Ramón pone fin a un calvario de 11 meses

Ramón Enríquez protagonizó la noticia positiva en el Málaga en su tropiezo este domingo ante el Linares, un rival de la zona baja. El centrocampista volvió a jugar más de 11 meses después. Por el camino, un sinfín de decepciones, contratiempos y varias lesiones musculares. Un calvario que por fin parece quedar atrás.

Han sido 343 los días que Ramón ha permanecido de baja. Prácticamente un año. “Ha sido mucho tiempo. Ha sido complicado, con muchos altibajos, pero volver a jugar en casa, ante la afición, con tu familia viéndote… No hay cosa que te llene más. Estoy muy feliz. Me he sentido bien, mejor de lo que pensaba. Estaba siendo un partido bastante complicado, de ida y vuelta. No era el contexto idóneo, pero ha salido bien, estoy contento y de aquí para arriba. Lo normal es que pasen los entrenos, que se vaya acumulando carga y que poco a poco pueda participar más. Va a ser un proceso muy largo. Tampoco puedes excederte en ciertas cosas porque hay que ir con pies de plomo. Si todo va bien y el míster lo ve oportuno, ojalá puedan ser muchos más minutos”, aseguró tras el encuentro.

Ramón no ha dejado de sentir el cariño del malaguismo durante todos estos meses ausente: “La gente siempre me ha dado ánimos y apoyo por la calle y lo agradezco muchísimo. Lo que he sentido hoy llevaba mucho tiempo sin sentirlo. Llevo soñando mucho tiempo con volver a jugar y estar en dinámica con mis compañeros. Ha sido un día muy feliz, lo voy a recordar siempre”.

Su regreso fue notable. De hecho, el Málaga mejoró con él sobre el terreno de juego. “Ha entrado en un contexto de partido complicado. Nos daba esa pausa para empezar a atacar. Al principio le costaba entrar en el ritmo, pero le ha dado sentido a todos los balones que han pasado por él. Cuando puede pensar filtra pases y supera líneas. Le veo bien. La mejor noticia es su vuelta. A pesar del resultado, ha estado a un buen nivel”, afirmó Pellicer. Si las lesiones le respetan, Ramón puede jugar un papel decisivo en la recta final de la temporada.

Este periodo de inactividad no sólo ha privado a Ramón de sumar desde el césped, también ha generado muchas dudas en los despachos de La Rosaleda acerca de su futuro y de la idoneidad de apostar por su continuidad con vistas a campañas venideras. Su contrato expira el 30 de junio y las próximas semanas serán decisivas en cuanto a su posible renovación.

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