Manuel Ángel, timón del Castilla
Raúl no ha dudado y ha entregado las riendas de la sala de máquinas a Manuel Ángel, que fue capitán general de Arbeloa en el Juvenil A. Una de los abanderados de la generación 2004.
Se fueron los mirlos sagrados del Castilla -Arribas, Dotor y Rafa Marín- y llegó el cambio de guardia. Y uno de los abanderados de esa revolución, la de la generación 2004, es Manuel Ángel (19 años). Mami, como se le conoce cariñosamente por sus iniciales (sus apellidos son Morán Ibáñez), fue capitán general -y portador del brazalete- para Arbeloa en el Juvenil A del Triplete (Liga, Copa y Copa de Campeones) y arranca la temporada como el timón de Raúl en el primer filial del Real Madrid. Titular en las tablas ante el Melilla (2-2) y con galones. Porque esa es la idea, no ponerle corcho a su fútbol y darle continuidad en su primera experiencia verdadera en el Castilla (el año pasado debutó con el Castilla, disputando los últimos 19 minutos ante el Algeciras) y en el fútbol adulto.
En La Fábrica desde que el Madrid llamase a su puerta en 2014 (llegó procedente del Sevilla), Manuel Ángel es un futbolista señalado en rojo en la lista de talentos de la cantera desde hace tiempo. Y también en los cuadernos de la RFEF, donde ha ido quemando etapas. Internacional Sub-15, Sub-16, Sub-18 y Sub-19, como titular en el reciente Europeo de la categoría en el que Italia (2-3) apeó en semifinales a los de José Lana. En Malta, Mami jugó la mayor parte del tiempo en el doble pivote, pero también apareció como interior más ofensivo y casi mediapunta en algunos tramos. Ahora le podrá exprimir Raúl y poco a poco también Ancelotti, pues Manuel Ángel paladea entrenamientos del primer equipo con relativa asiduidad.
“Es absolutamente diferencial”
Por su físico (mide 1,70m) y estilo de juego, sin entrar en colocar techos comparativos, quienes mejor le conocen deslizan el nombre de Modric para trazar las líneas maestras del ‘20′ del Castilla. Muy dinámico, asociativo y con querencia por el juego a pocos toques, acostumbra a salir del barbecho de la doble presión con ágiles bicicletas que son marca de la casa. Además de no rehuir el contacto y, sobre todo, aprovechar su intuición para robar. Un compendio de características que ya fue mostrando contra el Melilla y que conquistaron a Arbeloa. “Es absolutamente diferencial”, dijo sobre el sevillano (nació en Albaida del Aljarafe), tras ser el MVP de la Copa ganada al Almería, gracias a un soberano zapatazo desde el balcón del área. Aunque quizá sea ese uno de los puntos en los que debe trabajar, un aportación goleadora que, por capacidad, podría ser superior.
La otra cara de Mami
En lo personal, los más cercanos a Manuel Ángel le definen como un chico muy tranquilo y familiar y apuntan que cada vez que tiene un hueco visita su Albaida del Aljarafe. Así como destacan que huye de cualquier tipo de ruido. Fútbol, fútbol y fútbol. Por eso, en lugar de mudarse a un piso, ha preferido quedarse en la residencia de Valdebebas, para así poder seguir las pautas de alimentación marcadas por el club y tener una organización vital totalmente centrada en el Real Madrid. Además, esa estabilidad le permite seguir adelante con los estudios, pues en estos momentos está sacando adelante TAFAD.
Reto
Mientras que en lo profesional, está ante un año crucial, en el que será uno de los líderes de la generación 2004 (Nico Paz, Gonzalo, Álvaro Rodríguez, Mario Martín, Obrador, Vini Tobias o Palacios son compañeros de quinta) y, por ende, del nuevo Castilla. Sin los pesos pesados, el verbo renovar se conjuga de manera ineludible, pues serán varias vértebras indispensables para que la columna del filial blanca se mantenga firme. El inicio ante el Melilla dejó brotes verdes: el olfato de Gonzalo (doblete), los detalles de Nico (heredero natural de Arribas, y no sólo por el dorsal), el vuelo de los laterales (Obrador y Tobias) o la madurez de Manuel Ángel. No obstantes, dos despistes, dos desconexiones, costaron los puntos ante un, aunque rocoso, recién ascendido. “Hicimos más méritos, pero regalamos dos goles”, resumió Raúl, que necesitará la dirección de su nuevo timón para llegar a puerto.