DEPORTIVO | PABLO MARTÍNEZ

Pablo Martínez: “Nos veían muertos, pero ya estamos aquí; si vamos a por todas saldrá bien”

Pablo Martínez, líder de la defensa del Deportivo, habla con AS de la visita a Córdoba, la baja de Lucas Pérez, la carrera por el ascenso, Kuki Zalazar…

Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

Pablo Jean-Antoine Martínez (Orange, Francia, 21/2/1989) llegó al Deportivo sobre la bocina del mercado de verano para reforzar la defensa. Poco a poco, partido a partido, se ha convertido en el jefe de la retaguardia blanquiazul gracias a su intensidad, juego aéreo, experiencia y regularidad. El central francés, que tiene el ascenso casi como objetivo vital, habla sobre la importancia del partido en Córdoba, la ausencia de Lucas Pérez, las opciones de subir a Segunda, sus problemas con la migraña oftálmica, el reto de acabar con la maldición del Deportivo fuera de casa y rompe una lanza a favor de Kuki Zalazar.

Llega lo importante, el momento de la verdad.

Creo que es el partido que tenemos que ganar ya fuera de casa. Hay que empezar por este partido porque si lo ganamos nos esperará otro importantísimo con el Alcorcón, cuatro finales.

¿Córdoba es la puerta ineludible para pensar en el ascenso directo?

Sí. Todo el mundo nos da fuera del ascenso directo, pero estamos aquí. El partido clave lo tenemos este domingo en Córdoba.

Partido clave para ustedes y también para el Córdoba, que se juega sus opciones de meterse en el playoff.

Con la primera vuelta que han hecho debe ser muy difícil para ellos estar así. Han tenido un cambio reciente de entrenador también, pero es el fútbol, no es nuestro problema. Debemos centrarnos en nosotros e ir allí a ganar, lo sentimos por el rival. Estamos en una guerra y hay que ganar esta batalla porque queda muy poco.

El partido también va a estar marcado por las altas temperaturas. ¿Les han dado algún tipo de consignas concretas para que no afecte tanto?

Yo vivo en el sur de Francia y estoy acostumbrado. El año pasado juegue algún partido a 42 grados. Es jodido porque nosotros vivimos en Coruña con un tiempo fenomenal. Hay como mucho 20 o 25 grados, que está muy bien para pasear y entrenar. De todas formas, es el mismo calor para los dos equipos; no hay que poner excusas. Ellos están un poco más acostumbrados, pero nada más.

Será además un partido en el que no podrá jugar Lucas Pérez. ¿Cómo afrontan esta importante baja?

Lo ha dicho el propio Lucas, hemos ganado con él y también sin él. Mejor cuando está en el campo, porque sabemos el delantero que es, pero si falta cualquier jugador hay otro que jugará en su lugar y que está capacitado. Confiamos en la plantilla que tenemos.

“Tenemos que ganar los duelos e ir, con perdón, a reventar al rival. Ya no toca en pensar en si jugamos bien o mal”

Pablo Martínez, jugador del Deportivo

Como pasa cada quince días la pregunta es evidente. ¿Qué tiene que hacer el Deportivo para ganar de una vez fuera de casa?

Es un tema mental. En Ferrol era un partido particular, con dos equipos que tenían miedo de atacar por dejar a sus defensas en peligro. Era un partido muy cerrado. Tuvimos la posibilidad de ganar, no lo hicimos, hay que seguir y pensar solo en los tres puntos. Venimos de hacer un muy buen partido ante el Ceuta.

La victoria ante el Ceuta, que llevaba 14 partidos sin perder, es de valor, pero fue en Riazor…

Es de mucho valor. Te voy a decir una frase típica de los futbolistas, pero que es verdad. Hay que ir partido a partido y el más importante es próximo.

Fuera de casa han probado diversas fórmulas con Saverio o dos delanteros, pero nada. ¿Es un tema de cabeza más que táctico?

Claro. Cuando intentas muchas cosas y no logras ganar, te vuelves un poco loco. Hablamos mucho entre nosotros de cómo podemos cambiar las cosas. Para mí, creo que consiste en ser el que más quiere ganar. Hay que ganar los duelos e ir, con perdón, a reventar al rival. Ya no toca pensar si jugamos bien o mal. Si ganamos uno a cero en un partido de mierda, yo lo firmo ahora mismo. Quiero los tres puntos y para casa.

Una de las fórmulas para superar este tipo de baches suele ser el balón parado. ¿Cómo lleva la pelea que tiene con el gol?

Ojalá llegue lo más pronto posible, así la gente me dejará en paz ya con ese tema. La verdad es que llevo un montón de oportunidades este año, pero no quiere entrar. Ojalá llegue el gol y que sea importante, que sirva para ayudar al equipo a ganar. Pero ya lo he dicho más veces, si no marco y subimos, lo firmo también ahora.

En el partido ante Unionistas tuvo que pedir el cambio por dificultades de visión. ¿Cómo va de su problema de migraña oftálmica?

