Volvió un muro y se fue la magia

Y justo cuando volvió Marvel, se fue Nico Paz. Paradojas de los astros, a veces caprichosos en la faena de alinearse. Fue un partido tosco en una tarde gélida. Bajo la ventolera que asola Madrid y la premura que apunta a la tabla. Mucha intensidad, mucha garra, mucho querer; pero poco poder. Fue mejor el Castilla y las tuvo, pero le faltó esa chispa que suele salir de la varita de su diez. Y que esta vez acabó en hechizo mal pronunciado. No le salió a Nico Paz, esta vez sin gloria.

Por eso la tarde será recordada por Marvel, el káiser de un filial que en 90 minutos ha demostrado su importancia. Ha vuelto al 200%, rápido en lo físico y lleno de confianza con el balón en los pies. Con una luz tan verde como un trébol de cuatro hojas. Un chico que, a sus 21 años, transmite una madurez que ha sorprendido hasta al mismísimo Ancelotti: es su central favorito del filial y el que escogió para suplir a Militao cuando se rompió el cruzado. Pero un tuerto le guiñó el ojo y también cayó lesionado. Jaque.

Fin a la pesadilla

Para Marvel han sido cinco meses de infierno, recuperándose en la enfermería y viendo como entre lesiones y sanciones, no sólo habría estado habitualmente con el primer equipo, sino hasta habría tenido participaciones bastante notables. No pudo ser. Ese tren se le escapó y ya no hay nada que hacer. Pero sí puede pensar en el presente y a ello se agarra. A demostrar a partir de ahora. Ha empezado bien, cuajando un partido sobresaliente y firmando una segunda portería a cero consecutiva. El líder de la zaga ha vuelto.

Al Castilla le faltó el acierto en el otro área, donde Gonzalo fue el primero en perdonar de manera clamorosa: su mano a mano con Iván Moreno se marchó fuera, tras ser desviado por el pie del guardián. MVP del Antequera y del partido. Lo paró todo, incluido un penalti a Nico Paz, que buscó el chut con potencia a su lado de confianza y se topó con la mano cambiada del portero. Inconmensurable. Faltó alguna embestida del Toro, algo más discreto de lo habitual. Pero, en general, el Castilla fue superior y perdonó. La ausencia de pegada sale cara.

Gol fantasma

El Antequera acabó pescando un punto en un partido que le mantiene en la pomada y que, aunque pudo ganar (dio un palo y rozó otro), acabó dando por bueno. Porque el Castilla, ya rozándose el descuento, tuvo un gol fantasma que parece no entrar: centro desde la banda que toca en un defensa, bota en la línea y sale. No termina de traspasar la cal por completo. Pero ni eso le salió al filial. Nada de fortuna.

El empate no sirve al Castilla para dar un salto de trampolín y subirse al tren del playoff pero, al menos, le mantiene en tierra de nadie, lejos de las llamas de un infierno que hace bien poco empezaba a sentir en los talones. El Antequera se mantiene en el balcón de la promoción... y la próxima jornada recibe al Recreativo de Huelva, quien cierra las plazas de playoff. Una final en toda regla. Por eso este punto no le sabe del todo amargo. Al Castilla, directamente sinsabor.