Naranjo desilusiona con polémica al Atleti B en el 96′

Una semana más, el partido del Atleti B se decidió in extremis. Y, como había ocurrido una semana atrás ante el Ceuta, al equipo de Torres se le escapó la victoria en el añadido. Cuando parecía hecho, con más de un minuto superado los cinco de añadido. Y con una falta muy justita y un posible fuera de juego. Pero el Ibiza evitó su primera derrota de la temporada por insistencia y salva un punto que ya se veía como un imposible. Al equipo rojiblanco le sigue costando matar los partidos, hacer goles. Y si en Alcorcón y Fuenlabrada los finales fueron felices, en estas dos semanas cuatro puntos le han abandonado cuando ya parecían en el bolsillo.

Fernando Torres contaba con bajas de peso, tanto por los compromisos internacionales (Iturbe, Kostis y Omar Janneh) como por problemas físicos (Javi Serrano, Pablo Pérez, Jano Monserrate...). Pero, pese al dominio local de partida, el equipo rojiblanco se fue haciendo grande. Ni le pesa el escenario ni le pesan los partidos, crecido de visitante. Y tras un primer aviso de Diallo con un chutazo y el rechace de Boñar, el Atlético generó una copia del inolvidable gol de Adrián en Stamford Bridge en la Champions 2013-14, cuando Torres vestía en el equipo rival, todavía con la camiseta del Chelsea. Gismera con el pase al espacio como si fuese el mismísimo Tiago, la llegada de Boñar a lo Juanfran y el remate de Abde Raihani para culminar como hizo Adrián.

Un gol con el que se se vino aún más arriba el Atlético, con una enorme personalidad en Can Misses. Spina, que brilla en la línea de tres centrales, rompiendo líneas desde atrás, Gismera girando y buscando el movimiento de Rayane, Diallo cubriendo campo... todo en funcionamiento. Y Abde tuvo dos ocasiones más para hacer el segundo, entre los pitidos de la afición local que veía como el filial colchonero se adueñaba de los tiempos del encuentro. La primera tras el pase atrás de Mollejo con un disparo desviado y la segunda con un cabezazo a centro de Boñar.

Tan poco le gustaba a Martí lo que veía sobre el terreno de juego que llevó a cabo tres cambios en el descanso. Medina, Zarzana y Eugeni al campo para, de nuevo, empezar con fuerza de vestuarios. Un disparo de falta de Naranjo que detuvo Gomis era el primer aviso. Sin embargo, una vez más, el Atlético supo reponerse. Volvió a su plan, tras ajustar la línea defensiva y de nuevo a construir el juego desde atrás, con Gismera con un papel capital para acercarse a los centrales y sacar la pelota desde la base. Recuperar y salir. Torres daba entrada a Diego Bri, máximo goleador del B la temporada pasada y lesionado en la primera jornada del hombro y reforzaba su medio con David Muñoz. Y las llegadas volvieron a ser rojiblancas, pero no define al contragolpe. La tuvo Bri tras pase de Rayane.

Y quien perdona la paga, se demuestra semana tras semana. El miedo se apoderaba de las acalambradas piernas rojiblancas, con las sustituciones obligadas de Spina y Diallo. Partidazo de ambos y dificultades con para el equipo con su pérdida. Arturo Molina tenía una ocasión clarísima nada más entrar al campo. Y, cuando el Ibiza parecía bajar los brazos ante un imposible, una discutible falta acababa dejando un punto en casa. Eugeni disparaba, el balón rebotaba en un compañero, un remate defectuoso en la frontal, un nuevo disparo, la parada insuficiente de Gomis y el rechace para, en posible fuera de juego, el empate de Naranjo. Un gol rocambolesco y una nueva desazón rojiblanca, la segunda seguida. Los finales se han convertido en pesadilla.

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