“Queremos volver al fútbol profesional, para eso vine”

El fútbol deja historias bonitas y la de Pedro León (Mula, Murcia, 36 años) y el equipo de su tierra es una de ellas. Formado en la cantera, abandonó el club nada más subir a Primera rumbo al Levante, cuando todos veían en el muleño un referente para el futuro. Pasó después por el Real Valladolid, Getafe (dos etapas), Real Madrid, Eibar y Fuenlabrada. El pasado verano regresó, 15 años después, a la capital del Segura para ayudar a la entidad en el objetivo del retorno al fútbol profesional. En la recta final del campeonato, el cuadro grana está en puestos de playoff y el centrocampista es pieza clave con 14 goles, el dorsal que lleva a la espalda.

Lo primero, enhorabuena por la temporada que está realizando.

Gracias. Estoy muy contento tanto a nivel personal como colectivo por cómo está desarrollándose la campaña. El equipo está en zona de playoff y vamos a pelear hasta el final por quedarnos con una plaza. Tenemos que acabar bien el campeonato, queda lo más complicado pero estamos preparados para ello.

Está cumpliendo con lo que dijo en su presentación, que venía a sumar.

Sí, siempre dije que quería regresar a la que es mi casa con la idea de ayudar al club del que soy aficionado a volver al fútbol profesional. Cuando he estado en otros clubes lo hice desde fuera y tocaba hacerlo desde dentro.

Tuvo propuestas para seguir en el fútbol profesional, pero apostó por el Real Murcia. Ahora parece una decisión acertada, ¿tuvo alguna duda en verano?

No, siempre lo tuve claro. Cuando firmé por el Real Murcia contaba con varias propuestas en firme de clubes de superior categoría, pero quería venir aquí, cerrar mi carrera deportiva en el equipo que me dio la oportunidad de llegar a Primera. Era el momento ideal para hacerlo, era mi ilusión. Fue una decisión acertada, yo deseaba poner mi granito de arena en el terreno de juego para que este club esté lo más pronto posible en el fútbol profesional. Sé que no será fácil, pero por el momento estamos en el camino adecuado.

Con el nivel que está dando, ¿le llaman muchos clubes para el próximo año o saben que es misión imposible?

Yo creo que todos lo tienen claro, ninguno llama. Cuando me presentaron declaré que el Real Murcia sería mi último club, pero este no será mi último año. Empecé aquí mi carrera y la quiero terminar aquí. Ojalá con el club donde merece estar, que es en el fútbol profesional.

Se marchó siendo la esperanza de futuro del club e ídolo de la grada. ¿Le dolió no poder jugar con el Real Murcia en Primera División?

En aquel momento me fui porque quise, era lo mejor para mí a pesar del ascenso, del que había sido protagonista, y de contar con el apoyo de la masa social. Pero no se daban las circunstancias para continuar por otro lado. Había ciertas personas que no iban a influir positivamente en mi carrera y acerté viendo cómo me fue después. Lo volvería a hacer. Pero sí, me fui con esa espina clavada. Pero en este mundo nunca se sabe lo que puede ocurrir, ojalá podamos ir para arriba.

Ha jugado en la élite, pasó por Segunda División y bajó un peldaño, la tercera categoría. ¿Le ha costado adaptarse a la competición?

Es totalmente diferente a las anteriores en las que había jugado, Primera y Segunda, pero al final es fútbol. Es una categoría muy igualada, bonita de jugar y en la que todo se decide por pequeños detalles. Me di cuenta en los primeros partidos de liga que estaba en una competición que poco tenía que ver con las anteriores.

Por su trayectoria, es una de las atracciones de la competición. ¿En los estadios de los rivales se le reconoce su carrera o más bien le provocan los aficionados?

Estoy contento y agradecido por cómo se están portando conmigo cuando jugamos de visitantes. En varios estadios, como por ejemplo Las Gaunas o el Stadium Gal de Irún, salí ovacionado. Es bonito que reconozcan tu trayectoria.

Nos centramos un poco en su carrera. De los muchos entrenadores que ha tenido, ¿uno que le haya marcado?

