Un Celta B feliz pone a prueba a Riazor… y a Óscar Cano

La liga entra en las diez últimas jornadas, esas que dan y quitan objetivos. El del Deportivo no es otro que el ascenso directo, y esa meta pasa por derrotar al Celta B por múltiples motivos. El primero, con el Alcorcón a cinco puntos de distancia, es simplemente numérico. El segundo, porque no vencer al filial del eterno rival en Riazor es suficiente motivo de incendio, sea cual sea la situación en la tabla. El tercero, porque perder significaría el sorpasso del Celta B y multiplicar la humillación. La suma de todos estos factores, unidos a los cánticos del pasado fin de semana en León de ‘Óscar Cano dimisión’, podría desembocar en la destitución del técnico granadino en caso de resbalón.

Sin duda, como indicaba Giráldez el viernes, la presión recaerá toda en un Deportivo que tendrá en Riazor a su gran aliado. Más allá del pánico, los coruñeses son el mejor local de la categoría y habían ganado los cinco partidos anteriores al empate con el Castilla. Un día más la afición blanquiazul será ejemplo y envidia con una entrada que estará por encima de los 25.000 espectadores y que puede ser de récord. Un apoyo que los herculinos tienen que transformar en impulso en lugar de carga, como les ha sucedido en algunas ocasiones. Argumentos para la ilusión local hay, lo mismo que los tiene un Celta B que llega liberado y feliz con la motivación extra de hurgar en la herida. Los celestes son el conjunto más goleador y solo llevan una derrota en los últimos 13 partidos con diez victorias por el camino. Sencillamente, el mejor equipo de la segunda vuelta.

En lo que sí coinciden ambos equipos es en sus problemas con sus delanteros estrella. En el Deportivo el nombre y el hombre es Lucas Pérez. Ausente toda la semana por un proceso febril, pudo entrenarse el sábado y solo un terremoto, incluso puede que ni eso, le puede apartar del once. Si sucede algún contratiempo, Svensson parece la alternativa más probable con Arturo en la recámara. Peor le ha ido a Giráldez, que finalmente no podrá contar Iker Losada, pichichi celeste con 9 goles. Sensible problema porque se une a la baja por sanción de Miguel, segundo goleador con ocho tantos. Óscar Cano, por su parte, pierde también a otro intocable por tarjetas, Olabe. Su puesto será cubierto por Villares, un jugador al que se le dan bien los derbis y que este año ya marcó en Balaídos y al Racing de Ferrol.