MUNDIAL DE CLUBES

El español que reina en Oceanía y buscará enfrentarse al Real Madrid en el Mundial de Clubes

Gerard Garriga juega en el Auckland City desde 2022. Viajó a Nueva Zelanda para aprender inglés y se encuentra a las puertas de su primer Mundial de Clubes. 

En 2017, Gerard Garriga (El Morell, 1993) viajó hasta Nueva Zelanda con el único propósito de aprender inglés y seis años después se encuentra a las puertas de su primer Mundial de Clubes, una competición que disputará con la camiseta del Auckland City y en la que se medirá a los mejores clubes de cada continente. En el que representa, Oceanía, es el rey: en la última final de la OFC Champions League, Auckland se impuso 0-3 al Venus de Tahití y Garriga, que marcó un gol y dio una asistencia, fue elegido MVP. “Solo yo sé lo que he tenido que luchar para llegar hasta aquí. Empecé desde bien abajo y poder jugar una competición como esta me hace sentir orgulloso de mí mismo. Demuestra que con trabajo, ganas y pasión puedes conseguir lo que te plantees”, descubre en AS Garriga, a quien no le fue fácil ganarse la vida como futbolista en Nueva Zelanda: “Cuando llegué estuve en una empresa de limpieza y luego empecé a trabajar como camarero. Al principio hice pruebas con todos los equipos de Primera, pero nadie me dio una oportunidad. Todos me dijeron que no era lo suficientemente bueno, pero seguí trabajando para cambiar su opinión”. Lo hizo. Y de qué manera. La pasada temporada, Gerard Garriga conquistó el triplete (Liga, Copa y Champions) con el Auckland City, un club semiprofesional que viajó a Marruecos para disputar su décimo Mundial de Clubes: “Para nosotros, esto es lo máximo. No es que vayamos a jugar contra equipos profesionales, es que vamos a enfrentarnos a los mejores de cada continente. La mayoría de mis compañeros juegan al fútbol y, además, tienen otro trabajo. Es un escaparate para ellos y para el club. Queremos demostrar que en Nueva Zelanda también se juega al fútbol”.

En la eliminatoria previa a los cuartos de final, el Auckland City se medirá al Al Ahly, que disputará el torneo como subcampeón de la Liga de Campeones de África. “Tenemos un gran hándicap y es que hace tres semanas estábamos de vacaciones. Yo estaba en España con la familia cuando anunciaron que el Mundial se disputaría en febrero y tuve que volver a Nueva Zelanda antes de tiempo para prepararlo. Al Ahly está en plena temporada y seguramente técnica y tácticamente sean mejores que nosotros. Intentaremos estar bien físicamente y ordenados en defensa”, analiza Garriga, quien define al Auckland como “un equipo al que le gusta tener el balón”. “Aunque sabemos que, durante el Mundial de Clubes, habrá muchas fases de los partidos en los que no podamos tenerlo. Tendremos que aguantar y tirar de corazón cuando las piernas no respondan”, añade el catalán, que alcanzará en Marruecos la cima de su carrera como futbolista: “Estoy muy contento porque esto es algo que veía muy lejos. Espero disfrutarlo al máximo, pero soy realista. Obviamente nuestro objetivo es ganar el primer partido, pero está claro que somos el equipo más flojo del torneo y Al Ahly quedó tercero en las dos últimas ediciones. Personalmente espero ayudar al equipo a hacerlo bien. Recuperar muchos balones e intentar perder los mínimos posibles”. ¿Y si se convierte en la gran revelación del torneo? “Pues que todo el mundo sepa que puedo salir gratis”, bromea. “Al ser Auckland un club semiprofesional, para resolver el contrato solo tenemos que avisar con dos semanas de antelación. Aunque no creo que eso pase, estoy muy implicado con el club”, añade.

Gerard Garriga (izquierda), junto a Albert Riera (derecha). Fueron rivales y hoy son jugador y entrenador en Auckland City.

Es verdad que Auckland City es el equipo más humilde del Mundial de Clubes, pero también lo era en 2014, cuando superó a Moghreb Tétouan y Sétif y a punto estuvo de sorprender a San Lorenzo, campeón de la Copa Libertadores, en semifinales. Los neozelandeses perdieron aquel partido en el minuto 93 (1-2), pero culminaron la mayor gesta de un club neozelandés finalizando el torneo en tercera posición tras imponerse en penaltis a Cruz Azul. “El club es realista y sabe que que perdamos el primer partido no sería un fracaso. Fracaso sería no competir. Queremos estar en el partido y hacer que nuestro rival sufra. Y luego soñar es gratis. Auckland City ya quedó tercero en 2014. Es algo que se puede repetir”, confiesa Gerard Garriga, que no quiere ni oír hablar de un posible enfrentamiento al Real Madrid en semifinales: “Ojalá podamos jugar contra ellos y ponerles contra las cuerdas, pero la verdad es que eso es muy, muy complicado. Sería una sorpresa, vaya. Creo que es el equipo que va a acabar ganando el torneo. Los clubes europeos son muy superiores y el Real Madrid siempre acaba imponiéndose en los partidos importantes”. Para cruzarse con los blancos, el Auckland City deberá imponerse al Al Ahly y luego derrotar al Seattle Sounders estadounidense, campeón de la Champions League de la Concacaf. Es complicado, pero Garriga podría pasar de jugar la Regional catalana con el Atlétic Alpicat a medirse a Courtois, Modric o Benzema gracias a un viaje a Nueva Zelanda. Impresionante.

Albert Riera, otro aventurero en el banquillo

Gerard Garriga no es el único español que ha hecho carrera en Nueva Zelanda. De hecho, su entrenador y gran valedor en el Auckland City también viajó a Oceanía ‘huyendo’ del fútbol. Albert Riera pidió una excedencia para vivir una aventura junto a dos amigos y acabó colgando las botas en 2021 con tres OFC Champions League bajo el brazo y una inolvidable aventura en Australia. “Albert es una persona espectacular y tiene muchas ganas de ver si somos capaces de competir contra los mejores equipos del mundo. Hemos aprendido y mejorado mucho con él. Para él, este Mundial de Clubes es un reto personal. Es un gran entrenador y creo que va a hacer carrera en los banquillos”, analiza Garriga, que también compartió vestuario con una leyenda como Ángel Berlanga: “Solo estando en el equipo ya ayudaba porque daba muy buenos consejos y era muy respetado por todo el vestuario. Se retiró hace solo unas semanas y ya le echamos de menos”. Gerard Garriga, fan de Osasuna, es otro de los futbolistas españoles que ya ha grabado su nombre con letras de oro en la historia del fútbol neozelandés, que crece temporada tras temporada pero aún se mantiene a la sombra de otros deportes como el rugby o el cricket: “Aquí el número de extranjeros está limitado. Lo hacen para potenciar y dar cabida a los jugadores locales, pero creo que es demasiado restrictivo. Sin embargo, creo que es un país en el que hay muy buenos jugadores y muy buenos entrenadores y eso es algo que podemos demostrar durante el Mundial de Clubes. El Auckland City no es un club profesional, pero entrenamos como profesionales. Muchos de mis compañeros podrían jugar en Europa perfectamente”.

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