—Sin duda, José Luis Mendilibar. Es un técnico exigente y tiene una forma diferente de tratar al futbolista. Entrenando te puede decir cualquier cosa, mosquearse, y luego se le pasa. Con él tengo una relación de amistad, es algo especial. Y eso que en mi último año en el Eibar apenas contó conmigo, pero es el que mandaba. Era amigo y entrenador. Esa gran relación sigue en pie.

¿Qué etapa de jugador le ha dejado mejor recuerdo?

La de Getafe. Nos metimos en Europa, quedamos sextos y jugamos muy bien al fútbol, disfrutábamos mucho. Fue bonita para la entidad y para todos los que formamos parte de ella.

¿Cómo es pertenecer al Real Madrid?

Fue la culminación de una gran temporada en Getafe, era tocar el techo como futbolista. El Real Madrid es el mejor club de la historia y mediáticamente eso tiene su repercusión. Deportivamente no me salieron las cosas como deseaba, pero no tengo ninguna pega con el club. Todos se portaron genial conmigo, desde Florentino Pérez al último trabajador.

¿Cree que su paso por el Real Madrid le pilló demasiado joven o en una época complicada con Mourinho en el banquillo?

Sólo son cosas del fútbol. El estilo que tenía el entrenador no era acorde a mis cualidades. Algo normal que sucede en este deporte, con muchos futbolistas y técnicos. De todo se aprende.

¿Le gusta recordar esa época? Se lo pregunto por la polémica que tuvo con el técnico portugués.

Mantengo a un lado el tema del entrenador. Fui con mucha ilusión, dejando atrás ofertas de clubes europeos muy importantes en todos los aspectos. Soñaba con algo totalmente diferente a lo que me encontré, pero no puedo tener queja. En el Real Madrid todos se portaron de diez conmigo, desde el presidente al último empleado. El único problema que hubo es que deportivamente no me salieron bien las cosas.

Echando la vista atrás, ¿cambiaría algo?

No, nada. Me han pasado cosas muy bonitas en el fútbol y otras que no lo son tanto. Pero volvería a tomar las mismas decisiones, de eso estoy totalmente seguro.

De ese paso por el fútbol de alto nivel, ¿le quedó algún sueño por cumplir?

Uno siempre quiere jugar con la Selección española. Se rumoreó que podía ser convocado durante mi primera temporada en Getafe, pero finalmente no se dio. También me hubiese gustado algún título más, pero gané una Copa del Rey con el Real Madrid. He jugado más de 350 partidos en Primera División y más de 100 en Segunda. Estoy muy contento con lo que he conseguido hasta la fecha y agradecido por cómo ha ido todo.

Volvemos al Real Murcia. En los últimos encuentros la Nueva Condomina ha registrado entradas que recuerdan a los buenos tiempos. ¿Le vino a su cabeza la primera etapa en el club?

Es verdad que últimamente hemos tenido partidos con unas entradas espectaculares, como la de más de 27.000 aficionados ante el filial del Barcelona. Durante todo el curso la media ha sido muy buena, superior a muchos estadios de Segunda. No sólo me hizo recordar la campaña del ascenso a Primera, también otros años en la máxima categoría con otros clubes. En el vestuario sabemos que si jugamos el playoff la afición va a responder como siempre lo ha hecho y será un punto a favor, le pesará a los rivales.

¿No tiene miedo a que jugadores del Real Murcia puedan acusar la presión de jugar ante un estadio prácticamente lleno?

No lo creo, si conseguimos entrar en el playoff contar con este tipo de entradas nos beneficiará. El murcianismo responderá y nosotros también.

¿Qué destacaría del vestuario que se ha encontrado?

La unión que hay entre todos los que estamos en la caseta, jugadores y cuerpo técnico. Todos vamos a una. Cada uno de nosotros es consciente de que estamos en un año importante para el Real Murcia, desde que llegamos cada uno tenía claro cuál era el objetivo a conseguir, que es devolver a la entidad a Segunda División. Y vamos a pelear con todos los medios que tenemos para conseguirlo, que nadie tenga duda de ello. Hay un compromiso total y además hay futbolistas de mucho nivel, con ganas y eso se ve en el día a día, en los entrenamientos.

