Andreu Arasa: “Nadie se arrepiente de salir a jugar al extranjero”

Andreu Arasa (Santa Bàrbara, Tarragona, 1999) está de dulce. El delantero catalán llegó a Polonia este verano como un auténtico desconocido, pero apenas ha necesitado dos meses para erigirse como uno de los mejores fichajes estivales en el país del Vístula. Con cinco goles y dos asistencias en 10 jornadas, Arasa, que el pasado curso firmó 16 tantos con el Sanse en Segunda RFEF, arrasa con la camiseta de un LKS Lodz que busca retornar a la Ekstraklasa.

¿Había tenido antes la oportunidad de marcharse a jugar fuera o la primera oferta en firme le llegó desde el LKS Lodz?

No, como tal, no. Hablarlo sí, pero no había tenido ofertas sobre la mesa. Esta es la primera vez. Tampoco es que lo hubiera buscado activamente. Se había hablado del tema y era una opción que me apetecía bastante, pero todavía no había hecho nada por buscar una opción para irme.

¿Y cómo surgió todo este verano? Porque después de la temporada que hizo, supongo que tenía bastantes ofertas de España.

Sí, bueno, la verdad es que sí. Al final, como dices, la temporada pasada fue muy buena, tanto a nivel individual como de equipo. Eso me generó varias ofertas en España, pero hacía tiempo que tenía en mente la idea de salir fuera. Además, justo al final de la temporada cambié de agencia de representantes, y ellos me lo comentaron. Me dijeron: “¿Qué te parecería irte al extranjero?”. Como siempre me había llamado la atención, les dije que si surgía algo interesante, lo valoraría. Así fue, me mandaron la oferta de aquí, y aunque tenía otras opciones en España, decidí apostar por esto y venir a Polonia.

¿Le habían hablado bien de salir fuera? ¿Algún compañero?

Sí, varios compañeros que han jugado fuera me habían dicho que es una experiencia de la que nadie se arrepiente. Y es verdad, por lo que llevo vivido hasta ahora, estoy muy contento y no me arrepiento absolutamente de nada.

¿En qué países han jugado sus compañeros?

Pues hablaba sobre todo de Jordi Sánchez y a Fran Álvarez. Jordi se fue a Japón, pero Fran sigue en el Widzew Lodz, que es ahora nuestro equipo rival de la ciudad. Rubén Martínez, que jugó conmigo en Albacete, está ahora en Sabadell pero se fue a Grecia a jugar. También Marc Linares, con quien coincidí en Albacete y Mallorca, se fue a Suecia. Son algunos compañeros que se han ido fuera y con los que he hablado de esto, y todos me han dicho que es una experiencia gratificante y bonita. Es una manera de probar algo nuevo, de conocer otro país y otra forma de ver el fútbol. Al final, es algo diferente y bonito.

Yo escucho mucho eso de: ‘Si lo llego a saber me vengo antes’.

Sí, sí, es verdad. Aquí, por ejemplo, el capitán de mi equipo, Pirulo, lleva seis años en el club y siempre me dice: ‘Si lo hubiera sabido, me habría venido mucho antes’.

Y eso que a veces cuesta adaptarse.

Claro, adaptarse es difícil, sobre todo si vienes solo. Yo estuve solo al principio y fue Pirulo quien me ayudó a ubicarme y conocer un poco todo. La familia es un factor importante, porque al final cambias todo tu mundo y tu día a día. Pero si vienes con ganas de adaptarte al cambio, es una experiencia muy buena que se disfruta mucho.

Suele ser de gran ayuda encontrarse con otro español. Si encima es el capitán del equipo...

Totalmente, porque, además, yo llegué con un poco de miedo porque no controlaba bien el inglés. Y poder comunicarte cuando sales al extranjero es fundamental. Tampoco sabía cómo iba todo y Pirulo me ayudó bastante a la hora de conocer a la gente y hacer todas las gestiones que suponen llegar a un club nuevo y a una ciudad nueva. También me dio a conocer Lodz y se lo agradezco mucho.

Lleva cinco goles y dos asistencias en nueve jornadas. ¿Le está pareciendo fácil la Segunda División polaca?

Sinceramente, y no es por desmerecer a nadie, esperaba un poco más de nivel. Si comparamos la Segunda División de Polonia con la Segunda División de España, claro. Si lo comparamos con Segunda RFEF, que es de donde vengo, pues obviamente aquí hay más nivel, aunque seguro que algún equipo de esa categoría puede competir aquí. Creo que la Segunda polaca está entre un nivel alto de Primera RFEF y un bajo de Segunda División. Lo que sí es verdad es que es un fútbol más físico, más de contacto. La gente va con intensidad y no para de correr. Y eso en los partidos se nota.

Empezaron mal y no ganaron ninguno de los cuatro primeros partidos, pero ahora encadenan seis jornadas sin perder. ¿Ha habido algún cambio?

