La esperanza es Manuel Ángel: “Es un jugador único, especial”
Su entrada al campo cambió al Castilla ante el Yeclano. Raúl festejó su vuelta a los terrenos de juego, la mejor noticia en un equipo necesitado de talento.
Al timón, Manuel Ángel. Por fin, debe pensar Raúl para sus adentros. Aunque externamente tampoco se guarda el regocijo: “Cualquiera que haya visto el partido sabe que es un jugador diferente, único”, apuntó el Siete tras el empate ante el Yeclano (1-1). Porque Mami se estrenó este sábado. Una lesión de espalda le impidió subirse al avión rumbo a Estados Unidos en verano con los mayores y también arrancar con el Castilla. De ahí el “intentaremos cuidarle” con el que el Siete cerró su análisis. Saltó al Di Stéfano en el 53′. Ya con su 8 (el 22 el curso pasado) a la espalda. Con galones potenciados (es el capitán) a sus 20 años y con el talento intacto. Talento y clarividencia en campo rival, dos ingredientes que el Castilla necesita añadir a su coctelera más pronto que tarde. Manuel Ángel es un halo de esperanza.
“Le dio otro ritmo, otra dinámica”, resumió Raúl. Una buena nueva a la que, eso sí, le faltó la guinda. El gol, ese que llegó casi sin esperarlo (Yusi en el 3′) y no volvió prácticamente a olfatearse. El Yeclano empató y aguantó. Pero Manuel Ángel fue quien más pesas colocó en la balanza del triunfo. Apenas ingresó probó suerte desde el balcón del área, después forzó una amarilla y colgó un buen centro. Pero lo esencial fue la radiografía global. El Castilla ganó en movimiento de balón, en ruptura de líneas, en sensación peligro. No hubo diana, sí mejora. Manuel Ángel cambió la cara al equipo. Y aunque Raúl quiso tranquilizar la expectación (”hay que ir con calma, lleva mucho sin jugar”), deslizó una realidad: “No tenemos ningún jugador parecido”.
Necesidad
Chema Andrés es un stopper y Hugo de Llanos viene de ser el killer de Arbeloa (llegó a jugar como falso nueve en el Juvenil A), pero Manuel Ángel tiene la llave de la sala de máquinas. Este Castilla adolece de un perfil como el del albaidejo. Un Modric, futbolista con el que se han trazado similitudes en repetidas ocasiones. Sin entrar en hipérboles, pero sí por comparación de aptitudes. También se trata de un centrocampista liviano aunque luchador, con facilidad para la bicicleta y con presencia en campo contrario. Una necesidad potenciada, además, por la desafortunada rotura de cruzado de César Palacios, llamado a aportar brío y conectar líneas junto al capitán castillista. Al menos el capitán ya está de vuelta.
“A ver cómo vuelve el martes (próximo entrenamiento del Castilla). Lo importante es tenerle cada jornada”, concluía esperanzado Raúl. Y es que parte de los mecanismos del filial blanco estaban (y están) diseñados con Manuel Ángel como pieza vertebral. Ya la temporada pasada, su primera verdadera en la categoría (había debutado de manera anecdótica en la 2022-23, con 19′), fue capital para su técnico.
Ahora que gran parte de la generación de 2004 ha volado (Nico Paz, Mario Martín, Obrador...), su importancia se multiplica. Y con un Castilla que no logra escapar del barbecho, en descenso tras haber ganado sólo un partido en ocho jornadas y que apenas ha logrado marcar seis tanto, más aún. Contra el Yeclano ya pudo observarse que un poco de Manuel Ángel es mucho. Y Raúl lo sabe.
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