qué pasa’. Ahora lo estoy jugando todo y estoy muy contento.

Fuera de las grandes ligas es difícil encontrarse con porteros españoles en el extranjero. ¿Cuál cree que es el motivo?

En casi todos sitios, a los entrenadores les gusta tener un portero de confianza. Les gusta que pueda comunicarse bien con la defensa, entonces si eres español, no sabes francés y te vas a jugar a Francia el entrenador puede pensar que está perdiendo cosas que un portero francés sí le puede dar. Parece una tontería, pero que el portero pueda transmitir órdenes y comunicarse fácilmente con el resto de jugadores es muy importante.

¿Es fácil acostumbrarse a un fútbol como el belga?

Yo creo que sí. El fútbol es fútbol en todas partes, aunque sí es verdad que aquí o en otros sitios como Países Bajos todos los equipos salen a ganar el partido y arriesgan mucho más. Yo creo que en España tenemos más miedo a fallar. Que es algo que también tiene su sentido porque hace que los equipos sean más ordenados, pero en España muchas veces con 1-0 se acaba el partido. Aunque llegue en el minuto 15. Y aquí, en Bélgica, tengo la sensación de que es muy difícil ver un 1-0 o un 0-0. Les gusta ir hacia delante y eso hace que haya más espacios y los partidos sean de ida y vuelta. Al principio choca, pero es fácil adaptarse.

En Bélgica los jugadores tienen menos miedo a fallar y eso hace que los partidos sean más divertidos desde el punto de vista del espectador

Nacho Miras, portero del Deinze

¿El fútbol fuera de España es más divertido?

Da esa sensación. No sé si más divertido, pero más alocado seguro. Creo que España tiene la mejor liga del mundo en cuanto a nivel técnico de los jugadores. Aquí son más valientes. Tienen menos miedo a fallar y eso hace que los partidos sean más divertidos desde el punto de vista del espectador. A mí, el año pasado en Primera RFEF me tiraron 20 veces desde fuera del área. Aquí le pegan de todos lados. También hay más uno contra uno... No sé, detalles. Creo que el fútbol europeo es más vertical. Pero es normal, no van a ser todas las ligas iguales...

Se prioriza más el ataque que la defensa entonces.

Sí, aquí piensan en marcar un gol más que el rival. ¿Que te meten cuatro? Pues intentas marcar cinco. Da igual. No se piensa en dejar la portería a cero como en España.

Y a un futbolista que viene de Primera RFEF, ¿qué le parecen los rumores sobre otro posible cambio de formato o, incluso, la vuelta al anterior?

Pues me parece una locura, la verdad. Porque yo creo que todos estamos contentos con el formato actual porque es mucho más vistoso. Le ha dado un plus a la categoría, aunque está claro que siguen habiendo problemas porque no es una categoría rentable para los clubes ni para las federaciones. Yo creo que la solución debería estar en encontrar cómo hacerla rentable, no volver a lo antiguo. Si se intentó cambiar es porque no convencía, entonces volver atrás es una tontería. Sería una pena, la verdad.

Su buen nivel en el Deinze ha llamado la atención de clubes de primer nivel. ¿Qué piensa al respecto?

Bueno, que se hable de que hay clubes interesados en ti es un síntoma de que estás haciendo las cosas bien. Y eso es para lo que trabajo, para hacer las cosas bien. Nadie juega al fútbol para pasar desapercibido. Lo hace porque tiene la ambición de conseguir cosas importantes. Y eso es a lo que yo aspiro, a hacer las cosas bien y seguir creciendo. Pero bueno, en el fútbol pueden pasar muchas cosas y, para mí, lo más importante es el próximo partido. Tengo un año más de contrato y estoy contento en el Deinze. Más adelante ya se verá.

Tiene 25 años, ¿dónde se ve con 30?

Uf. Pues me quedan cinco años. Para entonces espero estar en un buen momento y jugar en una Primera División. Donde sea. Si puede ser en un equipo importante mejor, pero eso depende de muchas cosas. Estaría bien llegar a Primera y poder disputar una competición europea. Para eso trabajo.

Siendo muy joven se marchó a Estados Unidos a jugar y estudiar. ¿Cómo recuerda aquella experiencia?

Estaba en el San Luqueño. Teníamos buena cantera y yo estaba yendo a veces con el primer equipo. Me sentía bien, pero ahora echo la vista atrás y veo que estaba menos preparado de lo que pensaba. Llegó el momento de tomar decisiones y como veía que no apostaban mucho por mí y me surgió la oportunidad de ir a Estados Unidos y estudiar ADE Internacional mientras jugaba. Decidí irme y fue una experiencia que me ha enriquecido mucho. No solo por irme fuera de casa tan pronto y tan lejos, sino por la cultura del esfuerzo que conocí allí. Me cambió el chip y fue una experiencia clave para que sea quien soy hoy. Si no me hubiera ido, no estaría aquí porque no habría sido capaz de tomar la decisión. En España se está muy bien y es difícil salir.

En Estados Unidos se valora mucho al deportista.

Allí es todo como una película, la verdad. Valoran mucho al atleta. Hay muchos y muchos deportes, pero el que llega a ser profesional se convierte en una leyenda. Con el fútbol menos, al menos cuando yo estaba, pero supongo que es algo que está cambiando. Yo fui para estudiar e intentar encontrar alguna oportunidad de llegar a la MLS, pero siendo extranjero, encima portero, es mucho más difícil porque las plazas para extranjeros están muy limitadas.

¿Un sueño por cumplir?

Jugar en Primera División en España es mi gran sueño, la verdad. Está claro que no es lo mismo jugar en uno de los tres grandes que en otro equipo, pero el simple hecho de llegar a la élite de tu país ya es impresionante. Es una competición que has seguido desde pequeño, que has visto por la tele, y estar ahí debe ser brutal. Pero sé que es muy complicado y que hay que trabajar mucho para conseguirlo. Y sé que mi camino para estar ahí pasa por aquí.

Es complicado, y más siendo portero. En Primera solo juegan 20.

Muy complicado porque la liga española es la mejor del mundo y los futbolistas españoles somos muy buenos. Nunca se sabe cómo será el camino de cada uno, pero me encantaría estar ahí. Es muy, muy difícil. Todo el mundo que juega al fútbol quiere llegar a Primera, pero para eso trabajo, para comprar muchas papeletas para llegar.

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