Lautaro destroza al Eldense

La victoria del Celta B por la mínima ante el Eldense (3-2) deja más contentos a los visitantes que a los locales. Y es que la renta pudo ser mucho mayor de no ser por la soberbia actuación del guardameta. La eliminatoria pudo quedar sentenciada en Balaídos, con una importante goleada celeste, pero la inspiración de Guille Vallejo mantuvo a su equipo con vida para la vuelta.

El portero burgalés comenzó su exhibición a los cinco minutos, con una impresionante intervención para repeler el disparo de Raúl Blanco en una rápida jugada local. Hugo Álvarez robó el esférico y se lo entregó a Sotelo, quien puso a mano a mano a Raúl frente a Vallejo. El primo de Aspas se encontró con el primer milagro del meta del Eldense. Vallejo repitió a los nueve minutos, despejando un buen disparo de Iker Losada. No habían transcurrido ni diez minutos y el héroe visitante ya se había ganado el sueldo.

Pese al dominio celeste, el primer gol fue del Eldense. Manu Nieto ajustició a Ruly tras un genial servicio de Ortuño. Un balón largo del conjunto alicantino llegó a poder de Ortuño, quien sirvió un centro sutil con el exterior, perfecto para que Nieto alojara el balón en la red. Golpe en la mesa del Eldense y mazazo para el Celta B, que estaba bordando el fútbol.

El filial celeste no acusó el golpe, más bien al contrario, todavía les hizo volcarse más sobre la meta de Vallejo, que continuó con su recital de paradas, negándole el gol a Lautaro y a Hugo Álvarez con dos grandes intervenciones. Hasta que Lautaro fue kriptonita para el portero burgalés. El delantero céltico dio la vuelta al marcador en menos de tres minutos, con un doblete que puso en pie en Balaídos. Primero aprovechó un gran pase de Losada para batir a Vallejo y después marcó a placer tras un genial servicio de Medrano.

El Celta B no se conformó con la ventaja y fue a por más. Javi Domínguez rozó el tercero con un potente disparo desde lejos, pero Vallejo estuvo otra vez firme bajo palos. Eso sucedió poco antes de una doble parada que dejó boquiabiertos a todos los presentes. En el césped todavía nadie sabe cómo Vallejo fue capaz de sacar el disparo de Raúl Blanco primero y el de Javi Domínguez después, este último a bocajarro, a un metro de la portería. Con ese nuevo milagro del portero del Eldense se llegó al descanso.

A los cinco minutos de la reanudación, el Eldense volvió a imponer su talento. Esta vez los protagonistas fueron Montes y Soberón. El extremo dio un pase de tiralíneas para que el delantero, máximo goleador del conjunto alicantino, batiera a Ruly con categoría. Un nuevo golpe para el Celta B, otra vida extra para el Eldense. Pero Lautaro no había dicho su última palabra. El hispano-uruguayo volvió a asociarse con Medrano para firmar el hat-trick, en un copia y pega del segundo tanto. Después de una hora dándose tortas, ambos equipos firmaron la paz para la última media hora, sabedores de que hay una eliminatoria de vuelta en Elda dentro de una semana.