Yeremay rescata al Deportivo

El Deportivo es el doctor Jekyll y míster Hyde. Un conjunto que es vulnerable fuera de casa y un reloj suizo en su estadio. Si la semana pasada los coruñeses dejaban escapar la victoria en la última jugada en San Fernando, en Riazor fue todo lo contrario. Después de encontrarse dos veces con los palos, de un gran día Perales y un buen Mérida, la victoria llegó en el último suspiro. En un penalti provocado por un Yeremay que necesitó poco más de cuatro minutos en el campo para desequilibrar forzando la pena máxima. Quiles, el encargado de esta suerte, no falló para desesperación de un Mérida que suma su sexta derrota consecutiva y mereció más. Tres puntos para un Depor que por primera vez en meses duerme a un punto del líder. Todo un impulso, aunque los tres rivales que le preceden deben jugar todavía este domingo.

Fiesta final y fiesta en el inicio con el merecido homenaje a Álex Bergantiños tras meterse en el Top-10 históricos de jugadores blanquiazules. Lástima que no tuviese ni un minuto porque la novedad en el once de Óscar Cano, silbado al inicio del encuentro, fue que no hubo ninguna novedad, que repitió el mismo once con el que patinó en San Fernando. Las primeras ocasiones llegaron a balón parado. La del Mérida, con un remate flojo de Pipi. La del Depor, en un gran cabezazo de Pablo Martínez al que respondió Palomares y luego Olabe envió a la cruceta el rechace. Todo, con el habitual comienzo dominador de los blanquiazules a base de presión arriba y combinaciones por banda. Veinte minutos de arreón local sin premio ante un Mérida que iba sufriendo menos y estirándose con cierto peligro con el paso del tiempo. En el minuto final de la primera mitad llegaron las emociones fuertes. Primero, con Mackay sacando un peligroso disparo raso dentro del área. Luego, Palomares haciendo lo propio en el enésimo remate de cabeza de Pablo Martínez en la estrategia.

El arranque del segundo acto siguió en esa mayor igualdad con dos equipos que lograban llegar al área rival con relativa celeridad, aunque sin ocasiones nítidas de gol. Intercambio de golpes con remates de Lucas y Cinta con un peligro que iba de costa a costa en una dinámica que reforzaba al Mérida y molestaba a un Deportivo demasiado empañado en atacar por el medio. La entrada de Svensson y su energía volvió a despertar a los coruñeses para atosigar de nuevo a aun Mérida que se agarraban a la seguridad de Palomares, que el minuto 76 salvó a los suyos tras un gran remate de Lucas Pérez casi sin ángulo. Más cerca estuvo Soriano seis minutos después, pero su gran disparo desde fuera del área se encontró con el poste. Impulso con la entrada de Svensson y Soriano, oro puro con la de Yeremay. El canterano forzó un penalti de Parras en el minuto 93, muy protestado por el Mérida, para darle a Quiles la oportunidad de sellar tres puntos que ya volaban. El onubense no perdonó para sumar su décimo gol y levantar a un Riazor que sudaba frío.