No, hemos seguido la misma línea. Sí que es verdad que en el partido contra el Warta Poznan tuvimos un poco de trifulca con los aficionados, que no estaban contentos con el rendimiento que estábamos dando. El partido se paró incluso y tuvimos que regresar a los vestuarios. Salimos enchufados. Al poco marqué yo y ganamos el partido 2-3. Desde entonces no hemos perdido. Yo creo que esa situación nos empujó un poco y nos ayudó a estar más juntos como equipo y remar todos a una.

En Polonia las aficiones suelen ser exigentes.

Sí, eso es verdad. Aquí prácticamente todos los clubes tienen una gran afición y el LKS no es una excepción. Son exigentes y tenemos que trabajar duro para estar a la altura.

Le ficharon para jugar de ‘9′, pero está haciendo de extremo derecho.

Sí, la verdad es que la pasada temporada jugué el 95% de los partidos como delantero, pero ahora estoy jugando de extremo derecho. En el LKS empecé como ‘9′, pero el extremo derecho se lesionó, el entrenador me puso ahí y como le gusté ahí me ha dejado. Y la verdad es que estoy contento. Es una posición en la que ya había jugado en el Zaragoza, el Sanluqueño, el Albacete o el Levante. Fue cuando estuve en el Ebro cuando a mitad de temporada el entrenador me empezó a poner de delantero.

Ya había jugado de extremo, pero de extremo izquierdo.

Sí, es verdad que había jugado de extremo, pero por la izquierda. Aunque en ocasiones también por la derecha. Prefiero por la izquierda porque al ser diestro también puedo hacer la diagonal hacia a dentro, pero creo que jugando en la derecha también hago un buen papel. La posición para mí no es ningún problema.

No, porque como hemos comentado lleva ya cinco goles y todos han sido desde dentro del área. Arranca en la derecha, pero acaba siempre cerca del gol.

Sí, eso es gracias sobre todo al trabajo que hice la pasada temporada, que trabajé muchos conceptos como delantero centro. Y por eso tengo esa mentalidad de llegador y esas ganas de estar siempre en el área. Cuando llego me gusta moverme y buscar el balón para poder rematar. Y la verdad es que me está yendo bien. El año pasado hice goles y esta temporada por suerte también están entrando muchas.

¿Se pone algún reto?

Sí, me lo marqué antes de llegar aquí. Recuerdo que vine a firmar el contrato y justo me crucé con el entrenador, que también estaba por ahí. Y le dije que esta temporada iba a marcar como mínimo 15 goles. Me puse ese objetivo y en ello estoy.

¿Y el equipo qué objetivo se pone? ¿Hay mucha presión por ascender?

Que va, la verdad es que no. No es algo que esté muy presente en el día a día. No tenemos presión y creo que eso es bueno. Pensar que por ser el LKS tenemos que ascender sí o sí no es bueno para el equipo, lo mejor es ir partido a partido, hacer las cosas bien y ya irán llegando los buenos resultados. Y como consecuencia estaremos arriba. Meternos presión a nosotros mismos solo puede perjudicarnos. ¿Tenemos que estar arriba? Obviamente. Pero hay otros muchos equipos que quieren estar arriba y no será fácil.

Solo ascienden los dos primeros. Los siguientes cuatro juegan un ‘play-off’, y ya sabe cómo son los ‘play-offs’...

Claro, lo sé porque el año pasado con el Sanse hicimos una temporada brutal y nos quedamos a un punto de ascender de manera directa. Jugamos el ‘play-off’ en nuestra casa, siendo favoritos, y perdimos 0-1 contra el Zamora. Lo teníamos todo de cara y mira. Es fútbol, todos jugamos a lo mismo y a un partido puede pasar cualquier cosa. Ganar es complicado.

Tienen un estadio recién reformado, ¿va mucha gente a verles?

Sí, el estadio está casi a estrenar. Y la verdad es que sí viene gente, aunque esperamos que durante la temporada pueda venir más. No deja de ser un equipo que acaba de descender de Primera a Segunda y eso suele afectar a lo enchufados que están los aficionados. Pero ahora que están yendo las cosas bien esperamos que más gente se vaya animando. La verdad es que en los estadios de Polonia se crean ambientes muy bonitos. Da gusto jugar así.

Cuentan que en Polonia es habitual comer tortitas o crepes antes de los partidos. ¿También pasa en el LKS Lodz?

Sí, los días de partido suelen poner eso para merendar. Ponen tortitas y crepes para que tu te los hagas con lo que quieras. Normalmente con mermelada o cosas así, aunque también hay quien le echa un poquito de Nutella (risas). Es algo que no se ve en España, pero que tienen por costumbre aquí.

También empieza a ser costumbre que cuando usted marca su equipo nunca pierde.

Sí, no me había dado cuenta pero alguna vez lo he leído en Twitter. Es otra de las cosas que me están saliendo bien en estos primeros meses por aquí. No suelo darle mucha importancia a este tipo de cosas, pero bueno, la estadística está ahí. Mientras al equipo le vaya bien, yo estaré contento.