Raúl Carnero lanza al Depor

Mérida y Deportivo se reencontraban 24 años después. Su historial decía que en sus duelos no existía el empate y de nuevo se cumplió. Victoria del Deportivo, que suma un pleno de seis en sus dos primeros partidos. La victoria salió del cañón que tiene Raúl Carnero en su pierna izquierda. Un enorme gol que acabó con las esperanzas de un Mérida que suma dos derrotas en dos encuentros y que todavía no sabe lo que es marcar un gol. Los de Juanma Barrero le dieron el balón al rival y aunque en algunos momentos sus contras llevaron cierto peligro, lo cierto es que Ian Mackay regresa a A Coruña sin realizar ninguna parada de mérito. Buena noticia para un Depor coral en la construcción, que supo sufrir en defensa y que acompañó su repertorio con una individualidad que decidió un choque bastante plano condicionado en parte por el intenso calor.

El once del Deportivo para el estreno fuera de casa presentó una sola novedad, pero no la esperada. Víctor Narro finalmente llegó a tiempo al encuentro y el cambio de Borja Jiménez se produjo en la delantera, en la que Kuki Zalazar, que debutaba, ocupó la plaza de Gorka Santamaría en la punta de ataque. Los papeles de ambos equipos quedaron muy marcados desde el primer minuto. Dominio y posesión para los coruñeses, contras al espacio para los de Juanma Barrero. La apuesta local funcionó mejor, aunque sin exageraciones. Casi nulo sufrimiento en defensa y dos disparos peligrosos de Viñales y Copete que no cogieron portería. Todo bastante plano hasta el minuto 35, en el que el dominante Depor asomó la patita. Primero con un disparo ajustado de Quiles que acabó en córner. Y a la salida del mismo, dejada en la frontal de Mario Soriano para que Raúl Carnero enganche un misil cruzado con su zurda para batir a un impotente Montoya. Primer gol del lateral coruñés en el regreso a casa y golpe para los extremeños, que no lograron reaccionar antes del descanso.

Curiosamente, el que movió piezas al inicio del segundo tiempo fue Borja Jiménez, que sentó a un acertado Álex Bergantiños y al debutante Salazar para dar entrada a Olabe y Rubén Díez variando el sistema para reforzar la media. Tampoco cambió el guion del partido, con un Mérida agazapado pero más peligroso cuando lograba salir. Como en el minuto 52, en el que un centro de Viñuela rechazado por Antoñito acabó en el palo. La ocasión animó a los extremeños, que se animaron presionar más y buscar un mayor dominio para no esperar tanto al rival como camino hacia el empate. Como en el primer tiempo, la pausa de hidratación cargó las pilas de un Deportivo que buscó enfriar todavía más el duelo para amarrar los tres puntos. Todo marchaba tranquilo, hasta el minuto 93 con una absurda acción de Lapeña casi en la línea del área. Penalti pidieron los locales, falta inexistente los visitantes. Lolo Pla la estampó en la barrera y con ella, la última opción de empatar de los extremeños.