¿Le ha sorprendido el rendimiento del equipo?

No me ha sorprendido. La pretemporada que hicimos fue muy buena, jugamos contra rivales de Segunda y los resultados fueron buenos, también la imagen que dimos. Es verdad que no arrancamos el campeonato bien, pero luego hemos conseguido una regularidad que nos ha permitido estar entre los mejores desde el arranque. Incluso por momentos tuvimos el liderato a tiro. Si hubiésemos ganado en Elda, en enero, era nuestro. Perdimos y se fueron a cinco puntos.

¿Los últimos resultados, derrota con el Baleares y empate con Osasuna B, ponen el liderato imposible?

En el fútbol, mientras que haya opciones matemáticas, hay que pelearlo. Pero debemos de ser realistas, la verdad es que está muy complicado porque Amorebieta y Eldense, primero y segundo respectivamente, nos sacan ocho puntos con 15 que restan por disputar. En estas últimas cinco jornadas tenemos que jugar contra ambos, está difícil. Nuestro objetivo es ganar todos los partidos que nos quedan con independencia de lo que hagan los demás, no miramos más allá. Cuando acabe la temporada, veremos en qué posición estamos. Pero nos centramos en lo nuestro.

¿Ha mirado al menos a posibles rivales del playoff?

No, que va. A día de hoy no lo miro, porque además los planes nunca suelen salir bien. Primero tenemos que terminar la temporada regular, acabar en puestos que nos permitan luchar por el ascenso a Segunda. La única meta, en lo único que estoy centrado, al igual que todos mis compañeros, es en sumar todos los puntos posibles para que el Real Murcia dispute el playoff. Una vez conseguido será el momento de analizar a los posibles rivales.

Está entre los máximos goleadores de la competición y ha superado sus marcas del fútbol profesional. ¿Qué le dice eso?

Los goles, al final, son circunstancias. Yo sabía desde el inicio del campeonato que estaba bien, no tenía ninguna duda de que iba a responder dentro del terreno de juego. No hacía cuentas de más o menos goles, eso sí. No estaba en mi cabeza una cifra. Pero puedo decir que me estoy encontrando muy bien, me veo al nivel que yo esperaba.

En el plano institucional, parece que por fin vuelve la estabilidad tan difícil de conseguir en el Real Murcia durante los últimos años...

Yo, desde que me incorporé en verano, siempre he estado tranquilo en ese aspecto. Agustín Ramos, que estaba al mando del club en ese momento y lo ha gestionado hasta hace poco, siempre ha cumplido con lo prometido conmigo y con el resto de jugadores, así como con los trabajadores. Y gracias a lo que Ramos ha hecho por el Real Murcia en el tiempo que ha estado al frente muchos empresarios han sido los que se han interesado por el club. Con su trabajo y el de su equipo de profesionales logró poner a la entidad en el escaparate una vez más y posibilitó que Felipe Moreno se fijase en ella. Es una suerte para el club que Moreno, un hombre con una dilatada experiencia en nuestro fútbol, apostase también por esta institución. Ahora toca a los demás responder, agradecer a Ramos y Moreno todo lo que han hecho por el Real Murcia. Nosotros, los futbolistas, tenemos que hacerlo desde el césped y la afición en la grada, como siempre ha hecho cuando se le ha necesitado. Ojalá que todos juntos logremos la meta propuesta.

Por último, Agustín Ramos fue la persona que firmó a Pedro León para el Real Murcia. ¿Cómo ha vivido el final de su etapa?

No hace mucho tiempo, no hay que irse muy lejos, para recordar que el Real Murcia estaba en la quiebra en todos los aspectos, se encontraba en la UCI. Gracias al trabajo de Agustín Ramos sigue vivo, se logró el ascenso a Primera RFEF, estabilidad en el apartado económico y por eso, entre otras cosas, llegó Felipe Moreno. Ambos han dado un paso al frente por este club, se han jugado su patrimonio personal por sanearlo sin tener la obligación de hacerlo. Son dos personas a las que el murcianismo debe estar muy agradecido ahora y en el futuro. Ramos cumplió en todo momento con lo que dijo y Moreno también lo hará, no tengo ninguna duda.