Mouriz: “Con Cristóbal Parralo no es necesario contrato, tuve a Setién seis años así en el Lugo”

Carlos Mouriz Castro (Lugo, 4/8/1960) es el arquitecto del éxito de un Racing de Ferrol que vuelve a Segunda 15 años después. Excentral de Lugo, Racing de Ferrol y Ponferradina en Segunda B, estuvo detrás de los mejores años del Lugo con Quique Setién en el banquillo. Profundo conocedor del mercado y hombre de ideas claras, es el ejemplo de que con trabajo y paciencia se recogen frutos. Llegó al club en noviembre de 2017, hace tres años encontró en Cristóbal Parralo a su entrenador y aterriza en Segunda con el respaldo del ‘Grupo Élite’ que comanda Ignacio Rivera, también presidente de ‘Estrella Galicia’.

¿Dura todavía la fiesta del ascenso o ya está encerrado en su despacho diseñando el Racing 23-24?

Seguimos disfrutando. Ha sido una año largo y duro, pero lo que hemos vivido ha sido muy gratificante. Merece la pena disfrutarlo mucho porque estas cosas suceden pocas veces y pasan muy rápido.

Tanto en A Malata como en la celebración al día siguiente, la comunión con la cuidad ha sido total.

Ojalá se mantenga el cien por cien de lo que está pasando. Somos conscientes del cambio que se ha producido, del apoyo que estamos teniendo sobre todo desde mitad de temporada. La afición, en cualquier partido, no solo para ver al Castilla o al Deportivo, ha dado un paso adelante muy grande. Una gran parte de lo que hemos conseguido se lo debemos a ellos.

¿El reto para el año que viene estará en los 6.000 o incluso 7.000 socios?

A día de hoy, para nada. Hemos ido creciendo año a año en socios, al igual que lo ha hecho el equipo. Al final han venido los socios, pero también gente que ha ido sacando entradas varias jornadas con un crecimiento muy importante. Estamos encantados, pero todavía no hemos planificado nada en este sentido para la próxima temporada.

¿Dónde cree que ha estado la clave del ascenso del Racing?

Si algo caracteriza a este club es que desde la propiedad se ha transmitido seriedad, tranquilidad y calma con independencia de los resultados. Pero no este año solo, desde que se han hecho cargo del club. Esa calma en los momentos complicados, en los que no ganábamos y parecía que se nos estaba yendo de las manos, te da tranquilidad y tiempo para afrontar el reto del partido siguiente. Cristóbal y su cuerpo técnico te transmiten con su experiencia que cuando no sale, hay que trabajar más y mejor. A eso le añades el tremendo compromiso de los jugadores y esos momentos duros que hubo se superaron. También hay que tener esa pizca de suerte, que la hemos tenido, pero también porque la hemos buscado.

Habla de la propiedad. Se ha visto en la celebración a un Ignacio Rivera que ya empezaba a nombrar un futuro jugando ante Barça y Real Madrid.

(Risas…). Ignacio Rivera es muy pasional en todas las cosas que hace y en todas las metas que se pone. Él y su Grupo cogieron el club en Tercera División y, ante situaciones adversas, siempre han estado ahí. Recuerdo en la pandemia la carta personal que nos hizo llegar a todos los trabajadores del club diciéndonos que estaban ahí, que no habría problemas. En estos cinco años hubo muchas cosas de puertas para dentro muy positivas. Él lo disfruta, está encantado y estar en Segunda es un premio, pero en el que todavía tienen que decir muchas cosas.

Aún teniendo en cuenta esa paciencia con la que se maneja el club. ¿está o no está en el horizonte ascender a Primera?

En lo que yo conozco a Ignacio Rivera, siempre dice que soñar es gratis y además, muy gratificante. Cuando se pone un reto, nunca es pequeño, suelen ser complicados y él lo sabe. Pero aspira a lo máximo y en su forma de gestionar siempre hace ver que la dificultad es algo que hay que asumir y superar. La idea es tratar de llegar lo más arriba posible, Primera o lo que sea, pero con los pies en el suelo y la tranquilidad que requiere el reto.

