REAL MADRID

La hora de Jeremy de León

El ídolo puertorriqueño vuelve a la acción. Se presenta como un refuerzo importante para Raúl en el Castilla.

MIGUEL J. RODRIGUEZ CARRILLOAFP

Con el adiós de jugadores como Nico Paz o Álvaro Rodríguez y la lesión de larga duración de César Palacios era el momento del paso adelante. Ese era, y es, el plan del Castilla para con Jeremy de León (San Juan, 20 años). Un ascenso en importancia y responsabilidades. Un plan que se ha ido dilatando, pero su momento se acerca. Ya paladeó minutos dos jornadas atrás. Los últimos 17 de la derrota ante el Sevilla Atlético. Era el adiós a un esguince de grado II que sufrió entrenando con el primer equipo. Cuando todo parecía cuesta abajo, un pequeño repecho. Una sobrecarga muscular que le dejó fuera ante el Yeclano. Leve, pues está cerca de ser historia. Este domingo en la visita al Alcorcón (12:00 horas) tiene muchas papeletas para volver. Es la hora de Jeremy.

Un alivio para un Raúl que navega contra los resultados y los contratiempos. Sin ir más lejos, Manuel Ángel, tras su esperanzador regreso, sufrió una lesión en los isquios que le tendrá otro mes y medio de baja... Un percance físico más en el aluvión que está enfrentando el filial blanco. El Siete al menos podrá empezar a contar con Jeremy. No es baladí. El Castilla está sufriendo en este arranque especialmente en lo ofensivo. En defensa han sido ocho goles en contra en ocho jornadas. Nada mal. Pero sólo seis tantos anotados. Víctor Muñoz, con dos, es el pichichi. De ahí las estrecheces clasificatorias (siete puntos y 15º, empatados con el antepenúltimo). Con el puertorriqueño, Raúl tendrá más pólvora en su arsenal.

La primera versión de Jeremy ha tenido más foco mediático que continuidad deportiva. Busca equilibrar la balanza. Con el Castilla fueron ocho partidos, 195 minutos y un gol. Pero con el primer equipo alzó la Decimoquinta en Wembley. Una foto sin convocatoria, pero un recuerdo imborrable. A Ancelotti le conquistó su fútbol para completar entrenamientos en Mánchester y repitió en Múnich. Un factor fortuna que no quiso dejar de lado el italiano. Un amuleto que hizo efecto. Y que disparó la expectación. Aunque es algo que Jeremy manejó con total naturalidad. Porque los focos no le deslumbran.

Jeremy de León, con la Decimoquinta en Wembley.JAVIER GANDULDiarioAS

Su leitmotiv es claro, pensar en presente. Consciente de que eso le abrirá las puertas en el futuro. Así ha sido siempre. Así llegó a España. Así llegó a Valdebebas. “El mundo de los ojeadores es loco, porque en cualquier momento alguno puede estar viéndote, así que tienes que estar preparado. Y así fue con el Real Madrid. No sé ni cómo explicarlo... es como vivir en un videojuego”. Jeremy dixit. En la tierra del béisbol, apostó por el fútbol. El Surf Soccer Club de su San Juan natal fue su alma máter. Destacaba, mucho, por encima de lo normal y un viaje a Europa cambió su vida. Una academia que se encargaba de orquestar oportunidades de jóvenes talentos de Puerto Rico llevó a Jeremy al radar de los ojeadores del Castellón. Le vieron y no dudaron.

El boom

Comenzó en el Juvenil, con 17 años, y con un hat-trick al Villarreal comienza a llamar la atención. En el equipo Orellut ya sentían que era un chico diferente.Con 13 tantos en media temporada fue el brazo ejecutor del ascenso a División de Honor y no tardó en debutar con los mayores. En la 2022-23, de hecho, ya era miembro de pleno derecho del primer equipo. Ahí ya tenía a varios equipos detrás. Uno de ellos, el Real Madrid. Temporada y media después, con 46 partidos, dos goles y tres asistencias en Primera RFEF, el equipo blanco cocinó y ejecutó el fichaje. Con 19 años aterrizaba en el Castilla. Ahí comenzaba el boom.

Era un futbolista con talento para el desborde y capacidad para generar. Peligro en área rival, pero también expectación. Sin ir más lejos, antes de cumplir la mayoría de edad, aún en el Castellón, ya había firmado un contrato con Adidas. Palabras mayores. Como lo fue que Bad Bunny compartiera en sus stories una instantánea de Jeremy firmando con el Real Madrid. O que Eladio Carrión le invitase al backstage de un concierto... Si antes de firmar tenía 10.000 seguidores en Instagram, ahora son más de 300.000. Jeremy de León es ídolo de sus ídolos.

Una locura que no ha hecho que su mente vuele. Al principio le impactó, como es natural, el verse rodeado de las estrellas del Madrid, pero terminó normalizando la situación. Desde el vestuario se habla con mucho cariño del joven y desde su entorno lo refrendan: “La verdad es que encajó muy bien desde el principio. Las estrellas tienen prácticamente su edad...”. Sus ratos libres los ocupan los videojuegos o el anime. No pide más. “Es un chico muy tranquilo. Además, estar en Madrid le evade. Le paran a veces, pero puede pasear tranquilamente”, explican desde el círculo del futbolista.

Pero en Puerto Rico, la historia es diferente. Allí, los telediarios abren su sección de deportes con él. Con sus convocatorias de Champions, con su inclusión en la pretemporada blanca el pasado verano... Las marcas tocan su puerta con insistencia. La selección boricua amplifican su expectación cuando Jeremy aparece en la lista. En el último parón no ha podido estar presente por sus problemas físicos, pero en el anterior ajustició a Anguilla con un doblete y un penalti provocado (8-0 en total). Era su segunda internacionalidad absoluta. Su primera exhibición. Adulta, porque en inferiores ya hizo cinco tantos en cinco encuentros. Puerto Rico mira al futuro a lomos de Jeremy. Y en el Castilla se acerca su momento.

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