REAL VALLADOLID PROMESAS

Un Promesas remodelado y con poca experiencia

El filial del Real Valladolid arranca la temporada con muchos jugadores nuevos y sin demasiadas horas de vuelo en categorías no formativas.

Real Valladolid

El Real Valladolid Promesas da el pistoletazo de salida a una temporada de renovación, y por lo tanto, incierta, en la que han sido muchos los cambios acometidos en su plantilla. Once son los fichajes que han llegado al conjunto de Julio Baptista, todos con el patrón común de la inexperiencia, pues suman entre todos ellos apenas 260 partidos entre el tercer y el cuarto escalón competitivo de nuestro fútbol, en el que repetirá estancia el filial, que se verá las caras en esta Segunda RFEF con plantillas conformadas por jugadores con un bagaje mucho mayor.

En esa línea de cambios, el Promesas ha perdido a valores importantes como Aceves, Garri, Torres, Maroto o Arroyo, todos potenciados en el mercado (unos al primer equipo y otros fuera) y jugadores clave en el vestuario como Kike Ríos o Fran Rivera. Debido al elevado número de bajas solo seis jugadores con más de mil minutos el pasado curso continúan... y dos de ellos son Quintana y Cédric, en dinámica de primer equipo. Así, al menos en el corto plazo, en el estreno en O Vao, ante el Coruxo, de ellos solo podrán estar Koke, Adrián Gómez, Manu Pozo y Chuki.

No caben lamentos, sin embargo; frente a esa realidad de las pocas horas de vuelo de los presentes está la ilusión propia de la juventud, otra de las notas predominantes, vista en pretemporada con la participación de juveniles como Koke, que todavía lo es pese a haber sumado la pasada campaña más de una veintena de apariciones, u otros como los Yagos (Rodríguez, Parente o San Miguel) o los recién convocados por las inferiores de España, Víctor Fernández, Pascu y Arnu, quienes, en cualquier caso, no hay que olvidar que son apenas unos adolescentes.

Once fichajes y un gran condicionante

Después de tener a prueba a no menos de cuatro centrales y durante todo el verano en el equipo a Lucas Sena, cuyo sorprendente fichaje ha sido anunciado por un año a la vez que su cesión al Arenteiro, al Real Valladolid Promesas han llegado en este mercado dos porteros (Arnau Rafús y Pablo Picón), dos centrales (Husic y Peralta), dos laterales izquierdos (Chasco y Xavi Moreno), un mediocentro (Adrián Verde), un extremo (Fionn Money) y tres delanteros (Dani Fernández, Salazar y Yago Paredes); once jugadores, en total, complementados por tres ascendidos del División de Honor, el portero Fer Pérez, de baja para varios meses tras romperse la clavícula, y los centrocampistas Jesús Martínez, que debutó la temporada pasada, y Sergi Esteban, conocedor de la dinámica del filial.

Con todo, la preparación ha estado marcada por la suspensión de varios amistosos, debido a los partidos de la Copa Federación de algunos rivales, y po un gran condicionante relativo a los entrenamientos, en un alto porcentaje, desarrollados con base en las necesidades del primer equipo. Y es que, desde su llegada, Pezzolano trabaja con varios futbolistas del filial siendo parte de su plantel, pero también con un segundo grupo ejerciendo de ‘sparring’; esto es, como un rival ficticio que, en ocasiones, desarrolla solo la fase defensiva del juego, sin poder atacar.

Esta circunstancia, lejos de ser baladí, afecta al trabajo efectivo del equipo en pos de su propia competición y añade dudas respecto al normal desarrollo o a la normal evolución de un Real Valladolid Promesas cuyo techo de calidad actual es menor que el de la plantilla precedente, como prueba el salto de categoría de unos cuantos jugadores (hasta tres, Aceves, Garri y Torres, al fútbol profesional), y que tendrá difícil reeditar la clasificación para el playoff del pasado año, en vistas, también, de como se han reforzado rivales como el Zamora, el Pontevedra, el Avilés o el Compostela.

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