¿Qué porcentaje de la actual plantilla continuará en Segunda?

Con absoluta sinceridad, hemos estado tan metidos en esto que aún no sabemos. Todavía no hemos hablado nada de la plantilla del futuro. Lo que tenemos claro es que el que quiera estar, estará y el que quiera salir, saldrá. Jugadores va a haber y las líneas del club están marcadas y claras. Se hará una plantilla competitiva, pero dentro de la lógica que tiene marcada el club.

Cristóbal tiene firmado hasta 2024. ¿Se han planteado ampliarle el contrato ya?

Mira, en mi anterior etapa en el Lugo tuve como entrenador durante seis años a Quique Setién y no hacía falta ningún contrato. Los contratos son magníficos y hay que hacerlos, pero Cristóbal, como me pasó con Setién, no lo necesita. Cristóbal juega en otra liga, está en otra división. Él tiene un compromiso máximo con el Racing de Ferrol y eso es lo que me importa. Si el se siente bien y está contento, nosotros estamos contentos con él. No podemos pedir más compromiso ni más trabajo.

¿Qué tope salarial estima que tendrá en Segunda?

(Risas…). De verdad, de verdad, que todavía no me he parado en eso por una razón muy sencilla, sé que voy a tener más de lo tuve este año. A partir de ahí, estamos en el fútbol profesional. Hay 20 equipos en Primera y 22 en Segunda, seguro que hay muchos jugadores que querrán venir al Racing de Ferrol. El tope será bueno seguro y lo encajaremos a los jugadores.

¿Qué oferta irresistible, entre comillas, ha rechazado esta temporada para mantener la plantilla?

No entramos a negociar por nadie. Teníamos un proyecto clave desde el principio en el que los jugadores tenían unas cláusulas de salida en su contrato. Si alguien se los quiere llevar, pues paga la cláusula y listo; es el mercado, la empresa. Pero un euro por debajo de la cláusula no hay negociación, teníamos objetivos. No estábamos para andar cambiando cromos a mitad de camino.

¿Se asemeja en algo su etapa en el Lugo con la actual en el Racing?

Se asemeja en el orden que da la propiedad. El del Lugo, como el de ahora, era un proyecto estable, con sentido, coherente y sin prisas. Había exigencia, pero sin que el resultado te hiciese cambiar toda la idea que había. Eso permite gestionar un proyecto de futuro y en esa línea, son iguales. A partir de ahí y hacia abajo, estamos un grupo de gente muy involucrada que trabaja mucho.

El Racing de Ferrol vuelve a Segunda después de 15 años. ¿Es algo para disfrutar o también tiene muchas dosis de responsabilidad?

Todos los del Grupo querían ir a Segunda, lo mismo que los que ya están quieren ir a Primera. Estamos encantados. Por unas circunstancias u otras han sido 15 años y ahora trataremos de disfrutarlo y pelear porque se alargue mucho tiempo.

¿Qué se considera más, un director deportivo o realmente un director general?

Solo me considero un trabajador y me gustaría que mi papel fuese de chico para todo, echar una mano donde pueda echarla. No es por ser modesto, pero es muy fácil conseguir cosas cuando el grupo de trabajo que tienes hace las cosas como las hace.

Por cierto, todavía no están de vacaciones, quedan dos partidos con el Amorebieta.

Quedan dos partidos bonitos, que deseamos jugar. Lo que ha hecho el Amorebieta es espectacular, es un club modesto como el nuestro. Bajar y ascender la misma temporada es magnífico. Nosotros somos un club humilde que ha peleado ante grandes trasatlánticos. Juntarnos y poder disfrutar de dos partidos así clubes como los nuestros creo que es muy bueno para el fútbol.