Me sigue pasando siempre un poco, el miércoles tuve una en el entrenamiento, pero me pasó rápido. En Salamanca fue la primera vez que me duró tanto tiempo y ocurrió en un terreno de juego. Me empezó a principio del partido, pero me volvió de nuevo después de un despeje de cabeza. Normalmente me dura unos 20 o 25 minutos, tengo como luces en los ojos y luego tengo dolor de cabeza, pero puedo jugar. Lo tengo desde pequeño y me he hecho un montón de pruebas, pero no saben de donde viene. Vivo con eso.

Pablo Martínez, en el partido ante el Rayo Majadahonda.JESUS SANCHODiarioAS

¿Teme que le pueda volver a suceder durante otro partido?

Sí, claro que me puede pasar. Pero como te dije, si me dura 20 minutos, veo algo mal, pero veo. Contra Unionistas veía una parte en negro y a más de cinco metros de distancia, solo colores. Esperamos al descanso, no pasó, y decidimos que me cambiasen. Tuve una sensación horrible por tener que dejar al equipo.

Después de dos partidos en los que encajaron cuatro goles, llevan dos porterías a cero sin que los rivales apenas les creen ocasiones. ¿Esta solidez es básica para pensar en ascender?

Es muy importante dejar la portería a cero, es lo que más me encanta. Jugando con Jaime o Lapeña, hemos hecho un buen trabajo. Los centrales somos una familia dentro de otra familia, que es el Deportivo. Hablamos mucho y el que no juega nos ayuda siempre un montón porque desde fuera se ven más cosas. Nos indica los movimientos que pueden hacer los delanteros rivales y nos ayuda mucho. Por eso no hablo de los que juegan, hablo de la defensa.

Han jugado Jaime, Lapeña o Pepe, pero Pablo Martínez es intocable.

No, para nada lo veo así. Nos ayudamos mucho y si yo me equivoco y luego no tengo la suerte de jugar, estaré muy contento con los que jueguen. Lo más importante es el objetivo que tenemos todos juntos, no que Pablo juegue más o menos. Lo que quiero es subir con el Depor y no me importa quien juega.

En ese compañerismo del que habla, después de acabar el partido ante el Ceuta se fueron todos a abrazar a Kuki Zalazar, que lo está pasando mal y al que le pitó Riazor al entrar en el campo.

Kuki para mí es más que un amigo. En los partidos fuera de casa compartimos habitación y siempre intento ayudarle mucho. Cuando veía que no le salían las cosas y la afición a veces se metía un poco con él, me hacía daño. Somos una familia, lo veo más que a mis hijos. Estamos todos los días juntos entrenando cinco o seis horas, los viajes, dormimos juntos… El último partido hizo muy bien las cosas. Nosotros sabemos de los que es capaz porque entrenamos con él y es una bestia. Menos mal que no marcó el gol, porque lo hubiese celebrado como mío y me vuelvo loco. Kuki puede ayudar al equipo un montón.

¿Cómo llevan que Riazor le silbe también al míster cuando dan las alineaciones por megafonía?

Eso duele y es un poco culpa nuestra. El cuerpo técnico, médico y fisios hace un trabajo de locos durante la semana en Abegondo que no se ve. Nos dan todo lo que tenemos que hacer para ganar los partidos y luego estamos nosotros en el campo, ellos no juegan. Cuando pitan al míster sabes que es un poco tu culpa, por eso duele. Hay que intentar que no suceda más.

“Kuki es más que un amigo, compartimos habitación en los viajes. Cuando la afición a veces se mete con él, me hace daño”

Pablo Martínez, jugador del Deportivo

Usted es un hombre con experiencia al máximo nivel. ¿Hay algún consejo especial para afrontar estos últimos partidos decisivos?

La experiencia está claro que ayuda, pero hay más cosas. Yo he jugado con mi equipo en Francia y no éramos los mejores, pero teníamos las ganas de ganar a todo el mundo. Entrábamos en el campo con la mente clara de que no se podía perder. Si ganamos los duelos y tenemos más ganas de llevarnos el partido, no importa quien juegue. Si vamos a por todas esto va a salir bien. Si no lo hacemos, empezamos a bajar la cabeza… hacer eso es hacer tonterías. Hay que poner todos los ingredientes para ganar, saldrá.

¿Nota esa convicción que usted tiene en todo el vestuario?

Sí, sí. Con todo lo que hemos pasado, con la desilusión de los empates y las derrotas fuera de casa, estamos a dos puntos. Tenemos la oportunidad para subir directamente y nos lo vamos a comer entero.

¿Tiene pensado algo especial si se logra ese ascenso?

No, algo haremos, pero ya veremos. Ahora hay que dar todo para el objetivo que tenemos en la cabeza. Yo desde que llegué aquí es lo único que tengo en la cabeza hasta que se cumpla.

¿Dónde estará su cabeza y su cuerpo en un futuro en caso de que no se logre el ascenso?

No quiero pensar en eso. Vamos a darlo todo por subir directamente, sino en playoff. Lo que quiero es subir y hasta que eso no se cumpla lo voy a intentar.

Se le ve muy convencido.

Sí, sí. Estoy convencido porque hemos tenido un montón de puntos de retraso y toda la gente nos veía muertos, pero no; ya estamos aquí. Lo importante es ser líderes la última jornada. No me importa estar 50 jornadas de líder y que luego te pase alguien. Queremos hacerlo nosotros, estar todo el año por detrás y pasar al final.

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